Ser una venezolana no es fácil marica. Tienes que saber lo que es sobrevivir y a su vez cómo mantenerte diva, conformarte que lo más bello que puedes tener es al Brayan, el catire que vende las arepas de la cantina pero que es muy mayor para ti o si...
Habiamos seguido a los demás a los juegos del asar, sus dedos habían soltado mi mano ya hacía rato y no era porque yo le estaba sacando el culo, era porque él trataba de evitarme.
No le paré bolas y avance más rápido hasta llegar a la Noria donde ya Teresa estaba al principio de la fila guardandonos puesto. Thomas se acercó a Dylan y los dos empezaron a hablar como si nada.
Teresa vio la vaina y me preguntó.
—Ajá, ¿Ahora porqué se arrecharon esta vez?
Me encogi de hombros.
—Marica yo no sé, yo no hice nada ésta vez —ella me miró con ironía— ¡Marica, moral!
—Verga es que me haces dudar, siempre estás arrecha con él. Pobre Dylan que sólo quiere un poco de amor y tu lo tratas a los coñazos.
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Entorne la mirada
—Marica, se te cayó la moral hasta el centro de la tierra, nawebona.
Me metió un coñazo. Rodé los ojos.
—No, ya, chama, en serio. ¿Qué pasó?
Hice una mueca
—En serio, realmente no sé. O sea, primero estábamos bien ajá, después discutimos porque casi no quería comer porque se enteró de mi bulimia y...
—Ya va, ¿Se enteró? ¿Cuándo pasó esa vaina que tu no me dijiste un coño?
Suspire.
—Esta mañana me atrapó vomitando en el baño —metí las manos en mis bolsillos ya que el frío se estaba poniendo un poquito arrecho— bueno, equis, después le empecé a decir que me iba a poner más gorda y lo hice arrechar hasta tal punto que me gritó que me amaba.
—¿Cómo-cómo dices que dijiste?
No sí, Hannah Montana y tal.
—Si, pero luego como que le dio cagueta y me dijo que lo olvidara.
—¡¿Qué?! Er coñoesumadre.... Aunque admito que no entendí pero ajá, er coñoesumadre.
Asenti concordando con sus palabras. Froy llegó minutos después con una bolsita de churros con arequipe y Teresa no dudó en ir a lambucearle.
—¿Dónde están tus hermanos?
—Tu tio los llevó al malayo juego de las tacitas.
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