CAPITULO XIII

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Shadia PDV

¿Conoces esa sensación de que vas a perder un pedazo de tu alma? ¿Cómo que una parte de ti no será la misma? ¿Qué te han arrebatado todo lo que te importaba en este mundo?

Pues así me sentía, hace algunos años hui de aquí, tratando de ser alguien mejor y menos ingenua, pero sobre todo tratando de aprender a ser mejor mujer y mejor madre. Nunca había tenido la responsabilidad de cuidar un niño no hasta que Kye llego a mi vida, y es que en teoría había sido una niña consentida y mimada, aunque no por eso era mala persona.

Si, mis padres me lo habían dado todo, y es que esa es la razón por la que estoy aquí frente a ella, con un nudo en la garganta y con el corazón hecho un puño. Era mi mama, Dios.

- ¿Cuándo te has enterado? - articule despacio sintiendo como me desmoronaba por dentro, aun así no me sentí libre de expresárselo, no quería que me viera destrozada, no merecía tanto sufrimiento y dolor.

- Hace un año - su mirada se agacho, y solo respire.

- ¿Que tan grabe es? ¿Estás en algún tratamiento? - aún tenía la esperanza, que ser sin corazón es capaz de no preocuparse por su madre.

- Yo... he decidido no hacer ningún tratamiento - articula de forma firme y sin titubeos.

- ¿Por qué haces eso? Tienes una familia que te quiere y te necesita, tienes a Will, David y a Mera - digo esto y me doy cuenta que no me he incluido, no estoy lista para ello - Ellos te aman y sé que tu decisión los hiere - A mi también me hería.

- ¿Crees que merezco vivir cuando deje a mi hija embarazada, sola y abandonada? - Se sentía culpable y yo más, había dejado de querer vivir por nuestros errores, y no es que Kye fuera un error, no me arrepiento de mi bebe, pero es que en las circunstancias en que todo sucedió, no fue la más correcta - Quiero conocer a mi nieto, Shadia.-

- Lo siento - me pongo de pie - De verdad, lo siento - en ese momento la niña baja corriendo las escaleras con Mera detrás, Will, David y Michell salen del despacho y observan la situación - Mi hijo no sabe quién es su padre, no sabe de la existencia de ustedes y si existe la posibilidad de que te conozca, no será de esta forma.- Mi madre solloza y hasta ese momento me doy cuenta de que está llorando.

- Ni siquiera tu sabes quién es el papa de ese bastardo - comenta Mera y todo se vuelve rojo - Mira como haz puesto a mi tía - me acerco hecha una furia.

- Te voy a decir algo, Mera - la señalo y veo como asustada da un paso hacia atrás - En tu vida, escúchame bien, en tu vida le dices a mi hijo bastardo, no tengo la culpa de que su padre sea un infeliz poco hombre incapaz de aceptar sus responsabilidades, y ten mucho cuidado, porque la única razón por la que no estás en el suelo, en este momento, es porque tu hija está presente - la niña tan pequeña y absorta de toda la situación juega unos pasos detrás del sofá.

- Hija - habla David y lo miro con enojo.

- Tu perdiste el derecho de llamarme hija hace mucho tiempo, buenas noches - digo esto último me doy media vuelta y salgo de la casa.

Respiro y miro el cielo. Mis ojos se llenan de lágrimas pero me prohíbo llorar, saco mi celular y marco un taxi.

- Hola Shadia - miro sobre mi hombro y veo a Will.

- Hola Will - comento lo más distante que puedo.

William Anderson, mi hermano.

- ¿Podemos hablar?-

Kenneth PDV

Al regresar a casa hago las llamadas correspondientes muy rápido. Organizar ciertas situaciones en la empresa con la contadora y el encargado de relaciones públicas, llamar al piloto y hablar con Kye.

Encantando a la Bestia - COMPLETA (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora