Tras una misión que sería en completo sencilla, Sasuke, Sakura y Naruto terminan visitando una dimensión opuesta a lo que conocen con ciertos hechos singulares: al padre de Sakura fue el cuarto Hokage; Kakashi es más energético de lo usual; Tsunade...
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Desde la perspectiva de Sakura, el café reposando en la mesa tenía un olor único y deleitante. Sin embargo, su paladar contradecía sus pensamientos.
Sentándose en una de las sillas, apoyo su frente en la mesa soltando un suspiró exagerado. Sin saber que hacer exactamente con la información que recibieron días a tras de Tsunade.
Recordó entonces, la espontanea plática que sostuvieron con la Hokage y la información proporcionada días atrás.
—Sabemos cómo se llama el hombre que los persigue —aseguró Tsunade alzando las cejas.
Frente a ella, se encontraba el equipo siete expectantes a sus palabras. Tanto fue así que Naruto y Sakura abrieron sus ojos de par en par, sorprendidos.
—¿Y quién es? —Sakura se apresuró unos pasos.
La Hokage abrió la carpeta que tenía sobre el escritorio revelando un expediente ANBU, la foto de Hotaru.
—Suponiendo que tiene el mismo nombre, es Mitsu Hotaru. En este mundo fue parte de un escuadrón ANBU, pero hace seis años desapareció junto con su unidad en una misión. Pensamos que todos murieron —Tsunade se ajustó los lentes por el tabique—. O eso creímos.
Sasuke, que se había mantenido al margen de la charla, observó de reojo como la Senju se levantaba de su asiento con lentitud y les daba la espalda para admirar la vista nocturna de la aldea.
—Hace un par de días un equipo ANBU estuvo en una misión donde atraparon a un bandido. Cuando la Policía lo interrogó, reveló que pertenecía a una organización que hemos perseguido por años. Se trata de un grupo que sabotea las pequeñas aldeas del país. Y, al parecer, Mitsu Hotaru es su líder directo —reveló volteando su rostro hacia ellos. La seriedad recalco en todo su semblante.
—No puede ser... —Sakura se llevó una mano a la boca, pasmada.
—Pero eso no es lo único que le preocupa —dijo Sasuke ladeando su rostro sin precedentes, entrecerró los ojos lentamente—. Teme que el de nuestro mundo lo contacte y se líen.
Ante la perspectiva de Sasuke, Tsunade cerró los ojos suspirando profundamente, preocupada por la posibilidad.
—Sería un grave problema —comentó Sakura, preocupada.
—¿Entonces que espera Akatsuki? ¡Se supone que ellos están tras de él! —exclamó Naruto alzando las manos sin creer que en los dos meses que han permanecido en ese mundo no hayan atrapado al villano.
