Capitulo 4: Lo Lamento.

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El día en el colegio había sido muy normal, Liam intento acercarse a mi

Estaba buscando al en mi casillero cuando siento una respiración en mi cuello.

-Preciosa, no quieres una tarde y noche junto a éste-se señalo- galán que tienes aquí.- Miré a Gaspard, tenía la mirada baja y estaba al lado de Liam. Yo sólo pude reírme de Liam

-JAjajajaajaja, Liam que gracioso eres. No, no quiero- dije y me aleje de allí junto a Gaspard

Amber me buscaba pelea. Y socialicé más, Valeria se había vuelto muy apegada a mí y me inscribí en el club de voleibol, empezaría la semana siguiente

 Era de tarde, nos dejaron salir temprano porque un profesor había faltado, estaba haciendo mi tarea pero me costaba entender este tema de algebra… Cuando se me prendió el foco

Gaspard es muy bueno en algebra. Él de seguro me puede ayudar.

Pensé en llamarlo, pero recordé que somos vecinos. Agarre un camisón grande y unos shorts presentables. Me puse unas Vans, agarre mi cuaderno de algebra, mi cartuchera y mi teléfono y me dirigí a casa de Gaspard.

Toqué el timbre. 1... 2… 3 veces

-Ya voy…-decía una voz muy reconocida para mi.- ¿Qué es lo qué…?- dijo seco y un poco molesto mientras abría la puerta. Me sorprendí mucho, su cara estaba destrozada. Tenía el labio roto, su ojo se estaba poniendo morado y algunos rasguños y marcas de golpes.-Yo… Carla…

-¿Qué te ocurrió?-pregunte acariciando su mejilla de manera dulce y suavizando mi expresión.

-Podemos hablar en otro lugar… No quiero que mi madre se despierte…-dijo apartando mi mano.

-Vamos a mi casa- el asintió y cerró la puerta con sumo cuidado. Cuando llegamos a mi casa le dije que se sentara en el sofá, deje mis cuadernos por ahí y busqué el botiquín para curar sus heridas.

-No hace falta… Ya sanarán- dijo cuando me vio con un botiquín en la mano.

-También me dirás que te golpearon accidentalmente o me dirás la verdad- insinué mientras empapaba un algodón en alcohol.

-Yo… Auch… Veras, mi madre no se la lleva bien con el alcohol. Llego muy borracha y recordó a mi padre y él porque… nos abandono y se volvió una furia… Auch, duele ¿sabes?-deje lo  que estaba haciendo y lo abrace. No sé, simplemente lo abracé-no me toques. No me gusta.

-A mi no me gusta verte golpeado- dije mirándolo seriamente, a los ojos. Él sólo aparto su mirada.

-Gracias.-lo miré con la ceja levantada- por curarme.

-Dije que no te abandonaría, cualquiera te hubiera dejado en tu casa para que resolvieras tus problemas, pero yo no podía hacerlo.

-¿Qué es el lo qué quieres de mi?- lo mire confundida

-¿De qué hablas?

-Si una chica bonita se acerca a mi es porque definitivamente quiere algo- dijo triste y  con aire de nostalgia

¿Me acaba de decir bonita?

Me sonroje ante ese pensamiento.

-Oye, fui a tu casa  porque quería que me ayudaras con la tarea de algebra…- él me miro decepcionado y no me dejo terminar

-¡lo sabía! ¡Tú! Eres igual a las demás, sólo me buscan por que necesitan algo

-Oye, idiota.- le dije muy enojada- no necesito nada de ti…

Un chico diferente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora