Venezuelan Girl Almighty || Dylan O'Brien

Alicia's Party

Girl Next Door —Copperpot

Alicia

Marica wa llorar, a la verga señor ¿Porqué yo tengo el novio más bello y cabrón de todos?

Ya va, perense ahí, el más cabrón es el novio de la Teresa, veda.

Ahí estaba, ofreciendome una sonrisa espectacular mientras sostenía mi mano contra su pecho y sus ojos me miraban como si fuera lo más preciado de su vida. A la verga, la ultima vez que alguien me había mirado así había sido... había sido mi papá.

—Un aplauso por favor a la Bella y la Bestia aquí presente —pidió aka mi bello Shawn a lo que todos le hicieron caso— familiares y amigos más cercanos, ha llegado la hora del brindis, les invito a todos a tomar asiento y a su real majestad, por favor acompañenla al suyo.

Loca de pana que aún no supero que el Chon me trate como una Queen.

Dylan me ofreció su brazo para guiarme y yo lo acepté encantada. Yo estaba creída que nos íbamos a sentar en la mesa más cercana al escenario, pues no, por allá venían Colton y Hoech con un par de tronos.

Me incline un poco a Dylan tratando de disimular.

—A la verga, de pana que te luciste con todo esto, cariño.

No tenía que mirarlo a la cara para saber que había sonreído, lo conocía tan bien.

—Nada es suficiente Princesa, disculpa a este pobre idiota si no puede bajarte la Luna ya que, por muy romántico que sería, es totalmente imposible y tras pasar un par de horas ibas a ladillarte de jugar con ella.

Marico me reí horrible oyó.

—Te amo.

Me ofreció una tierna sonrisa y gracias a la maldita luz no pude ver muy bien pero supe que se había sonrojado.

Al llegar a los tronos Colton me ofreció una sonrisa y yo se la devolví porque ajá, no lo conocía de nada pero de nada está de más ser panita. Dylan ocupó el puesto de al lado y entrelazó nuestros dedos.

Los meseros se acercaron con sus bandejas y en éstas traían listas las copas pero uno en particular se acercó con un par parecidas a un cáliz, tipo la copa mortal de ShadowHunters, dandola pues, admito que me encantó. Dylan y yo agradecimos con un asentimiento y el pana se retiró.

—Bien —Shawn habló por el micrófono— ya que todos tenemos una copa en la mano podemos iniciar, el micrófono está libre para el que quiera empezar.

La primera en subir había sido mami.

—Ante todo muy buenas noches, bebé, desde que llegaste al mundo has sido una bendición —me miró desde el escenario— te has convertido dia a día en una mujer fuerte e independiente, talentosa y coño, desde chiquitita has sido un terremoto al igual que tu hermana y por culpa de ustedes con 33 años ya tengo inicios de canas fluorescentes —si ajá, 33 pero en años perro— pero equis. Bebé Mírate, ya tienes dieciocho, recuerdo que cuando eras una triponcita soñabas con tener esta edad, aunque soñabas más bien con tener esta edad para que no tuvieras que pedirme permiso pero enterese carajita, usted en el fondo de mi corazón... —marica se le quebró la voz— siempre serás mi carajita sometida. Ojalá Luis Fernando estuviera aquí para verte hecha toda una mujer y con tremendo macho, claro, luego de amenazar a Dylan con dejarlo como un colador si llega a hacerte daño, estoy segura que le pediría que te cuidara tanto como él lo hubiese hecho. Papi estaría orgulloso de ti, lo está bebé. Feliz cumpleaños.