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-¿Te has encontrado con el resto? ¿Qué paso con ellas?

-Es triste, las más grandes ahora se prostituyen para comer.

-No las culpes, es lo único que saben hacer- Suelto el humo y dejo la colilla en un cenicero que me ofreció para encender otro.

-Y parece ser que tu lo único que sabes hacer es fumar, ¿Vas a fumarlos todos?-Me mira con una mueca entre asco y preocupación

-De echo mi plan es fumar estos tres para después ir a comprar dos cajetillas más, acabar con otra y guardar para más tarde.- exhale el humo en su cara y ella hizo un chillido mientras alejaba el humo con las manos

-Eres fastidiosa

-Lo se, ¿Qué sucedió con las que no se prostituyen?

-Se volvieron ninjas al igual que tú, dos, seis, once y veinte se quedaron en una aldea ninja. El resto renegó.

-Es comprensible y ¿Qué me dices de ti? Recuperaste alguno de tus recuerdos aparte de que eras ninja- Esta chica perdió la memoria antes de que cayera en aquel infierno, después de un tiempo logro recordar que era ninja pero nada más que eso.

-Recordé mi nombre, ¿Tu usas uno?

-Mikoto, sólo Mikoto.

-Es lindo, ¿De donde se te ocurrió?-Sonrei levemente antes de darle una calada más al cigarro que estaba a punto de terminarse.

-Sasuke me lo dio.

-¿Sasuke? ¿El chico del que te enamoraste perdidamente solo con verlo?

-Ese mismo.

-Al fin lograste hablar con él.

-De echo vine a este lugar a un asunto con él

-¿Qué asunto?

-Te lo contare después, debo irme.- Ella me guió a la salida y apenas di unos pasos para voltear.

-¿Cual es tu nombre?-Ella sonrió antes de decirlo.

Dear Sasuke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora