—¿Por qué nunca me dijiste nada?— dijo alterado.
—Porque jamas pensé que le dirían a su hija y que ella vendría a reclamar...
—Pero aun así debiste decirme.
—Naruto...— habló el azabache. —No solo le tienes que reclamar a tu padre, Kushina también te pudo haber dicho sobre su matrimonio— ambos rubios se quedaron viendo al Uchiha. —Ella pudo haberlo anulado.
—¿Ella?— murmuró confundido.
—Diselo, Minato...
El rubio mayor bajó la mirada, jamas pensó que su hijo se enteraría de su matrimonio de esa forma.
—Papá...— se acerco al rubio. —¿Qué es lo que esta pasando?
—Bueno... Naruto— no sabía por donde empezar. —Yo no sabía que te íbamos a comprometer con la hija de los Hyuga...
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—Buenas tardes, señor Hyuga— el rubio entró a la gran oficina.
—Buenas tardes, señor Namikase— contestó.
—Lamentamos las molestias...— dijo aquella voz que el rubio ya conocía.
—¿Kushina...?— el rubio la vio confundido. —¿Qué haces aquí?
—Ven a sentarte querido... Te tengo una magnifica noticia...
—¿Cual?— dijo acercándose y tomando asiento.
—Bueno...— esta vez habló el Hyuga. —Su esposa y yo hemos llegado a un acuerdo...
—¿Qué acuerdo?
—Bueno... Minato... El señor Hyuga y yo hemos comprometido a nuestros hijos— dijo feliz.
—Resulta que mi esposa también esta embarazada y va a ser una niña... Así como su esposa va a tener a un varón.
—Pero, ¿por qué con mi hijo?— dijo aun confundido. —¿No hay otros niños?
—Trate de arreglarlo con Uchiha Fugaku, ya que su mujer también esta embarazada...
—¿También?— cambió su expresión. —Pero hay muchos mas...
—Mira Minato, tanto la empresa Hyuga como la empresa Namikase son muy reconocidas y son las mejores que hay... Si las dos se unen podrán hundir a la empresa Uchiha... Y los únicos que ganaran serán ustedes— comentó la pelirroja.
—Pero... Yo no quiero hundir a ninguna empresa...— dijo serio. —Ustedes sólo quieren hundir a una empresa que progrese mucho sólo por sus trabajadores y...
—¡Minato!— habló con voz fuerte la pelirroja. —Eso no es cierto y de todos modos... Nuestros hijos ya están comprometidos, ya no se puede anular...— sonrió. —Gracias por su tiempo, señor Hyuga.
El mencionado se levantó, hizo una pequeña reverencia y salió de la oficina.
Quedaron solo el rubio y la pelirroja en un silencio. Nadie dijo nada por un buen tiempo.
—¿Por qué lo hiciste, Kushina?— habló el rubio.
—Te lo explique... Es para que tanto tu empresa como la de los Hyuga sean mas grandes que cualquier otra...
—Pero... Yo no quería comprometer a nuestro hijo... El tiene que elegir con quien quiere estar— se levantó de forma brusca. —Naruto jamás se va enterar de esto, y yo buscaré la forma de eliminar este compromiso...— salió de la oficina, molesto.
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—O sea que... ¿Mamá lo hizo?— el rubio mayor asintió.
—Pero eso ya no importa, ¿o sí?— preguntó el azabache menor.
—No sabemos si ese compromiso sí este anulado o no... O si la chica solo lo dijo porque estaba molesta— explico el Uchiha.
—Iré a hablar con mi madre— Naruto iba a paso rápido hacia la puerta.
—¡Naruto!— se detuvo, esa voz de Fugaku le daba miedo. —Ahorita estamos tratando de arreglar lo que paso en la boda...— miró a Sasuke. —Por favor espera hasta que termine.
—Pero...— vio a su padre y este le dio una pequeña sonrisa. —De acuerdo...
—Bien...— Sasuke fue a lado de Naruto y abrió la puerta. —Hay que irnos a divertir por unos minutos...— agarró al rubio de la mano y salieron juntos, seguidos de los mayores.
>>¿Qué le pasa a mi madre?<< pensó el rubio.
—Naruto...— su pelirrosa amiga llego a su lado. —Tu madre te esta buscando...— el chico fruncio su ceño. —Supongo que te irás con ella ya que acomodó todas sus cosas para irse...
