Hijos. Deidara siempre pensaba en ello, el único problema era que: a Sasori no le gustaban los niños.
Se lo dijo una tarde cualquiera. Tal vez no directamente pero lo dio a entender.
Esa tarde, Sasori regresaba a casa, cansado por toda la jornada.
Y ahí empezó el problema.
—Los niños son horribles— dijo, haciendo que todas las ilusiones del menor se destruyeran.
—¿Por qué lo dices?— dijo mientras se acercaba a la barra y doblaba aquella hoja que decía: adopción.
—Hoy llevaron a unos niños al trabajo y me sacaron de quicio.
—Oh, vaya...— el rubio se mordió su labio inferior—. Hay que cenar. Mañana tengo que ir a ver algo a la galería.
—Claro.
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—Entonces... ¿Todavía no quiere niños y tú sí?— el rubio asintió—. Tal vez tenga sus razones.
—Siempre me dice que los niños le sacan de quicio y que son muy sucios y desastrosos-hm— vio al pequeño azabache—. ¿Qué se siente tener hijos?
—Es una agradable experiencia. Claro que si hablamos de Charasuke; él es especial.
—¿Me dejas practicar con él?
—¿Eh?
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Ver a Deidara batallando con el menor era divertido. Cuando se bañaba porque estaba en la tierra. Cuando estaba en la tierra cuando lo terminaban de bañar.
Todo.
Sin embargo, una noche en especial, Deidara se llevó una pequeña sorpresa.
Justo al entrar a su casa, escuchó un agudo gritó desde el sofá. Se asomo y vio a una pequeña castaña, con su cabello lacio, con tez pálida y sus ojos cafés, escondidos detrás de unas gafas azules.
Deidara le calculó unos siete u ocho años de edad. Apartó la vista de la niña y la dirigió hacía el pelirrojo que se encontraba apoyado en la barra, alzando una hoja con una palabra en especial: adopción.
—No tienes que guardarme secretos, Dei— se acercó a la niña y le revolvió el cabello—. Si querías hijos, sólo tenías que decírmelo.
—S-soy Akemi. Tengo siete años— dijo la pequeña, un poco nerviosa por la presencia del rubio—. El señor Sasori me dijo que no lo confundiera con una chica, porque usted se iba a enojar...— el rubio vio culpable al pelirrojo, este sólo hizo una pequeña sonrisa—. Pero... Usted no parece mujer... Usted es un chico muy lindo— las mejillas de ambos se tiñeron de rojo.
—Hum...— trató de quitarse la vergüenza—. Soy Deidara. Es un gusto conocerte, Akemi— sonrió y se acercó a la niña—. Vas a ver que serás muy feliz aquí-hm.
La niña sonrió y se acomodó sus lentes, pues estos le resbalaban un poco por su nariz.
—La cena este lista, Dei— habló el pelirrojo mientras se levantaba.
—El señor Sasori le dijo Dei— chilló la pequeña—. ¿Usted tiene un apodo para él?
El rubio puso su índice sobre su barbilla, haciendo un gesto pensativo.
—Yo le digo Danna. ¿Verdad?
—¿Van a comer o no?— (Otabek un poco mas bajo y pelirrojo. Xd)
—¡Ya vamos!— gritaron los dos al unisono mientras se dirigían a la cocina.
—¿Que apodo me pondría?— preguntó mientras le servían un plato con fideos.
—Te puedo decir Ake o Emi. Todavía lo pensare.
La menor sonrió por sus palabras, dieron las gracias por la comida y se dispusieron a comer.
Sasori y Deidara al fin tenían un hijo, bueno, una hija.
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Extra 6: Sasori y Dei.
De alguna forma me gusta escribir a estos dos juntos, supongo que por algo son mi segundo ship de Naruto.
Bueno, Akemi salió pues porque me imagine a Deidara cuidando a Charasuke y pues me gusto la imagen.
Espero que les haya gustado.
Voten y comenten.
Los quiero.
Adiós.❤
