EPILOGUE

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Seis años... se escucha como mucho tiempo ¿no? Pues lo es si todo ese tiempo te la pasaste buscando a una persona. Desde que Fukase desapareció no lo he visto más que en las noticias, no sobre que había un chico desaparecido si no que un asesino estaba suelto. Apagué la televisión al escuchar truenos y salí con dos latas de cerveza a ver la lluvia por mi balcón, mi último novio dijo que no quería saber absolutamente nada de mí nunca más, al igual que todos los anteriores, y estoy muy lejos para ir a visitar a Oliver, Piko seguro está trabajando y Fukase... aún no sé nada de él... sin embargo, jamás he olvidado esa sonrisa nerviosa que me regalaba cuando estaba increíblemente feliz, tampoco sus cálidos abrazos y mucho menos su cabellera pelirroja, semejante a la del encapuchado que caminaba lentamente bajo la lluvia torrencial. Estaba aburrida y un encapuchado sospechoso caminaba en la noche, con lluvia y sin piloto ni paraguas ¿qué podía pasar si le tiraba una lata de cerveza cerca suyo y le gritaba "Antorcha"? Es un país libre. Y por ser libre él tenía todo el derecho del mundo de parar frente a la puerta e ir al lobby de mi edificio todo mojado.

¡Toc, toc, toc!

Casualmente fue a mi puerta a la que tocaron, tiré la segunda lata vacía al suelo de mi departamento y me arreglé el cabello, lo mantuve corto pues así le gustaba a Fukase y muchos otros, aunque a diferencia de cuando estaba en la secundaria, ahora no lo tenía teñido; blanco como la nieve, así era ahora.

Abrí, vi el rostro de un fantasma y cerré de un portazo. Aunque el portazo no resonó en el pasillo, quizá sea porque el fantasma puso su pie... ¡Demonios! De una patada la puerta quedó abierta de par en par y algo torcida, al parecer me regañarán por romperla este mes. A pesar de que le atrapé el pie con la puerta y que la abrió con ganas su mano izquierda jamás salió de su bolsillo, ni siquiera cuando estaba en la calle la sacó, temía que fuera un arma y que me disparara para robarme mi valiosa colección de cervezas y mi estúpida joyería heredada, las cuales eran reliquias del año de Jesucristo seguramente. Él daba vueltas por mi departamento con la mano en el bolsillo, a veces se quitaba la mochila del hombro derecho y guardaba mis cosas en ella, otras se quedaba parado, viendo mi cara de aterrada con una sonrisa desesperada, y se daba la vuelta un momento, casi regalándome la oportunidad de acercarme al balcón a llamar a los vecinos. Habría llegado a pedir ayuda, si no hubiera patinado con la lata que tiré en el suelo, el encapuchado estaba revisando mi suministro de alcohol en la cocina cuando caí por lo que le tomó un momento para salir de allí y pararse frente a mí. Su aterradora sonrisa se ensanchó y se arrodilló, yo temblaba como una hoja del terror, seguro era mi fin, voy a morir virgen y sin saber de Fuka... ¡¿Por qué tengo tanta mala suerte con los chicos?!

—Flower... —susurró el sonriente ladrón mientras limpiaba mis lágrimas con su mano derecha, no podía ser cierto ¿verdad? No podía ser...

—¿...Fuka? —pregunté con la poca voz que me quedaba, el encapuchado sacó su mano izquierda del bolsillo y colocó la peonía roja que tenía allí en mi oreja, luego besó mi mejilla del mismo lado de la flor— ...t-t-te... te extrañé... t-tanto...

—Sigues siendo tan bella como una flor recién florecida, seguro por eso tus padres te dieron ese nombre —susurró con algunas lágrimas resbalando por sus rojas mejillas— Me sentí tan sólo sin ti... y tan mal por no llevarte conmigo... que quería buscarte y aclarar las cosas...

—Fuka... —la dulzura de sus labios no había cambiado en seis años, aunque ahora se viera más maduro al tener algo de barba seguía siendo el mismo pelirrojo llorón y amante de las flores que había conocido y esperaba que jamás cambiara. Al separar nuestros labios contra nuestros deseos, Fukase tomó mi vieja mochila de la universidad, tenía agujeros y estaba llena de basura pues ya terminé mis estudios, lo que significaba que ella ya no tenía razón de ser, luego se dirigió a mi habitación y abrió sin cuidado todos los cajones de mi cómoda, haciendo que ropa interior, calcetines y ropa limpia quedaran repartidos por toda la habitación.

—Aún eres una aburrida ¿para qué te compras tanta si la vas a comprar blanca?

—¡¿Qué diablos haces revisando mi ropa interior?!

—Y se nota que tu pecho se niega a desarrollarse demasiado... —se burló enseñándome uno de mis sostenes con relleno, se lo arrebaté de las manos junto con la mochila y le propiné una muy merecida patada en los genitales. Fukase cayó derrotado y dolorido al suelo con las manos en la zona lastimada— soldado herido... ¿vas a terminar mi trabajo...? —suspiré con una sonrisa y llené un par de mochilas con cosas importantes y ropa, además de la joyería de Cleopatra y mi colección de cervezas, las cuales puse en una pequeña conservadora. Fukase me explicó su plan de escapar del país conmigo, Oliver, Piko y Arsloid como conductor, no era un grupo grande así que podría ser posible, las posibilidades aumentaban si Fukase era capaz de conseguir identificaciones falsas y Arsloid hacía una patente del país al que íbamos.

En la noche, tarde, Fukase se puso las mochilas al hombro, cargó el arma que llevaba consigo y me tomó del cuello luego de regalarme un beso.

—¡Nos vamos de aquí Flower! —exclamó emocionado, me llevó hasta el lobby como si fuera un rehén mientras yo gritaba y pataleaba por "ayuda", en el camino disparaba a las luces encendidas y amenazaba a los jóvenes que aún estaban despiertos y dando vueltas. Al llegar a la puerta gritó— ¡¡¡Ella es mía y de nadie más ¿oyeron?!!! —luego vació su pistola contra las paredes y me arrastró al auto con el que íbamos a huir. Fue todo un espectáculo, y si así era el escape, no podía imaginar lo grandiosa que sería la vida que nos esperaba lejos de aquí.

🔪N/A🔪

Debo decir que me encantó cómo pude desarrollar este fic, aunque el final me dejó insatisfecha no se me ocurría uno triste y que les doliera leer, simplemente no podía pensar ninguno bueno ¿quizá es porque ya los he torturado lo suficiente?

Sea como fuere, me enorgullece mi primer fic hetero así que toda la vida quedará en mi corazón y espero que en el suyo también

Si no me veré obligada a incrustársela en su corazón♡

See'ya in another story dear readers, and beware the nightmares🔪

Mía y de Nadie Más <<Flokase>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora