Mañana te echaré de menos
Recuerda que siempre te seré fiel
Y cuando esté lejos,
Te escribiré cada día
Te enviaré todo mi amorJim Sturgess, All My Loving.
Podría decirse que casi logramos pasar juntos la mayoría de las fechas festivas del año, en Halloween nos extrañamos mutuamente de alguna forma, un día antes del día de muertos decidimos empezar de nuevo, nos casamos en San Valentín, entre otros.
Esta vez es el turno, de la única fecha festiva que nunca había celebrado hasta este año: Pascua. En Estados Unidos es muy común y al parecer en la universidad también, en mis anteriores escuelas ni siquiera era mencionada y solo sabía de su existencia gracias a las miles de referencias en las películas estadunidenses. Comenzó con una colecta de huevos, el salón que juntara más huevos se ganaba un convivio así que hicimos todo lo que pudimos.
Mi mamá se hartó de tener que hacer los huevos para la cena solo haciéndole un pequeño hoyo al cascarón, a veces me pregunto cómo es que tiene tanta paciencia. Lleve una tapa de huevo y me pareció mucho al ver que casi nadie había llevado nada, supuse que no había mucho interés en ganar. Entonces llegó una chica con quince tapas de huevo porque tenía una tía que trabajaba en una pastelería, todo se volvió un embrollo donde simplemente nos dedicábamos a cerrar los huevos que otro grupo de personas iban decorando.
Fuimos los que llevaron más... pero solo de primer año. Un grupo de segundo año logró recaudar más de 5000 huevos, no les llegábamos ni a los talones. Todos los huevos de los salones serían escondidos en la parte trasera de la escuela donde se llevaría a cabo una guerra de huevos entre todos los estudiantes que los encontraran.
Días antes me corté el cabello a la altura de la barbilla, últimamente me estaba dando por cambiar de look muy constantemente. En ese caso, no me gustaba mi corte anterior en capas, además de que supuse que sería más fácil de manejar. El día de pascua llegó y me invadió una incertidumbre inhóspita desde el alma, a veces se me dificultaba entablar conversaciones importantes que cualquier persona era capaz de hacer, tales como pedir comida o empujar a adolescentes que solo se preocupan por ser los primeros en la fila de los alimentos.
Aquel día sucedió eso, a los maestros se les ocurrió la grandiosa idea de que todos los grupos llevaran algo para una mesa donde pudiéramos juntarla. Se suponía que el alumnado tomaría sus alimentos de ahí, y en realidad suena algo muy sencillo. Enserio, no entiendo porque existen cosas en las que se me complica hasta lo más fácil, sé que todos los demás comieron normal, pero yo quería comer algo que no estuviera tan abarrotado de gente y todas las mesas estaban llenas. Terminé comiendo dos tostadas de las que nuestro mismo grupo había traído, porque era de lo único que quedaba cuando ya se había despejado el lugar.
En ese momento del día no estábamos juntos, no tenía idea dónde estabas y trataba de darte tu propio espacio porque sabía que ser pareja no significaba tener que estar juntos todo el tiempo.
Sin embargo, ahí, mientras caminaba hacia mi salón para comerme las tostadas sintiéndome pésimo realmente deseaba que fueras a buscarme. Sé que actualmente existe la igualdad y que yo también podría haber ido a buscarte porque él hombre no siempre tiene que hacer todo, pero yo quería que me buscaras.
A veces cuando la gente se siente mal desea que las personas que quiere se preocupen por ellas, aún cuando aquellas personas no tienen un sexto sentido o poderes mentales como para adivinar cuando sus allegados necesitan cariño y apoyo.
Recuerdo haber comido mis tostadas mientras miraba por la ventana del salón que conectaba con la parte trasera, pude ver a la perfección como algunos maestros tiraban los huevos cerca de arbustos, arboles o simplemente pastizal. No estaban muy bien escondidos, podía percibirlos aún cuando estaba muy lejos. Cuando terminé mis tostadas, otros maestros nos indicaron a todos los que estábamos dentro del salón que nuestra obligación era salir y participar en el festejo, ya que a fin de cuentas por eso habíamos asistido.
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Evocando a Gael.
Conto«Soy Mags, sí, aquella chica que dejaste hace catorce días con trece horas y treinta y nueve minutos. No creas que llevo la cuenta siempre, solo acabo de hacerlo en este momento, para poder escribir cuánto tiempo tardé en tomar el valor para comenza...