Capitulo XXI

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Kenneth Jacobs

Todos teníamos su atención centrada en la pantalla a un lado del estrado. En ella se podría ver a un niño frente a un señor mayor jugando con unos coches.

- Hola Kyle - inmediatamente se sentó de forma recta y observó al señor frente al hombre de mediana edad.

- Buenos días, señor - estiró su mano y todos suspiramos de ternura.

- Oh - se escuchó la exclamación del hombre, no se lo esperaba - Soy Alexander Johnson - con un leve asentimiento Kye dejó su mano y lo observó con total atención - Eres un chico muy educado - su sonrisa solo hizo que mi pecho se estrujara, le faltaban un par de dientes.

- Gracias señor.-

- Podrías contarme cómo es vivir con tu madre - Kye asintió dudoso, sabía muy en el fondo que él tenía conocimiento aunque no entendía completamente de que se trataba.

- Mi mama es Shadia, es muy tierna, cariñosa y divertida, aunque la avena no le salga muy buena - todos reímos incluso la juez - Ella es mi amor, muchos dicen que soy pequeño para entender qué es el amor, pero yo creo que es algo muy simple - incluso el psicólogo frente a él se sorprendió de cómo se expresa, si joder, solo tenia 6 años.

- ¿Que crees es el amor? - Pareció pensarlo antes de decir algo, que podría decir un niño de 6 años acerca del amor.

- El amor es como mi papa mira a mi mama, como Danni me mira, como Julia, la mamá de mi amigo Daniel lo mira, creo que el amor es como mi mama me mira, porque en su mirada puedo ver que haría cualquier cosa solo porque yo sea feliz, como dejarme la última rebanada de pizza cuando vemos el Rey León o cualquier otra película, el amor es hacer lo correcto por mi aunque yo me enoje como evitar que me coma todos los dulces en Halloween - mas de uno de los presentes se limpió las lágrimas al terminar de escuchar sus palabras.

- Vaya eres un chico muy inteligente - el señor Johnson al igual que muchos de los que estaban en la sala no esperaban una definición tan concreta y explícita de lo que cuatro letras podrían significar - Has mencionado a tu padre ¿Le conoces? - Kye volvió a dudar, y es que tal vez sería complicado para él responder a esa pregunta.

- Soy afortunado, tengo dos papás. Hace unas semanas visitamos a mis abuelitos, ahí conocí a quien es uno de mis papas, es un señor un poco serio, tiene una hija, mi hermanita Emma, él no pareció muy alegre al verme pero sé que algunos adultos son complicados y tímidos que no saben decir lo que sus corazones sienten - toco su pecho haciendo alusión a su corazón pero toco su lado derecho - Y esta mi papa Kenneth, él es divertido y le gusta hacer enojar a mi mamá, quiero ser como él cuando sea grande, es genial estar con él, me agrada ver películas recostado a su lado y que trate de enseñarme matemáticas, pero lo que más me gusta de él es la forma en la que cuida de mi mama, se que el la ama como yo, porque me ha dicho que siempre la protegería - mi pecho se hinchó de orgullo al escuchar sus palabras. Quería ser como yo.

- ¿Conoces a tus abuelos? - él asintió repetitivas veces, emocionado por su nuevo descubrimiento familiar, a todos los niños les gusta tener sus abuelos, porque es una versión anciana de los tíos que te cubren todo.

- Hemos viajado a conocer a mis abuelos Annabel y David, son muy divertidos y la abuela Annabel me ha hecho galletas de chocolate para cuando viajamos de regreso - su sonrisa era todo lo que se necesitaba para reparar cualquier corazón roto.

- ¿Y a tus otros abuelos los conoces? - dudo antes de contestar.

- Mi mama me ha dicho que tengo más abuelos, que son como esos reyes de antes y que tenían un castillo y que me quieren mucho, me ha enseñado fotografías del lugar donde viven y me ha prometido que lo visitaríamos, sé que lo haremos, un Anderson no promete nada que no vaya a cumplir.-

Shadia 

- Es obvio, su señoría, que la acusada, la señorita Shadia Anderson, ha ejercido el rol de madre de forma inequívoca, y que sin dudas lo ha hecho de form excelente - al terminar de proyectar lo que había dicho Kye, Bonnie dio por terminada nuestra defensa.

- Me gustaría escuchar a la señorita Anderson antes de que el jurado de un veredicto - mi  corazón dio un vuelco, el apretón de mano de Kenneth, me dio a entender que era esto lo que definiría un antes y un después en el juicio.

Camine lo más firmemente que mis piernas temblorosas me permitieron y tome asiento donde todos los testigos.

- Bien Señorita Anderson, que nos puede decir - mi garganta se seco, no estaba lista para que me dejaran hablar y sabia que las acusaciones de mi mala relación con mis padres, la de la explotación infantil a Danna y la de una relacion inmoral con mi jefe podrían descartarme como buena madre, y que esolo esperaban el momento correcto para hacerlas relucir y dar el golpe final.

- He cometido muchos errores - susurre para luego aclarar mi garganta - pero ninguno de ellos ha sido con respecto a mi hijo. Me enamore y eso me hizo olvidar la crianza que mis padres me habían dado y con ello la confianza que los mismo me habían brindado, mis padres se equivocaron, y eso amargo mi corazón, pero al llevar una vida contigo por 8 meses y 27 días te enseña que hay cosas más importantes que el odio y el rencor y que, no hay nada más bello que un hijo y que cualquier cosa que le sucediera a esa pequeña vida acabaría contigo. Perdone, no por ellos, sino por mí, porque en aquella habitación de hospital con un bebe de 7 libras en mis brazos aprendí que equivocarse no estaba mal pero no podía darme ese lujo con el. Kyle es el niño mas amoroso y educado, eso me dicen todos, pero la cualidad más increíble que tiene mi hijo es la bondad, porque esa fue la cosa más importante que me enseñaron mis padres, ser bondadoso es algo que no te hará perder el tiempo, y lo he comprobado, con el corazón roto por las decisiones que tomé siendo una adolescente, descubri que podia dar esos trozos y que los demás lo reconstruirán, le di un pedazo de ese corazón roto aun niño nacido en Enero, un niño que hoy tiene 6 años y me hace sentir la persona más maravillosa de este mundo al saber que vino de mi, le di un trozo a una chiquilla de 13 años sentada en las escaleras del edificio y ella me enseño a hacer pasta, le di un pedazo de ese corazón destrozado a un señor que me mostró que con esfuerzo gobernaria el mundo y con perdon arreglaria más almas que las que destruiría, le di el último trozo de mi corazón un hombre un poco despistado y solitario que me enseño que podía volver a amar. Soy culpable de ayudar a una niña sobre las escaleras, soy culpable de traicionar la confianza de mis padres, soy culpable de amar a un hombre éticamente prohibido, pero de lo único que no soy culpable es de ser mala madre, he dado todo por el niño de 6 años que dijo que veía amor en mi mirada y daría más por solo verle sonreir.-

Encantando a la Bestia - COMPLETA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora