Capítulo 1 El comienzo del desastre

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Alis

6 años antes

Era una cálida mañana de primavera, algunos rayos de sol deslumbrando el cielo dándole la bienvenida a la nueva estación.

Mi familia siempre fue muy unida y sobre protectora, vivíamos en una pequeña hacienda alejada de la gran ciudad Barcelona-España mi ciudad natal, viviendo de lo que la tierra nos ofrecía. Con la mayoría de edad decidí salir del yugo paternal que me cogía y enfrentar el mundo, quería estudiar administración en empresas, los números se me daban bien así que decidí arriesgarme por aquella carrera.

Estaba emocionada, hoy iniciaba una nueva etapa de mi vida llamada las universidad, una sin padres sobreprotectores, sin vecinos molestos o metidos, haría nuevos amigos, viviría sola era lo que más me emocionaba.

Todo era perfecto nadie me conocía podía ser yo misma sin que nadie me juzgara, era un nuevo comienzo y estaba lista para asumirlo.

Me encontraba en la puerta del gran edificio donde todo cambiaría, me despedí de mis padres, tras bajar mis maletas e ingrese al edificio. Todo a mi alrededor era diferente parecía un gran castillo de tiempos medievales pero más moderno el edificio estaba pintado de color beis combinado con caoba en la parte baja, estos dos colores daban un toque elegante y escolar al edificación. Mientras iba ingresando a la recepción me encontré con un muro lleno de trofeos, fotos que mostraban el gran prestigio de la institución, estaba entretenida saciando mi curiosidad hasta que una vos chillona me hizo brincar del susto.

-hola tú debes ser Alis Wong la nueva alumna, bienvenida a Jestonw universit- prosiguió después de una ardua examinación de mi vestimenta- mi nombre es Monick Olsencs seré tu guía en esta día, soy asistente de dormitorio de la fraternidad donde te instalaras así que cualquier consulta que requieras no dudes en hacérmela saber- finalizo con una sonrisa amable.

-hola mucho gusto Monick ¡sí! Esa misma soy, encantada de conocerte- le ofrecí un apretón de mi mano cordial y proseguí- te agradezco que me acompañes, estos segura que me hubiera perdido en este enorme campus y tal vez cualquier día encontrarían mi cuerpo inerte en algún lugar de este enorme lugar- para darle más dramatismo me puse la mano en la cabeza. Reímos sin cesar por mi ocurrencia y luego proseguimos con el recorrido por cada rincón de esta universidad.

Después de una hora de recorrido conociendo las diferentes piscinas, canchas deportivas y sala de comidas llegamos a la zona de las fraternidades donde se encontraban grandes edificios que se asemejaban a las estructura de la antigua Grecia. Me asignaron la fraternidad Beta, su entrada estaba decorada con grandes letras doradas griegas y dos columnas alrededor de la puerta esta era de madera enorme como para un gigante de 3 metros adornadas con leves diseños que le daban un toque elegante y hogareño. Sin tocar el timbre esta se abrió instantáneamente una chica esbelta con curvas inigualables, cabello color cobrizo, ojos color esmeraldas salió a recibirnos

– tenemos una nuevas miembro de nuestra fraternidad !chicas vengan a darle la bienvenida!!- grito y continuación un batallón de chicas gritando y elevándome hasta ingresar a la casa, la chica volvió hablar- ya chicas cálmense, déjenla respirar, cómo te llamas- tras dejarme en una pieza en el suelo pude responder con vos temblorosa

– Alis Wong mucho gusto- todas gritaron al terminar mi presentación, aplaudían y ovacionaron mi nombre como si fuera el concierto de Lady gaga u otra cantante famosa.

Después de una ardua tarde llena de preguntas, como en un interrogatorio y después de saludar a un sin fin de chicas con voz chillonas, me encontraba exhausta. Me dirigí a mi habitación para descansar, solo quería ducharme y sumergirme en la sabanas hasta recobrar mis energías.

A mitad de la noche cuando me encontraba en la penumbra de mis sueños escuche un sonido proveniente del closep, trate de abrir mis ojos somnoliento e incorporarme cuando el estruendoso sonido se intensifico, cogí lo primero que encontré en la mesa de noche (un libro) y lo utilice como escudo, mientras me aproximaba al inmueble.

– tengo un arma y no dudare en usarla- pronuncie con vos sombría y asustada. Al llegar al sitio puse la mano en el perilla del armario y lo gire con cautela, respire lo más lento que puede para mantener a raya mis nervios y la abrí.

Un grito resonó en toda la habitación al ver sus hermosos ojos azules le apunte con mi arma mortal (por arma mortal me refería a mi libro feroz) con la intención de alejarla, en ese instante ella se incorporó y se aproximó hacia a mi

– tranquila que no muerdo, se nota que tu arma letal es efectiva, puedes sacarme una uña con eso- bromeo con vos ronca y delicada, alzo los brazos en una muestra de paz

– ¿quién eres tú? Y que haces en mi habitación – proteste con vos disgustada, agradecí mentalmente que la tenue luz de la lámpara fuera baja, sino me hubiera visto ruborizada al observarla completamente desnuda solo con bragas y brasier. Su cabello era oscuro como el azabache, rostro bien marcado, ojos azul cielo penetrantes, tenía bien tonificado su cuerpo me avergoncé de solo estar al frente de ella con una piyama de conejito <diablos haber sabido que recibiría visitas nocturnas me hubiera puesto algo menos infantil > me dije a mi misma.

Al darse cuenta de mi descaro por obsérvala sin pudor, me brindo una sonrisa coqueta por lo que desvíe la mirada y respondió

– tranquila chica que tengo lo mismo que tu o cualquier señorita- contesto con un risa picarona y prosiguió- me llamo Engelle Coling soy de la fraternidad Alfa y estoy aquí porque tuve un percance- dijo sin más como si fuera la cosa más común del mundo.

– Percance! El que estés semi-desnuda en mi cuarto no es un contratiempo, explícate mejor- exigí, estaba perturbada por su presencia, algo en ella me atraía de alguna forma, eso me asustaba no era homofóbica pero por primera vez me sentía algo fuera de lo común con ella. Sacudí la cabeza para alejar los pensamientos absurdos, le preste atención a lo que tenía que decir.

– Tuve que realizar un reto de iniciación para ingresar a mi fraternidad- bajo la miranda avergonzada- consiste en entrar a la fraternidad vecina sin ropa y pasar la noche en ella- lo dijo en con un hilo de voz se notaba que estaba apenada, me removió la conciencia no quería que se sintiera culpable por algo sin sentido.

– !ahh! Si quieres puedes quedarte esta noche aquí nadie se dará cuenta, así cumplirás tu reto y no estaré sola mi primera noche en este lugar- respondí en un susurro, me cuestione más de una vez por qué le hacia una invitación a alguien que apenas conocía y aunque me transmitía confianza no dejaba de ser una desconocida. Pasaron algunos minutos en silencio y al ver que no respondía agregue -- no quiero que te sientas presionada si no quieres...— me interrumpió antes de acabar la frase presurosa.

– no no no... no malinterpretes mi silencio, es solo que me tomo por sorpresa tu propuesta- su vos sonaba ansiosa y avergonzada - gracias- finalizo con una leve sonrisa.

Durante toda la noche conversamos sobre su vida, la mía y de todo un poco, no me haba dado cuenta de lo parecidas que éramos, que de una casualidad se podría formar una gran amistad.

SOLO MIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora