—Oye, oye... Karin, ¿qué te pasa?— preguntó el rubio.
—¡Oigan! ¡Aquí esta! Lo traje...— dijo la de lentes al llegar a la parte lejana de la fiesta.
—Sí, ahí esta Dei... ¿Naruto?— exclamó la pelirrosa al verlos.
-—Sakura, ¿qué esta pasando? Eres mi mejor amiga... ¡Dime!— dijo el rubio dramáticamente.
—Ya, ya...— restó importancia —No seas dramático, te pareces a Ino...
—¡Oye!— contestaron ambos al unisono.
—¡Karin!— llamó la atención de la pelirroja.
—¿Qué?
—Trajiste al rubio equivocado...
—No, ustedes me dijeron: "trae al rubio amigo de Sasori, necesitamos hablar con él"— fingió la voz de Sakura. —Yo no tengo la culpa de nada, solo seguí sus ordenes.
—Sakura... Si quieres algo bien, debes hacerlo tú misma— habló la Haruno entre dientes.
—¿Se pone así también contigo, Ino?— preguntó el rubio a la chica.
—A veces, solo cuando algo referente a su escuela no sale bien— la rubia le habló sin mas.
—¡Dejen de hablar a mi espalda!
—Ya, ya, esta bien...— contestó el rubio.
—Iré por Deidara y quiero que los tres se queden aquí sentados hasta que yo vuelva, ¿entendido?— los miró amenazante.
—S-sip—contestaron.
La pelirrosa se fue y los tres que sobraron, soltaron un suspiro.
—Creo que Naru se puso pálido...— comentó con burla la pelirroja.
—Callate Karin... Tú por que no conoces la fuerza de Sakura...
—Tal vez yo no pero su novio sí...
—¿Novio...?— alzó una ceja la rubia, mostrándose confundida.
—¿No tiene novio?— sonrió disimuladamente. —O sea, ¿tengo una oportunidad?
—¿Oportunidad...?— preguntó seria.
—Karin, en serio, callate— el rubio veía a Karin y a Ino.
—Iré con ella de una vez...— la pelirroja comenzó a caminar hacía la fiesta pero el agarré en su brazo la hizo detenerse. —¿Sucede algo?-
—Tú no vas a ir a ningun lado... Dejala en paz, ¿de acuerdo?— dijo con aura asesina.
—Pero, ¿por qué?— se giró y la vio desafiante. —¿Hay algún problema?
—Si te acercas a ella te juro que...
—Volví...— anunció la ojijade. —¿Sucede algo?— miró dudosa a las dos chicas.
—No, no sucede nada, ¿verdad Ino?— la miró.
—Claro, aquí no sucede nada...— miró con odio por ultima vez a la Uzumaki y luego miro a Sakura, se acercó a ella. —¿Ya hablaste con Dei...?
—Es algo posesiva, ¿no lo crees?— habló en voz baja.
—Prefiero no meterme en su relación...— vio a ambas chicas juntas. —Tú tampoco deberías, ¿que haces con Suigetsu entonces?
—Tranquilo... Sabes que solo bromeo...— dirigió su vista hacia la fiesta y sonrió en cuanto lo vio. —Suigetsu es otra cosa... Como Sakura e Ino... Y tú y Sasuke.
—Te trae destilando amor...— comentó el rubio.
—Callate tú... Idiota...
—¿Puedo volver con Sasuke?— preguntó el Uzumaki en voz algo alta.
—Supongo que sí... Yo iré con Suigetsu, suerte Naru...— la pelirroja comenzó a caminar hacia la multitud y se encontró con el peliblanco.
El rubio, antes de irse, vio como la rubia abrazaba con ternura a la pelirrosa y después él se fue por el mismo camino que la de lentes.
No le costó mucho encontrar al Uchiha, pues este se había quedado sentado en su mismo sitio.
—Pensé que te irías...— dijo sentándose a su lado.
—Yo nunca me iría de tu lado, a menos de que tú me lo pidieras... Pero aun así no lo haría.
—Me haces ver como el malo de la historia... Teme.
—¿Ah, sí?— lo vio confundido. —Dobe— frunció su ceño.
—Sí, porque yo si me fui de tu lado muchas veces...
—Puedes arreglar eso a partir de ahora...— vio hacia el rubio y este lo veía confundido. —No te vayas nunca mas, ¿de acuerdo?
—Suena tentador...— comentó burlón.
—Iré por comida...
—¿Me traes un ramen?
—No hay ramen...
—Vaya...— el azabache vio confundido al rubio, quien se encontraba con un gesto pensante. —Cuando me casé daré ramen...— habló decidido.
—Eso no va a pasar...
—¡¿Qué?!— lo vio sorprendido. —¡¿Por que?!
—¿Crees que te dejaría servir eso el día de nuestra boda?— dijo serio.
—No, pero...— razonó lo que dijo y vio al azabache que sonreía triunfante. —Idiota...
—Ahora vuelvo...
El rubio veía como el azabache se iba y era atacado por varias personas, se rió al verlo alterado.
Luego vio hacia su padre y este estaba riendo junto con el azabache mayor, ¿qué hubiera pasado si no se hubieran encontrado esos dos? El no lo quería saber.
Buscó con la mirada a su madre, pero esta ya no estaba, Mikoto lo vio y le regalo una cálida sonrisa.
Luego vio a su prima que se encontraba gritándole al peliblanco y luego vio a su mejor amiga junto a la rubia, quienes reían.
—Aquí esta...— Sasuke lo regresó a su realidad.
