153

393 43 2
                                    


No sé cuántas veces me desmaye del dolor, los únicos que quedaban en ese bosque eran Tsunade y los ANBU, la noche ya había caído y lo único que se escuchaba aparte de mis gritos eran los graznidos de los cuervos listos para devorarme.

-Admiro tu paciencia y tu sadismo.-Al hablar sentí un intenso ardor que recorrió desde mi frente hasta mi cuello, mi ojo izquierdo, y el resto de mi piel de ese lado de mi cara habían sido arrancados hace rato.

-Estas muriendo, no te queda mucha sangre ¿no crees que es momento de hablar?-Engancho un arma que parecía una dentadura de hierro a mi pierna izquierda.

-¿Y tú? No creas que no lo noto, los efectos de haber roto tu sello aparecieron desde hace rato. Es casi un milagro que sigas de pie.-Un tirón de su mano incrusto el arma a mi musculo.

-Son unos bastardos

-A pesar de que Pain destruyo tu aldea nadie murió, incluso los revivió, la única que lleva sangre en sus manos eres tú al mandarlos a su muerte para capturarme, ¿tanto herimos tu orgullo?-otro jalón y sentí como la carne se desprendía de mi cuerpo, luche por conservar la conciencia mientras sentía como el dolor se esparcía por todos lados.

-Es tu ultima oportunidad para hablar.-Dijo levantando la mano, al bajarla los cuervos bajarían por mí.

-Que lastima que perdiste tu oportunidad para que te perdonara hace buen rato.

-Eras una niña con más opciones ¿Por qué morir de esta manera por una organización de asesinos?-La expresión en su rostro cambio por una completamente cansada y llena de tristeza, una cara totalmente humana.

-Porque ellos son mi familia

-Vaya familia que te has buscado.

-Esa es la cuestión, ellos me han buscado a mí. Tu aldea te ha buscado para convertirte en su líder, te han otorgado su protección y confianza así que estoy segura de que puedes entenderlo, baja esa mano y entiérrame de una vez Tsunade. Mata a la niña que no recuerda a sus padres, a esa niña que nunca se le tuvo cariño, esa que veía la vida a través de un agujero en el suelo, mátala.

-Ahora suplicas por tu muerte… no tuviste la culpa de nada más que nacer, aun así yo debo cuidar a mi pueblo, estoy segura de que lo entiendes.- cerré mi ojo derecho al mismo tiempo que Tsunade bajaba la mano ordenando a los cuervos devorarme

Dear Sasuke.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora