Ser una venezolana no es fácil marica. Tienes que saber lo que es sobrevivir y a su vez cómo mantenerte diva, conformarte que lo más bello que puedes tener es al Brayan, el catire que vende las arepas de la cantina pero que es muy mayor para ti o si...
Marica admito que llevo como que una hora en esta vaina y ya siento el culo entumecido, al arreglo frutal ya le están llegando las hormigas y hace rato que me le jarté los chocolates suizos.
Por vainas como éstas es que yo no sirvo como novio.
—¿Puedes calmarte? —repitió acá mi bello Patrickson que me hablaba del otro lado de la pantalla de mi Jorjius movil— Pareces desesperado.
—Coño Gordo, ¿Te parece sh? Estoy es rogandole al José Gregorio Hernández y a todo su Team de santos para que no me de una vaina aquí mismo.
Patrick rodó los ojos.
—Es sólo mi hermana, ¿Porqué tus nervios? Si tanto te gusta las palabras te van a salir por si solas.
—Coño vale ya sé de dónde sacó Dylan su actitud de Viva la pepa, todo es color de rosa y es malditamente fácil, y de mi comadre Lisa no fue —rodé los ojos— marico admito que siendo otra chama yo no haría esto, ahí ésta, me estoy perdiendo el juego de Magallanes vs Leones nada más por venir a jalarle los ovarios a tu hermana y de paso ni siquiera ha llegado.
—¿Si comprendes que Grace no te la pondrá tan fácil, verdad?
—Marico es que por esa misma razón yo no me voy de aquí —chille— ¿No ves que la coño e madre no es fácil? Aquí ando ocupandole el puesto de protagonista a Thomas
Patrick frunció el ceño.
—¿Thomas? ¿Estás hablando del mismo Thomas que yo conozco?
—¡Obvioo! ¿Hay otro más cabrón que Thomas Sangster? Porque hay que echarle bolas, primero está la gente cabrona y después está Thomas, así de arrecho es pero equis mrc, me duele el culo.
—Eres un caso, George —rió para si mismo— oye, ¿Cómo está Lily? No he sabido de ella.
—Ah, esa ingrata está en Venezuela con mis hermanas y la Teresa arreglando unos papeles, se llegan el martes. Estoy es apurado porque se vengan porque al lado hay un vecino que tiene un hijo muy sopla bistec y coño, yo no voy a decir que las sobrinas mías son feas pero ése como que quiere con Alicia y no pues, esa carajita no va a tener otro novio que no sea Dylan.
—Eres un tio sobreprotector, ¿Eh?
—Marico, ¿Qué hablas? Claro que no, shippeo Dylicia que es otra vaina —aclaré— me imagino que tu también shippeas Dylicia ¿Verdad, mmaguevo? Porque sino esta amistad no tendría sentido.
Patrick me respondió una vaina que no le paré bolas porque escuché unos tacones resonar fuertemente contra la cerámica a medida que su dueña iba avanzando. Mi vista se posó en aquellas piernas bronceadas y fue ascendiendo, traía un vestido casual que ni Maythe con su mejor bono podría comprarse y su hermoso y bellaco cabello rubio recogido en una cola alta, marico diva, arrecha y poderosa.
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