Capítulo 49

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Durante todo el camino fui intentando averiguar a donde me llevaba, pero fui inútil ya que no me decía nada y porque esta parte de Madrid no lo conocía.

- Mira ya hemos llegado - me dijo.

- Hemos venido a un hospital - dije sorprendida - ¿te duele algo?

- No, ya verás porque hemos venido - dijo terminando de aparcar y saliendo del coche.

Al entrar al hospital fuimos a hablar con la recepcionista que hablo muy animadamente con Marco, se notaba que se conocían de antes.

Después fuimos al ascensor y Marco le dio a la planta 6.

- ¿vienes con mucha frecuencia? - pregunte temiendome que tuviese a algún familiar ingresado.

- Si - me contesto sonriendo - esta es mi planta favorita de todo el hospital y conociéndote a ti también te va a encantar.

- Si tu lo dices - dije no muy convencida.

Al salir del ascensor pude deducir por los dibujos de las paredes que estábamos en la planta infantil.

Cuando pasamos por las habitaciones intente no mirar por respeto, pero como estaban todas abiertas no pude evitar mirar, pero no había nadie dentro.

- Marco aquí no hay nadie - dije cuando me di cuenta de que en varias habitaciones pasaba lo mismo.

- Eso es porque están todos en la sala de juegos - me contesto y añadió señalando una puerta - Es esa del final del pasillo.

Cuando llegamos a esa habitación todos los niños se acercaron corriendo a abrazar a Marco, quien se agachó para recibirles a todos en sus brazos.

No pude evitar sentir un poco de pena por estos niños, eran tan pequeños y se les veían tan débiles por las enfermedades que tenían, había un chico que llevaba un respirador, una pequeña que tenía la piel casi morada, otros estaban calvos y muy delgados consecuencia de algún cáncer.

- Marco ¿esta es tu novia? - le dijo un pequeñín.

- Si ¿a que es guapa? - le pregunto sonriendo.

- Si - contesto el pequeñín colorado.

- Tu si que eres guapo - le dije despeinandole un poco el pelo.

- Chicos esta chica que viene conmigo es mi novia Sofia - dijo en voz alta para que todos lo supiesen

Me fue presentando a cada pequeñín diciéndome su nombre y contándome un poco sobre cada uno de ellos.

Después se fue a jugar con ellos mientras yo me acercaba a hablar con las madres que estaban al final de la habitación viendo como sus hijos jugaban.

- Hola preciosa ¿así que eres la novia de Marco? - me pregunto una mujer.

- Si - conteste un poco cortada por la situación, todas me estaban mirando.

- Ya era hora de que sentase cabeza - dijo otra mujer.

Estuve un tiempo mirándole jugar con ellos, se notaba que se conocían desde hace mucho porque se llevaban demasiado bien.

- ¿hace mucho que viene? - pregunte.

- Si lleva viniendo casi un año - me contesto una mujer.

- Es un amor, en todo este tiempo muchos chicos se han recuperado con más rapidez, además desde que viene son más felices - contesto otra.

- ¡Hala que bien! - dije sorprendida y pregunte por curiosidad - ¿también vienen otros jugadores?

- Vinieron algunos un día, estuvieron unos minutos, se hicieron la foto del postureo y desde entonces el único que ha vuelto ha sido Marco - me contesto.

Estuve hablando un rato más con ellas de esto y también contaron un poco sobre la situación de sus hijos.

- ¿Quieres jugar con nosotras? - me pregunto una chiquilla.

- Si claro - conteste y fui con ella a donde estaban el resto de niños.

Marco y yo estuvimos jugando con todos ellos hasta que se hizo tarde y las enfermeras vinieron para llevarse a los niños a sus habitaciones.

- ¿La próxima vez que venga Marco puedes venir tu también? - me pregunto la niña de antes.

- Claro que si preciosa, a partir de ahora vendremos los dos - conteste.

Nos despedimos de todos y nos fuimos.

- Guay Marco ha sido genial - le dije saliendo del hospital.

- Sabía que te iba a gustar - me dijo sonriendo.

De camino a mi casa íbamos hablando de lo bien que lo habíamos pasado y después íbamos simplemente escuchando música de la radio.

- Una pregunta ¿te apetece venir conmigo al evento de despedida que le vamos a hacer a Cristiano? - me pregunto después de estar un rato sin hablar.

- ¿En serio quieres que vaya contigo?  - le pregunté sorprendida, esto suponía dar un gran paso en nuestra relación, es decir, así conocería a todos sus compañeros de equipo.

- Claro que quiero, así podríamos aprovechar y hacer pública nuestra relación - dijo y aclaro en seguida - Pero siempre y cuando tu estés de acuerdo.

- Claro que estoy de acuerdo - dije feliz por no tener que ocultarlo más, aunque esto no nos salió muy bien ya que se filtraron muchas fotos del día del aeropuerto.












Enamorándome del 20 (Mundial 2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora