Dear Sasuke.

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-¿Sasuke estará bien?- era la pregunta que se hacía desde hace dos días que habían Sido encarcelados, obviamente no los pondrían ni siquiera un poco juntos, de echo a su parecer estaban en edificios diferentes.

Repazo mentalmente todo lo que había pasado, todas las posibilidades, la situación.

Si mente insistía en regresar a cierta persona.

"-Itachi, todo lo que tenga que ver con Sasuke es de mi incumbencia."

¿Por qué esa chica estaba tan obsesionada con su hermano?

La observó mucho tiempo, era tranquila la mayoría de veces, entrenaba mucho Taijutsu, fumaba demasiado, en raras ocasiones la vio comer pero nunca la vio comer carne lo que le hizo llegar a la conclusión de que era vegetariana, detestaba la sensación de pesadez en la ropa, constantemente se quedaba hasta tarde viendo las estrellas y una que otra vez la vio leyendo sobre astronomía, tenía un tatuaje pequeño en la parte posterior de su pierna derecha y una perforación en la oreja izquierda, era la que más temprano despertaba cuando estaban en la guardia, aunque parecía que nada podía hacerla llegar a un estado de ira demasiado alto una vez la vio enloquecer ante el asesinato de una niña, al parecer los niños en cierto modo eran su punto débil.

-Le tenía demasiado miedo a lo marino- Recordó cierta misión en la que tuvieron que estar cerca del mar, ella se notaba demasiado incómoda, además de que veía con cierto temor a los peces que Kisame y el comían, también la notaba con cierto temblor cada que Kisame se acercaba a ella de imprevisto, es como si pensara que el mar era un mundo completamente diferente y ella temiera por ser engullida por algo de ahí abajo.

-Aunque le gustaban los perros...- De igual forma la vio alimentando a uno que otro cachorro que encontraban entre misiones, casi siempre los tenía con ella hasta el final de las misiones.

-Le gustaba lo dulce- Quizá siendo ninjas renegados no debían permitirse entrar en cualquier tienda, pero de vez en cuando les gustaba darse algún lujo, en una tienda de té Kisame y él comían con un jutsu de transformación encima, ella vio por unos instantes los dangos de Itachi y pidió una orden, después de comerlos todos pidió una orden más para llevar, si hubiera deseado amistar con ella quizá los dangos fueran un buen punto como gusto de ambos.