Kenneth P.D.V
Me golpeo.
Y con su razón. Lo merecía. ¿Por qué hizo eso? Simple. Los hombres celosos son una bomba de tiempo sin cronómetro, en cualquier momento pueden explotar. Me metí con su mujer, me golpeó.
Mujer, cabe destacar que es como mi hermana. Laurent.
Por eso tenía la cara hecha una mierda, una caja de pizza en mano y mi mejor sonrisa para que Shadia no quisiera matarme. De querer, querría, más bien para que no lo hiciera.
Le dije que volvería a Kye y de seguro lo había decepcionado. Nunca llegue. Bueno, no hasta ahora cuando él estaría dormido.
Toco la puerta.
Shadia abre y sin mediar palabra me golpea. ¡Maldita izquierda!
- Auch - Me quejo, ya estaba lo suficiente golpeado.
- No se que mierdas haces aquí - Me señaló, ni siquiera fui capaz de levantar el rostro - te dije desde un principio que te alejaras de nosotros - estaba furiosa - sabía que le harías daño a Kye, lárgate de nuestras vidas, Kenneth - lo último lo susurró.
Lentamente levante el rostro.
- Tuve un pequeño contra tiempo - sus ojos se abrieron y con una mano tapó su boca.
- ¿Qué te paso? - ahora si preguntas, tuve ganas de rodar lo ojos. Ella se echó a un lado y me dejó pasar.
- ¿Estas preocupada? - investigue con un deje de burla y ella pareció olvidarse del echo de que estaba golpeado y me empujó pasando por mi lado.
- Idiota - escuche que murmuró, y eso no evito que una sonrisa se posara en mis labios.
La seguí hasta la cocina donde deje la caja de pizza. La observe trastear en los cajones. Dándome una hermosa vista de trasero enfundado en el un short de pijama.
- ¿Qué te ha pasado? - preguntó nuevamente ahora con un botiquín en mano.
- ¿Serás mi enfermera? - rodó los ojos.
- ¿Me dirás que te paso? - mencionó mientras untaba un algodón con un líquido que de seguro era alcohol.
Sentado en el taburete de la cocina, ella hizo que abriera las piernas para posicionarse en medio.
- ¿Recuerdas mis reuniones de hoy? - asintió - pues resulta que una de ellas era Laurent - paso suavemente el algodón por mi ceja - y él otro era Niccolas Dawson - presionó un poco pero no tanto como para dolerme - Laurent está embarazada y Niccolas es el padre - se detuvo y me observo - Laurent y yo somos amigos desde pequeños, como Bonnie - sus dedos fueron bajando hasta tocar el pequeño corte en mi labio inferior.
- Al punto Jacobs - comentó mientras cambiaba de algodón y volvía a mis labios.
- Pelee con Niccolas por Laurent - presionó tanto que tuve que quejarme - oye duele - ella se encogió de hombros. Luego se quedo en silencio mientras limpiaba y ponía banditas en mis heridas.
- Termine - se giró con el ceño levemente fruncido y con intenciones de alejarse. Rápidamente la hale hacia mi, logrando que ella cayera en mis piernas.
- Lamento no haber llegado más temprano para estar con Kye y contigo - su cuerpo se tensa al escuchar mi voz, y no sabe cuánto me encanta saber que tengo esa reacción en ella.
- Será mejor que me sueltes y te vayas a tu departamento - comentó con seguridad, y eso me hizo dudar de su reacción anterior.
- ¿Segura? - bese su hombro.
- Muy segura - y se puso de pie. ¿Cómo podía? Era tan controlada que sería imposible percibir que pensaba.
- Pues, en mi departamento está Laurent con Niccolas teniendo una charla - especifique y ella bufo.
- Ese no es mi problema, Kenneth - comentó.
- ¿Puedo dormir aqui? - negó - en el sofá - le sonreí y ella bufo.
- Te quedarás porque quiero que Kye te vea en la mañana - señaló - le debes una disculpa que no implique a los detalles de tu pelea - dio media vuelta y se perdió en el pasillo. Mujeres.
Shadia P.D.V
Estúpido Jacobs.
Sólo a él se le ocurre llegar a mi casa a esta hora.
Bien. Entiendo que no quiera estar en su departamento cuando su amiga y su novio estén, pero, a mi eso no me interesa. Lo más estúpido es el hecho de que le halla perdonado dejar plantado a Kye. Sus ojitos al ver la hora me rompieron el alma y jure que golpear a Kenneth hasta matarlo, pero ver su cara así sólo hizo que quisiera abrazarlo.
Estúpida yo.
Me tiré en mi cama.
¡Dios! Y esa sensación cuando me habló al oído, tuve que juntar todas mis fuerzas y mi voluntad para actuar normal.
Kenneth Jacobs era un peligro para mis hormonas.
Pero algo estaba claro, no caería una nueva vez. Lo hice con Michell, palabras bonitas, sueños e ilusiones y un mes después yo con un embarazo de 2 semanas y sola.Debía recordarlo, los hombres son unos idiotas, y sólo buscan una cosa.
Acostarse contigo.
Después que lo obtienen nunca más se acuerdan de ti. Al diablo tus sentimientos, tu corazón y tu reputación. Estaba claro que no volvería a caer. No importa si Kenneth es o no un buen hombre, se que quiere lo mismo que todos.
Meterme a su cama y lo peor es que intenta hacerlo por medio de Kye. Entre pensamientos me quedé dormida y no fue hasta que los gritos y alaridos de Kye me despertaron.
- ¡Kenneth! - bufe, aún es temprano.
Algo se removió a mi lado y mis ojos se abrieron de repente. La voz de Kye se escuchaba demasiado cerca y el remolino a mi lado sólo indicaba una cosa.
Kenneth estaba acostado a mi lado.Imbécil.
Me siento en la cama logrando que uno de los brazos de él cayera.Kye brinca a mi cama poniéndose sobre Kenneth.
- Hola campeón - murmura un poco somnoliento.
- ¿Pensé que no habías llegado anoche? - dice mi hijo mientras le sonríe.
- Pues, tuve que encargarme de cosas de trabajo y me atrase - le sonrió de vuelta.
- Oh, ¿Por qué Mami se quedó conmigo? - mi pecho se estrujo se sentía culpable, estúpido Jacobs.
- No - agrego rápidamente - Porque quería pasar el día contigo y tu mama - espera ¡¿Qué?!
- ¡Siii! - lo voy a golpear lo juro. Me dejó caer en la cama y me tapó con la sábanas.
Estúpido Jacobs, estúpido Jacobs, estúpido Jacobs, estúpido Jacobs.
- Vamos, te prepararé el desayuno y dejaremos que tu mama descanse, los años la tienen así - y salen corriendo antes de que pueda pegarles las almohadas.
Estúpido Jacobs. Inocente kye.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Capítulo dedicado a Ross-4 o como yo la llamo (Ross Arroz)
Próxima actualización la próxima semana.
Besos 😘
ESTÁS LEYENDO
Encantando a la Bestia - COMPLETA (Editando)
Lãng mạnShadia Anderson. Esta acostumbrada a resolver sus problemas ella sola y así lo había hecho durante los últimos 6 años. Pero existe un problema que ella no puede resolver. Un problema con nombre y apellido. Kenneth Jacobs. Su jefe. Durante 2 años las...