La mejor pareja del instituto...
La historia de amor más bella...
El sol y la luna...
El uno para el otro...
Muchas frases más eran dichas cuando en los pasillos. Entre todos los estudiantes, pasaban Uchiha Fugaku y Namikase Minato.
Pareja perfecta, según muchos.
Nadie sabía muy bien lo que había pasado entre ellos pues, de la noche a la mañana ya eran una pareja.
Varías chicas estaban celosas de Minato, había logrado algo muy grande, algo que ellas jamás hubieran logrado.
Mientras tanto, los varones también se encontraban celosos, tanto de Fugaku como de Minato.
Era el mejor romance de preparatoria del mundo.
Pero... No todo es color de rosa, pues llega un momento en la relación donde llegas a hacer o te empiezan a pasar cosas, extrañas, estúpidas o malas.
>•<
—Lo siento Minato, el trabajo no me da el tiempo. Tal vez otro día— se disculpó mientras buscaba unos papeles.
—Sí, claro, no te preocupes...— dijo el rubio al momento en que desechaba a la basura los boletos para el cine.
—En verdad lo siento...— se escuchaba apenado.
—No te preocupes, lo entiendo.
—Voy a estar en una junta, te hablo cuando termine.
—Sí...
—Adiós...
—Adiós...— escuchó el sonido de que la llamada había finalizado —Te amo...
El rubio comenzó a caminar sin rumbo fijo. Se detuvo en el pequeño parque y sentó en el pasto bajo la sombra de un árbol.
Estuvo un tiempo ahí, perdido en sus pensamientos, pero de repente el sonido de su celular lo sacó de estos.
Vio que era una llamada de la empresa de su abuelo, así que se apresuró a contestar.
—Abuelo, ¿necesitas algo?
—Necesito que vengas a la empresa...— expresó el peliblanco en la otra línea.
—Vale, en un momento llego...
—Aquí te espero.
—Sí...
El rubio finalizó la llamada y se levantó de donde estaba para dirigirse a la parada de autobús y así poder llegar a la empresa de su abuelo.
>•<
Ya en aquel edificio, se dirigió a la oficina de su abuelo, pero tuvo que esperar pues este estaba en junta.
Se quedó ahí sentado, aburrido, hasta que...
—Esto es aburrido, ¿no?
—Sí, un poco...— respondió sin más. —Espera... ¿Quién eres?— volteó a verlo y se trataba de un peliplata, probablemente, un poco más joven que él
—Me llamo Hatake Kakashi. ¿Y tú?
—-Soy Namikase Minato...
—Un gusto...— dijo estrechando su mano junto con la del rubio —Eres familiar del dueño de esta empresa, ¿no?
—Soy el nieto del jefe...— comentó sonrojado.
—Bueno, espero que cuando la empresa pase a ti, yo siga trabajando aquí...
—Eso estaría bien...
Se quedaron en silencio, ambos viéndose a los ojos.
—Kakashi, vuelve al trabajo y Minato ven a mi oficina— el mayor se dio la vuelta y se fue esperando de que su nieto lo siguiera.
—Voy... — el rubio se levantó del pequeño sofá y se empezó a dirigir hacia la habitación
—Espero nos volvamos a ver...
—Claro...— afirmó el rubio.
Y así ambos se despidieron
>•<
—¿Kakashi? Siento que he escuchado ese nombre antes...— el menor se quedó pensando.
—Si, él es profesor en tu instituto... Te dio literatura el primer año...
—Oh vaya, ya no lo podré ver con los mismos ojos después de esto...— rió algo extrañado.
El rubio mayor solo se río por lo bajo. Su hijo si sabía arruinar un momento serio.
—Y, ¿qué paso después de eso?— preguntó curioso.
—Después... Hice una estupidez...
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Perdón por no actualizar antes pero es que tuve unos problemas y no me daba tiempo de actualizar... En serio, perdón
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L@s quiero adiós
