Capitulo XII

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Kenneth PDV

El día había sido un poco pesado, no entiendo como las mujeres hacen estos malabares.

Había pasado el día sin secretaria, por tanto había pasado el día con mas de una ocupación, además, estaba mas pendiente al móvil que cualquier otro día, por varias razones, 1. Esperaba la hora para ir por Kyle y Janna a la escuela, y 2. Shadia estaba solo en Virginia y aunque ya había llegado, podría necesitarme y estaría listo para socorrerla.

No me agradaba para nada el echo de que volviera allá, pero era su madre, yo no tengo buenas memorias de la mía, si me hubiese necesitado haría cualquier cosa por ella.

1:40 marca el reloj de la oficina y es lo que necesito para salir del lugar. Kyle salia a las 2:00 del colegio pero prefería esperarlo a él, a que él me espere a mi.

Aun tenias que ir al departamento por algunas prendas de él. No sabia que tiempo tardaría Shadia en regresar pero esperaba que poco. Michell Giles  no me daba buena espina.

- ¡Papá! - escucho su llamado enérgico y sonrío, daría todo por ser su verdadero papá pues seria un honor haber formado parte de su vida desde un principio, pero daría mas por no perderme nada de lo que le falta por vivir.

- Campeón - lo cargo y abrazo - Adivina que - le sonrío.

- ¿Que? - cuestiona con una sonrisota, a pesar de que le falten 2 dientesitos es la sonrisa mas perfecta que he visto.

- Tendremos noche de chicos - digo alegre mientras lo dejo en el suelo y tomo su mano.

- Siiiii - grita - ¿Y mi mamá podrá ir? - lo había olvidado, aun no sabia que su mami había ido a Virginia.

- No campeón, tu mami esta de viaje pero nos hará video llamada cuando estemos en casa - revuelvo su pelo y sonríe triste - Hey, no pongas esa carita, sabes que tu mami te ama, y daría todo por no alejarse de tí - él asiento - pero los adultos pasamos por situaciones que nos obligan a hacer sacrificios - le sonrío y el asiento.

- ¿Podemos ver Dumbo? - los niños eran así, a veces difíciles de entender y otras simplemente capaces de reaccionar como adultos.

- Veremos lo que quieras campeón - Janna viene caminando y solo abraza a Kyle y me asiente - Espera Janna - la detengo.

- Si - responde.

- ¿Puedes acompañarnos a buscar algunas cosas para Kyle? - titubea pero luego asiente.

Al llegar al departamento mi celular me indica una llamada entrante.

- Si - contesto al momento.

- Kenneth - es Shadia y su voz se escucha rara.

- Shadia, ¿Que te sucede hermosa? - la preocupación hace acto de presencia.

- ¿Y Kyle? - pregunta evadiendo mi cuestionarte.

- Esta con Janna buscando algunas cosas para ir a mi departamento, ¿Que te sucede Shadia? - vuelvo a preguntar.

- Nada es solo que lo extraño - respiro tranquilo.

- No te preocupes estará bien - contesto para calmarla - Espera que lo llames mas tarde - agrego para que sepa que no es solo ella quien lo extraña.

- Lo haré, gracias Kenneth - luego de eso cuelga.

P.D.V Shadia

El avión había aterrizado y un coche me esperaba.

Obra de Kenneth.

El mismo me deja en el hotel, en el cual tenia una reserva, que por cierto no había echo yo.

Se sentía extraño, Richmond no había cambiado nada. Una hora después de mi llegada, de instalarme y de prepararme decidí enfrentarme a lo que venia.

Mi familia.

Tome un taxi y me dirigí a mi antigua morada. Ni siquiera la casa había cambiado, seguía tan imponente como siempre. Recordar quien era cuando estuve aquí hizo que mis ojos se empañaran.

No lloraría. Ya no era esa Shadia Anderson. Había salido adelante. Tenia 25 años, era profesional y tenia a mi hijo. No, no era la chica de 19 años que salio de aquí sin apoyo de nadie.

Suspiro. Toco el timbre.

La puerta se abre y me deja ver a Rosalia. Mi nana.

Sus ojos se abren de sorpresa y algunas lágrimas se escapan de sus ojos.

- Niña Shadia - susurra y yo la abrazo.

A pesar de que todo se volvió una mierda, seria hipócrita si dijera que no tuve la mejor infancia del mundo, tenia a mi nana, a mamá, a papá, a Will y Mera. Mi familia.

Un carraspeó hace que nos separemos.

Era ella.

- Oh, Shadia - se sorprende al verme pero no deja que eso evite soltar sus palabras con desagrado.

- Mera - comento. Mi prima y antigua mejor amiga.

- ¿Que haces en mi casa? - enmarco una ceja - Según se cuando el tío David te echo de aquí te dijo que no volvieras - no dejo que sus palabras me desalienten.

- Tu tío David no me echo, yo me fui y te aseguro que no estuviera aquí si el no me hubiese buscado - comento desafiante.

Cuando eramos niñas las cosas eran diferente, sus padre habían muerto y los míos la había acogido, eramos como hermanas, pero todo cambio cuando empecé a salir con Michell ella me empezó a odiar, y nunca entendí el porque, no hasta que salí de esta casa.

Ella estaba enamorada de él. Y supongo que le funciono, se casaron y creo que tienen una niña.

- ¿Shadia? - esa voz, resulta que todos estaban aquí, de lo que supongo sigue siendo la sala, salen Will, David, Michell, una niña pequeña de unos 3 o 4 años en los brazos de mamá.

- Anabel - la llamo por su nombre, aunque la amo, pues me dio la vida, hace años perdió el derecho de que la llame mamá.

- Oh hija mía, haz venido - y las lágrimas se desbordan de sus ojos.

Luego del drama de mi llegada Mera tomo a la niña y subió las escaleras echa una furia, David, Will y Michel se retiraron al despacho no sin antes preguntarme por mi hijo a lo que lo fulmine con la mirada y Anabel Anderson y yo nos quedamos en la sala.

- ¿Cómo haz estado? - pregunta y trata de tomar mis manos a lo que las retiro de su alcance - Supe que tuviste al niño, tenia la esperanza de conocerlo - comenta algo decepcionada.

Los años le han pasado factura, no es tan mayor pero las arrugas en su rostro, la falta de maquillaje y su poco pelo no le ayudan.

- ¿Que tienes? - soy directa.

- Tengo cáncer - y es todo lo que necesito para que mi corazón se destruya.

Va a morir.

Encantando a la Bestia - COMPLETA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora