El día de hoy los profesores actuaban extraños -con algunas excepciones-, en especial hacia Fukase, Piko quizá no lo notó al principio pero luego de que la profesora de biología nos diera una clase algo peculiar sobre el cuerpo humano y las áreas donde una herida profunda podría ser mortal no le cabía duda que los profesores sospechaban de él.
—Flower... me preocupan los profesores... —comentó Fukase, se hallaba incómodamente cerca de mí, si algún directivo o alumno lo encontraba en mi habitación podría malinterpretarlo y eso sería problemático para ambos— tengo miedo... ¿y si se dan cuenta? Fui muy tonto... muy muy tonto... debí pensarlo mejor antes de matar a Miku... debí pensarlo mejor antes de entregarte la caja... debí usar la cabeza... de verdad estoy sólo malgastando oxígeno... —suspiré, a pesar de que había dejado de lastimarse, aún pensaba en sí mismo como un inútil, no se podía evitar, si su padre le había enseñado que era basura desde niño, nadie podía cambiar su manera de pensar en una semana.
—Tranquilo Fuka... no es así... Sí, te equivocaste, pero tampoco es que pudieras evitarlo... —él correspondió a mi abrazo con fuerza y se arrodilló en el suelo cuando intenté sentarme con él en la orilla de la cama. Fukase se liberó de mi abrazo y se recostó en mi regazo, acariciando su cabeza con mi mano; posteriormente me dejó continuar la acción por mi cuenta.
—Sora... —comenzó, luego de un largo rato de insultarse— dijo que cuando pudiera me llevaría a un psicológico... pero luego pasó lo del chico y el bate y mi viejo me mandó a esta escuela para verme la cara lo menos posible... no quería estar aquí... quería ir a donde Sora me iba a llevar... dijo que un psicológico es una persona que me podía ayudar... que a un psicológico es a quien puedo contarle mis problemas sin miedo... —él hizo una pequeña pausa para levantar la vista y regalarme una tierna sonrisa— pero ahora siento que no lo necesito... porque te tengo a ti —abrí mi boca para explicarle mejor que un psicológico es un profesional que lo podría ayudar con sus problemas de autoestima pero decidí no decir nada, algún día quizá podría ayudar a Sora a llevarlo con alguien que lo pudiese asistir.
Piko abrió la puerta de par en par sin vergüenza, pude oír gritar a unas chicas que rondaban por los dormitorios al ver a un chico entrar en mi habitación, Fukase levantó la vista para ver ese par de ojos bicolor que nos miraba con duda.
—¿Qué hace este aquí? —preguntó cruzado de brazos a quien descansaba su cabeza sobre mis piernas, Fukase se sentó.
—Sólo pasaba el tiempo con mi novia, quería hablar con ella un momento...
—Era por lo de los profesores —expliqué, Piko tomó la silla de mi escritorio y se sentó frente a nosotros, parecía incomodarle que Fukase permaneciera en contacto conmigo en todo momento pero se mantuvo callado.
—Hablé con la profesora de historia, le dije que tenía miedo de que volviera a pasar algo así y ella me dijo que ya tenían a un sospechoso entre cejas, sin dudas creen que Fukase es el culpable... —mi pareja abrazó mi extremidad con más fuerza, Piko apretó los labios— Tomatito, deja de pegarte a Flower, por favor. No me gusta ver como un asesino se pega por mi hermana —el mencionado se encogió de hombros y se sentó en la otra punta de la cama, lejos de mí; Piko sonrió con suficiencia y empezó a explicar su plan— Considero la mejor opción el que ese chiflado demuestre su falsa inocencia. Mañana tenemos un examen, que estudie toda la noche y saque la mejor nota, así al menos una profesora pensará que Fukase sí se preocupa por sus deplorables notas; también debería dejar de desaparecer a la hora de la cena, se va sin terminar la comida seguido y es sospechoso.
—T-tengo una excusa... para eso —Fukase bajó la mano lentamente y se aclaró la garganta— Y-yo suelo regar las flores de noche, sé que hay alguien encargado de eso pero me relaja cuidar de las plantas del invernadero, hablé con la psicopedagoga varias veces y ella se dio cuenta cuando vio mi carpeta de lo mucho que me gustan las plantas. Como mis notas no están tan mal tengo permiso de ir allí después de la cena y antes del toque de queda —él sacó del bolsillo de su pantalón un papel con la firma de la mujer, más de una vez lo había visto ir a su oficina con sus carpetas bajo el brazo y no salía hasta finalizar el recreo, él me explicó tiempo atrás que tenía la obligación de acudir a ella seguido por no haber tenido buena conducta en su otra escuela pero no se me ocurrió que podría hacerle un permiso como ese sólo para ir a regar las plantas antes de dormir— si sospecha de mí, probablemente me quitará ese privilegio... si todavía no lo hizo es porque cree que soy inocente...
—Durante este tiempo ¿te preguntó sobre los asesinatos? —Fukase asintió— ¿qué te dijo?
—Me preguntó qué me hacía sentir el saber que mis compañeras habían sufrido algo así... también qué hacía cuando las mataron, no sé si estaba satisfecha con mi respuesta pero, cuando encontraste a Neru, ella me recomendó que fuera en compañía de algún directivo al invernadero. Desde que me dijo eso voy de vez en cuando, no más... —él se levantó de la cama cuando vio la hora en su celular, faltaba poco para la cena, se despidió de mí regalándome un beso en la mejilla para no enojar a Piko y salió de mi cuarto con la cabeza baja, mi hermano acomodó la silla en su lugar y me extendió la mano, sin pensarlo acepté la oferta y salimos juntos en camino al comedor.
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Mía y de Nadie Más <<Flokase>>
Fiksi PenggemarFlower es una estudiante de 5to año, tiene excelentes notas pero nadie está interesado en ella a excepción de sus amigos y un par de Romeos que quieren aprovecharse de la inteligente del curso... y Fukase, el chico misterioso y callado en el que tod...