Ser una venezolana no es fácil marica. Tienes que saber lo que es sobrevivir y a su vez cómo mantenerte diva, conformarte que lo más bello que puedes tener es al Brayan, el catire que vende las arepas de la cantina pero que es muy mayor para ti o si...
—¡MALDITA SEA CON USTEDES, TOMA TRECE! —se escuchó a Jeff por su mmaguevo megáfono el sendo pajuo lunes a las cuatro de la mañana.
Dylan y yo literalmente, acababamos de llegar de New York y en seguida tuvimos que venirnos para acá a un beta aquí abandonado a grabar el último episodio de la 4A porque Jeff iba a empezar a montarse con la gente de audiovisuales pa editar su mierda antes de que estrenaramos esta temporada con la 3B que faltaba, ya se imaginarán el estrés de ése hombre.
—Tú pegando gritos a la hora que sea —anuncié cuando estuve junto a él y a su fancy silla de director— como cosa rara en ti, pues.
Jeff al verme, sonrió ampliamente y tiró de mí para estrecharme en sus brazos.
—¡Lily! ¡Al fin llegas! —me apretó durisimo— ¡Te extrañé muchísimo!
Dylan aclaró su garganta para que Jeff notara que él estaba ahí.
—Ah, eres tú —le dijo él todo antipático, JAJAJAJAJAJA yo shippeo a estos dos— anda a lavarte la cara y que Scar te maquille, tardaste demasiado como siempre.
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Dylan puso los ojos en blanco
—¿Cómo...? —nos señaló a nosotros abrazados— ¿Pero porqué...? Llevo años trabajando contigo, no es justo que... —balbuceó.
—¡Agiliza! Es para hoy muchacho —Jeff chasqueó reiteradas veces sus dedos hacia Dylan interrumpiendolo.
—¡Pero Je...!
—¡Las fans no sufrirán más deprisa si no te apuras! —le gritó con el megáfono
—¡Jeff...!
—¡MUÉVETE! —el grito de Jeff por el megáfono hizo a Dylan dar un salto.
Bufó arrecho
—Viejo marvado y marginal —le dijo a Jeff y se fue.
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Ya va...
¿De dónde ése carajito aprendía a decir esas vainas, vale?
Jeff frunció el ceño y señaló hacia el sitio que se había ido Dylan.
