Capítulo 68

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- Igual ese fue tu error, siempre te he dicho que no merece la pena cambiar por un hombre - le dije recordando que yo no estaba a favor de tal corte de pelo si la razón era un chico.

- Ahora me dirás que tu nunca has cambiado algo por un chico - me dijo enfadada.

- ¿Que he cambiado se supone? - le pregunté muy sorprendida con esta actitud de mierda que tenía con nosotras.

- Pues por ejemplo tu opinión, que por mucho que digas que sigues siendo antimadridista todas te hemos visto celebrar los goles del madrid - me contesto.

- No he celebrado ningún gol del Madrid, me he alegrado por algún gol de mi novio - le contesté enfadada.

- ¿Y no es eso lo mismo que alegrarte por un gol del Madrid? - me pregunto poniendo una voz como dando a entender de que era retrasada.

- Eh no, no tiene nada que ver que me alegre de que las cosas le vaya bien a mi novio a que me alegre por el Madrid - dije y antes de que me respondiese alguna estupidez le dije - lo que si me ha alegrado y lo he celebrado a sido ver como perdían la mayoría de los partidos.

- ¡Tía eres una falsa de mierda! - me grito.

- ¡Y tu una mala amiga! ¡Para esto nos has pedido que vengamos para echarnos en cara estas mierdas! - le conteste.

- Ni siquera se porque te he dicho nada - me contesto - Se que siempre te has alegrado por mis desgracias.

- ¿Que dices? ¿estas loca? Siempre he querido lo mejor para ti - le dije dolida por lo que me había acusado.

- No tía siempre has querido lo mejor para ti y a mi que siempre he estado a tu lado que me den ¿no? - me dijo alterándose más.

- Si de verdad piensas todas estas gilipolleces de mi no se que hago aquí - le dije más calmada.

- Ni yo lo se, mejor vete de mi casa - me grito.

- Pues vale - dije yendome dando un portazo.

Mientras me iba oí que gritaba que no quería verme más en su vida, que ella había sido para mi una buena amiga y no como yo para ella ya que yo nunca he echo nada por ella.

De camino a mi casa no pude evitar que me callesen algunas lágrimas por la discusión que acabábamos de tener, ella siempre había sido mi amiga, desde el colegio y me daba rabia que todo acabase así.

Vi que me llamaba Candela y no se lo cogí, ahora no tenía ganas de perder a otra amiga.

Fui directa a casa sin dar vueltas ya que era muy tarde y lo último que quería es que apareciese algún violador o algo así.

Al llegar a casa fui a la cocina porque tenía muchísima sed.  Cuando termine de beber agua fui al baño para lavarme la cara de las lágrimas y por último fui hacia el salón donde estaba mi madre hablando muy animada con un señor supongo que será su novio, aunque no podía verle la cara porque justo estaba de espaldas a mi.

- ¿Que haces aquí? - me pregunto mi madre alarmada.

- He discutido con Paula - le dije.

- ¿Mamá no nos vas a presentar? - dije señalando a su novio que no se había dado la vuelta en toda la conversación.

Cuando se dio por aludido se dio la vuelta haciendo que me lleve la sorpresa de la noche.

- ¿Papá? - dijo sorprendida.

- Hola hija que grande estas - dijo acercándose a mi.

- Normal después de tanto tiempo y no te me acerques - dije echandome hacia atrás - ¿Mamá que haces con él? No me digas que has vuelto con él - su silencio fue su respuesta - No me puedo creer que hayas vuelto con este señor después de todo lo que nos ha echo.

- No quería que te enterases así - me dijo mi madre mirándome con pena.

- Dios, vaya día llevo - dije llorando de frustración, nunca había discutido con Paula hasta hoy y encima tenía que reencontrarme con este señor que nos abandono hace años.

- Hija he cambiado ya no soy el mismo que hace unos años - me dijo "mi padre" cuando noto el asco con el que le miraba.

- No me cuentes historias - le dije - O por lo menos no hoy.

- ¿Hija te apetece contarme que más te ha pasado? - me dijo mi madre limpiandome las lágrimas y después abrazandome.

- No, mejor me voy con Marco - le dije ya que no quería quedarme más con "mi padre" en la misma casa.

- ¿Segura? - me pregunto y asenti - ¿Quieres que vaya contigo?

- No mejor voy andando así me da un poco el aire - le dije.

- Ten cuidado - me dijo.

- Vale, cuando se vaya este señor me avisas para saber si puedo volver a casa.

- Hija háblale bien es tu padre - me regalo mi madre.

- No lo es, yo no tengo padre - dije.

- No digas eso - me dijo "mi padre".

- Es la verdad que quieres que te diga, para mi mi padre murió el día que nos abandono para irse con otra- le dije sincera.

- ¡Sofia! - me regaño mi madre.

- ¿Que? - le dije indignada.

- Puedes parar de atacarle, se que has tenido un día duro pero no lo pagues con tu padre - me dijo.

- ¡Que no es mi padre joder! - grite - Y no estoy pagando con él nada de lo que me ha pasado, estoy pagando con el todo lo que nos ha echo sufrir, porque te recuerdo que a ti también te lo ha echo - le dije.

- ¿Hija te puedes relajar? - me pregunto mi madre.

- No, no puedo así que mejor me voy a casa de Marco y cuando se me pase el enfado vengo a deciros todo lo que pienso ya más calmada - le conteste.

Y así sin más me fui de allí, a casa de Marco.

Al llegar allí me abrió con sorpresa pero me recibió con los brazos abiertos y con él pude desahogar el mierda de día que había tenido.



Enamorándome del 20 (Mundial 2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora