Capítulo 2

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"Es triste poder ver el sol, pero no sentir la calidez por mi cuerpo

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"Es triste poder ver el sol, pero no sentir la calidez por mi cuerpo."

Me llevé una enrome sorpresa al ver que la causa de mi miedo era una pequeña niña traviesa que conocía a mi madrastra. En realidad, lo que más me sorprendió fue descubrir que ella disfrutaba de la compañía de mi madrastra, y parece que era algo mutuo para que nunca le haya pedido al padre de la pequeña que no la dejara invadir su espacio.

Me acomodé en el pequeño sofá, mirando por la ventana de mi nueva habitación como padre e hija comían en el jardín, disfrutando de un picnic a la luz de la luna. La presencia de ese hombre en el jardín que compartimos fue lo más sorprende de este día. Ver a un hombre de cuerpo robusto, una barba de varios días, sus ojos negros y una pequeña cicatriz en su barbilla, que cocina pastel de manzana para una niña que podías ver con facilidad el amor que le tiene, es algo que no se ve todos los días.

Mi relación con papá era muy buena. Cuando tenía vacaciones, aprovechábamos cada día para hacer una cosa distinta, picnics, cabalgatas en caballo, íbamos al pueblo más cercano o leíamos cuentos infantiles debajo de un árbol. No necesitábamos lujos para pasar un buen día de padre e hija, la compañía ya era magnifica...

Limpié la lagrima que no pude contener ante la tristeza de su ausencia, pues aun no podía superar el hecho de que no está conmigo. Él estaba bien, no mostraba ningún signo de estar enfermo pero un día cayó en cama y no pudo volver a levantarse. Ni siquiera pude despedirme de él. Cuando regresé de la escuela mi madrastra me informó que mi padre ya había sido enterrado porque no había necesidad de verlo en un ataúd cuando él siempre fue un hombre alegre. Me dolió más llorarle a una lápida de cemento, pero respeté su decisión...

Reí entre lagrimas cuando vi a Eriny salir huyendo de su padre en dirección a esta casa, la cual aún no puedo llamarle mía, y él la cargó en brazos, dándole vueltas y haciéndola reír. Es hermoso ver la escena, pero no soy yo con papá, yo no podré regresar a esos tiempos.

Con tristeza y el dolor torturando mi corazón, me levanté del sofá para acostarme en la cama y cerrar los ojos, dejando que las ultimas lagrimas salieran sin ningún impedimento.

Hay noches de tranquilidad, otras de dolor, angustia, tristeza. Esta noche está siendo una mezcla de sentimientos...

Mi sueño había sido más un recordatorio de lo que viví y un vistazo al futuro, donde conseguí un empleo en un edificio gigante, en medio de la ciudad, y tenía que pasar parte de mi día viajando en el metro de una punta a otra. El mismo día ajetreado, una y otra vez, en una especie de Deja Vu constante.

—¿Laila? Tengo hambre...

Abrí los ojos al escuchar esa adorable voz y sentí su pequeña mano en mi mejilla. Me encontré con sus ojos grandes color miel, su cabello estaba despeinado a pesar de estar atado en una trenza y su pijama de ositos me pareció la cosa mas adorable. Abrazaba su peluche color lila con su otra mano, mientras seguía acariciando mi mejilla sin quitar su lindo puchero. Bostecé perezosamente, haciéndola reír y suspiré su olor a bebé cuando se recostó sobre mi pecho.

Lienzo Color Pasión [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora