Enamorándome del 20 (Mundial 2018)

Capítulo 28

Nada más llegar a nuestra residencia en Krasnodar, el presidente Rubiales, Hierro y demás miembros de la Rfef nos convocaron a Marco y a mi a una reunión para hablar de lo sucedido esa mañana.

Nos dijeron que era una falta de respeto hacia los demás, que nos habíamos comportado como niños inmaduros , que estaban muy decepcionados y por todo ello decidieron sancionarnos; a partir de ahora ni Marco ni yo podíamos salir por la noche (aunque sólo se salía de vez en cuando)

Estuve pensándolo un rato y llegué a la conclusión de que Julen tenía razón y que yo no le hacía ningún bien a Marco, lo mejor que podía hacer ahora era apartarme para que el pueda centrarse en su juego, además lo nuestro no podía seguir ya que el tiene novia. El resto de la mañana me la pase dormida ya que aún seguía muy cansada.

Por la tarde había entrenamiento así que fui a ver a los chicos y a mirar si alguno tenía alguna molestia a raíz del último partido.

Isco, Jordi y Sergio me comentaron que tenían dolores, por lo que me dijeron deduzco que el dolor proviene de algun golpe y que en ningún caso parece algo grave.

Decidimos que lo mejor es que se probasen un poco, haciendo parte del calentamiento y que si el dolor aumentaba íbamos a la clínica para tratarlo.

Isco me dijo que les seguía doliendo, así que fuimos a la clínica, donde también estaba mi compañera ordenando informes.

- ¿que hacéis aquí ? ¿ ha pasado algo? - pregunto nada más vernos.

- Pues que le duele el tobillo del partido - dije mientras sacaba hielo, que era lo mejor para los golpes.

Se sento en la camilla y le aplique el hielo en la zona, le pregunté si se acordaba de la falta que le produjo el dolor y me dijo que no, ya que le habían echo tantas y por tanto no podía recordarlas todas.

Al rato llegaron Ramos y Jordi acompañados de Lucas y de Asensio, quiénes nos dijeron que durante el calentamiento no habían sentido molestias pero que según empezaron con los rondos si.

Lucía le puso hielo a Sergio y yo hice lo mismo con Jordi.

Había pasado ya un rato desde que llegaron y los "acompañantes" no parecían querer irse.

- Bueno ¿a que esperáis vosotros para iros? - dije señalandoles, en realidad quería que se fueran porque me sentía un poco incómoda con tantas personas y con él en la misma sala.

- A que se recuperen y vuelvan con nosotros - me dijo Marco como si fuese lo más obvio del mundo.

- Pues deberías iros ya, para seguir entrenando. Lo más seguro es que ellos se queden aquí un buen rato - dijo Lucía, quien pareció entender que después de lo de anoche se me hacia incómoda estar en la misma habitación que él.

- Vale pues nos vamos, adiós chavales, luego nos vemos - dijo Lucas despidiéndose, al igual que el resto después.

Lo que más me preocupaba de los chicos, era el tobillo del malagueño ya que se le había hinchado, en cuanto al dolor de los otros lo más probable es que fuera disminuyendo a lo largo del día.

Lucía acompañó a Jordi y a Sergio al campo de nuevo ya que querían estar allí aunque no pudiesen jugar.

Isco también quería ir, pero no le deje porque además del hielo le tenía que echar una pomada y masajearle el tobillo para bajar la hinchazón.

- Bueno esto parece ir mejorando - le dije cuando acabe - lo ideal es que vuelvas esta noche y por la mañana para aplicar el mismo proceso.

- Vale yo vuelvo, pero no me dejes tirado si Marco te ofrece sexo - dijo riéndose, la verdad es que estaba tardando en hacer bromas sobre el tema.

Pensé en alguna excusa que justificase lo sucedido, pero me di cuenta de que era una tontería, ya que el era muy amigo de Marco y porque no se me ocurría nada que pudiese justificarlo.

- Mira no se que te habrá contado tu amigo, pero lo más probable es que no vuelva a pasar nada entre nosotros porque el tiene novia - dije, en realidad me moría de ganas de repetir, pero no podía hacerlo más por respeto a Leticia.

- No ha echo falta que me diga nada, es evidente por su cara de que por primera vez en mucho tiempo lo pasa bien - dijo feliz por su amigo, lo que provocó una sonrisa también por mi parte y entonces añadió - Además no te preocupes por su novia no creo que duren ni una semana más - sentenció seguro.

- Eso espero - dije riéndome.