Estaba en la sala de espera tomando un café mientras a Gaspar le hacían unos exámenes. Todo había cambiado ciertamente, pasábamos gran parte del día metidos en el hospital por los exámenes o Gaspard se la pasaba durmiendo, así que ya no lo veía tanto como antes.
No lo culpó, su propio tumor es él que lo tiene así...
Tomé un sorbo de mi café y me levanté, caminaría un poco para relajarme. Llegué a un parque cercano y me senté en una de las bancas, veía mi anillo de compromiso, era hermoso.
-Carla, ¿eres tú?-oí como alguien decía acercándose. Voltee y vi a Valeria acercarse corriendo de la mano con un niño, yo no pude aguantar las lágrimas y empecé a llorar.
-Val, Hola-dije abrazándola fuertemente cuando la tuve enfrente. Ella me correspondió el abrazo y se sentó junto a mi.
-Te presento a mi hijo-dijo señalando a un pequeñin de 4 años más o menos, morenito y ojos grandes, que estaba vestido como un marinerito.-Se llama Chronos.
-Hola Chronos-dije poniendo una dulce sonrisa, él se ocultó detrás de Valeria. Ella y yo reímos.
-Ve a jugar, yo te estaré vigilando desde aquí-le dijo Val al pequeño, él asintió y corrió al tobogán rojo.-¿Estás bien?-me preguntó Val agarrando mi mano.
-No. No lo estoy.-dije recostándome en su hombro-Lo amo, lo amo, lo amo y odio verlo sufrir, sus dolores de cabeza cada vez son peores y las pastillas dejan de hacer efecto, ya no sé que hacer Valeria, siento que me voy a morir. Lo amo y no me gusta ver a la persona que amo sufriendo, me siento tan inútil, tan inservible y tan impotente al saber que no hay nada que yo pueda hacer para ayudarlo-mis lágrimas caían mientras Valeria me acariciaba el cabello suavemente.
-Estás a su lado, lo estás apoyando y dándole todo tu amor y eso, aunque tú no lo creas, es la mejor ayuda que le puedes dar en estos momentos-dijo como una madre a su hija.-No eres inservible, yo te dije que estudiarás medicina pero tú no quisiste-ese comentario me sacó una sonrisa.
-Estúpida-dije sonriendo.-¿Cómo está Charlie?-pregunté aún con un toque de tristeza en la voz.
Cambia el tema y vencerás.
-Bien, desde que nos casamos y adoptamos a Chronos nuestra vida de pareja ha sido mucho más unida.-dijo con un brillo de felicidad en los ojos. Un brillo que hace mucho tiempo mis ojos no expresaban.
Desearía que estuviera mejor amor mío.
-¿Qué harás en Navidad?-preguntó Valeria de repente. Yo la miré extrañada.
-Visitaré a mamá, iré a casa, haré chocolate caliente, me sentaré con Gaspard junto a la chimenea y veremos películas-dije enamorada de mi idea. Ella me miró con ternura.
-La pasarán con nosotros, con Chronos, Charlie, invitaremos a Liam y a Carlos, y la pasaremos todos juntos y así haremos en año nuevo, vas a ver como vas a volver a sonreír como siempre-dijo emocionada por la idea. No era una mala idea la verdad
-Está bien, le diré a Gaspard-dije sonríendo.-Debo irme, lo dejé en el hospital haciéndose unos exámenes-dije levantándome de mi asiento. Valeria me miró y agarró mis manos entre las de ellas.
-Nunca pierdas tu sonrisa, es lo único que le da fuerzas a Gaspard para seguir a tu lado en esta vida, quedate junto a él como siempre lo has hecho y verás como poco a poco volverá ese brillo de felicidad a tus ojos.-yo la miré directo a los ojos y sonreí.
-Gracias Vale-susurré y la abracé. Me despedí de ella y Chronos y caminé con una sonrisa en mi cara hacia el hospital. Cuando llegué Gaspard estaba sentado en una silla, leyendo un libro con sus lentes negros (sólo los usaba para leer). Se veía tan lindo, tan pacífico, no quería interrumpir su perfecta cara de tranquilidad.
Gaspard sintió que alguien lo miraba o eso creó porque levantó la mirada y empezó a ver a todos lados, buscando algo o a alguien con la mirada. Volteo justo a donde yo estaba y me miró a la cara, colocó una sonrisa, esa sonrisa que tanto amaba y que iluminaba mis mañanas.
Él se levantó, guardó su libro en su pequeño bolso y salió de la sala de espera y camino hacia donde yo estaba. Me abrazó por la cintura y yo rodeé su cuello con mis brazos, nos mirábamos directamente a los ojos.
-Si vuelves a sonreír de esa manera, te juró que nunca, jamás dejaré de amarte.-dije con una sonrisa. Él sonrió también y me besó, un beso dulce así como él. Nos separamos y empezamos a caminar agarrados de la mano.
-Yo me creo incapaz de dejar de amarte, eres algo así como...-miró hacia todos lados- así como perfecta y sólo para mi-me susurró muy cerca del oído. Yo sonreí como no lo había hecho en semanas, en meses, en años quizás.
-Tonto. Te amo-le di un beso corto y seguimos caminando, sin dirección, disfrutando de la compañía del otro.
-¿Qué quieres hacer para navidad?-preguntó Gaspard de repente.
-Ya tengo planes-dije sonriendo al recordar la idea de Valeria.
-¿Y cuáles son?-dije él poniendo una media sonrisa. Yo sonreí divertida.
-Convertirme en reno y recorrer el mundo en un sólo día, entregándo paquetes a todas los niños que se hayan portado bien-empecé a mover mis manos en todas direcciones. Gaspard soltó una pequeña risita y luego me sonrió dulcemente.
-En serio Carla-dijo divertido.
-Bueno, estaba pensando que la podíamos pasar con las personas más cercanas. Ya sabes, Valeria, Charlie, Chronos, Carlos, Liam, tú y yo.-dije explicando mi plan.
-Me parece buena idea.-dijo sonriendo.
-Entonces vayamos a casa, ¿si?
-"Ahsg"-su quejido de dolor fue lo único que oí antes de que se sostuviera la cabeza con las dos manos y cayera de rodillas al suelo. Las personas se nos quedaban viendo.
-Gaspi, tranquilo, Gaspi, ven, vamos, levantate, ven conmigo-dije preocupada sin saber que hacer. Él se levantó y empezó a caminar con mi ayuda.
-Todo se ve borroso Carla...-fue lo último que dijo antes de desmayarse por el dolor. Recargó todo el peso sobre mi y como pude lo acerqué a la banca más cercana y lo recosté allí. No pude soportarlo más y caí en llanto.
Esto es tan difícil para mi.
Me senté junto a él, subí su cabeza en mis piernas y le hice cariñitos en su cabeza. Mis lágrimas caían.
-Gaspi, despierta, Gaspi, anda vamos-cada vez que le ocurría eso sentía que lo perdía y nunca más volvería a despertar.
Gaspard, por favor, despierta... Despierta, sonríe y no me des esos sustos por favor.
-¡¡GASPARD!!-grité sin darme cuenta. Pronto sentí como todos me veían raro.-Despierta...-susurré para mi.
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Un chico diferente.
Fiksi RemajaMi nombre es Carla Ulliel, me acabo de mudar a New York, por el trabajo de mi madre. Soy muy sociable y algo que no soporto es que se aprovechen de las personas. Cuando llegue a este nuevo instituto me sorprendio lo mucho que los chicos y chicas pue...