—Ah...— le pelirrosa soltó un suspiro y se estiró al momento de bajar del avión. —Al fin en casa...
—Sí, que bueno...— el Nara seguía molestó. —Yo iré a ver a Temari, luego los veo...— empezó a caminar hacia donde se recogían sus maletas, dejando solos a los otros tres.
—Hay que irnos...— por primera vez, en ese día, el rubio se atrevía a hablar.
Los tres se dirigieron a recoger su maleta para luego salir del aeropuerto e irse cada uno a su casa.
El Uzumaki se fue a la nueva residencia de su padre, pues este vivía con su nueva pareja.
La Haruno y Lee se dirigieron a la casa de la chica, pues tanto Lee como Shikamaru se quedarían en Japón por un tiempo.
Naruto al llegar al lugar donde su padre vivía, se llevó una sorpresa pues, la casa no era tan grande como él la imaginó.
Se acercó a la puerta y tocó el timbre y, después de hacerlo, la puerta se abrió dejando ver a Uchiha Fugaku tratando de arreglar su corbata.
—Ah. Hola, Naruto.— dijo dejando de arreglar su corbata. —Pasa, tu padre esta en la sala.
—Sí, claro pero... ¿Puedo?— se refirió a la corbata.
—Claro...— dijo aunque dudó su respuesta.
El rubio comenzó a atar nuevamente la corbata. Lo hacía con una gran concentración, o eso era lo que veía el Uchiha.
—Ya...— soltó la corbata que ya esta acomodada. —Mi padre tampoco podía arreglar su corbata y, como a veces no estaba mi madre, yo tenía que arreglársela...
Los dos entraron a la casa y el rubio vio a su padre cuando llegaron a la sala.
—Hola, papá.
—Oh, hola Naru— el rubio vio como también su padre estaba vestido de traje. —¿Cómo te fue en tu viaje?
—Bien... ¿Van a salir?
El rubio mayor se paralizó pues, Sakura le había contado todo lo que había pasado con Sasuke y Naruto.
Rápidamente, Minato, volteó a ver a su pareja en busca de ayuda pero, este, estaba en la misma situación que él.
—¿No te lo dijo Sakura?— fue lo único que salió de la boca del mayor.
—¿Qué cosa?— preguntó el rubio desconcertado.
—Sasuke se va a casar hoy— dijo sin más el azabache.
—¿Sasuke?— Naruto cambió rápidamente su expresión de confusión a una cara seria. —Que bien...
—Naru...
—Me pueden decir donde voy a dormir por favor, estoy un poco cansado...
—Claro, sigueme...— dijo Fugaku.
El rubio menor y el azabache se dirigieron a la habitación donde se quedaría el rubio; mientras que el rubio mayor se quedó abajo dudando de que si debían ir o no.
>•<
Itachi sabía que algo andaba mal. Tanto el rubio, como su esposo no aparecían. Su hermano probablemente seguía arreglándose para ese día que todos habían esperado.
Los buscó por toda la mansión Uchiha. Habitación por habitación, hasta en el baño y sótano fue a buscar. Mandó a Juugo y Suigetsu a buscarlos, dejando solo a Karin por si su hermano llegaba a necesitar algo.
Luego de un tiempo, tanto su esposo como el rubio, aparecieron.
—¿Por qué hasta ahora llegan?— dijo un poco alterado Itachi.
—Lo siento, Dei y yo teníamos asuntos que atender...— vio como el rubio subía rápidamente a lo que era su habitación.
El Uchiha menor se mantenía en calma. Sabía que se casaría en unos minutos, que en poco tiempo su nueva vida comenzaría.
Terminó de acomodarse el traje. Se vio en el espejo. Se vio a sí mismo y notó que ya no era el mismo chico de antes.
Se encontraba aquel azabache acomodándose aquella corbata que, según él, no combinaba con el traje. Dio otro suspiro con pesadez, no creía en lo que estaba por hacer.
—Sasuke, ya es hora...— dijo su hermano, asomándose a la habitación.
—De acuerdo...— mencionó sin más y dio media vuelta, para salir de su habitación y comenzar a bajar las escaleras seguido de su hermano.
—¿Estás seguro de que quieres hacer esto?— dijo Itachi.
Sasuke detuvo su andar y se quedó en silencio. Se quedó así por segundos y contestó...
—Sí...
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Espero que les guste este capitulo. Sé que ya no actualizo tan seguido pero por ello trato de hacer bien los capítulos.
Si les gusto, agradeceré que le den una estrella o dejen su hermoso comentario...
L@s quiero ❤
Adiós
