"Debajo de tu alma oscura, vi la luz brillar. Donde nadie había llegado antes, un dulce hogar pude encontrar."
Tenía muchas dudas sobre esta cita, quería cancelarla y pedirle a Laila que nos acompañara a cenar, dejar a Eriny dormida en su habitación y poder tener un momento tranquilo con Laila. Cuando se lo comenté a Catalina, me gritó que era un aburrido y que las mujeres necesitaban detalles, cambiar de rutina de vez en cuando. Eriny también se molestó conmigo cuando dije que no cumpliría con el trato y rechazó mi propuesta a dejarla comer el postre antes que la comida solo para que pudiera tener una cita con Laila.
Y yo siempre termino cediendo a las peticiones de esas pequeñita de ojos café miel.
—¿Te quedarás toda la noche mirándome de esa forma?
Voltee a ver hacia otro lado, sin darme cuenta que me había quedado viendo su boca con ese labial llamativo, provocándome a acercarme y besarla sin darle la oportunidad de respirar muy pronto. Quería saborearla, deleitarme con ella, su suavidad, su seducción, todo su cuerpo...
—Es tu culpa por ser hermosa, Laila —respondí, sonriendo cuando vi el leve sonrojo en sus mejillas pálidas—. ¿A quién saliste tan hermosa?
—Diría que, a mamá, pero la verdad es que, aunque las dos tenemos cabello rubio y ojos grandes, no soy idéntica a ella —se encogió de hombros, hablando con normalidad sobre el tema, mostrando lo fuerte que es—. Tampoco tengo mucho en común con papá...
—¿Siempre has sido un misterio?
—Parece ser que sí, ya que mamá también era un misterio para papá —observó sus manos, pensando en algo, o recordando algo de mucho tiempo atrás.
Tomé un trago de la copa, donde sirvieron un suave coctel, observando sus fracciones. El camino de sus labios, sus pómulos perfectos, el delineador en sus ojos, enmarcando el centro de su belleza y la ventana de su misteriosa pero noble alma. Laila Hill es más que una chica con amnesia o la chica de campo, Laila parece sacada de un cuento de hadas...
—¿Sabes? —dejé la copa en la mesa y me apoyé en esta, acercándome lo más que podía a su rostro confundido— Me gusta el misterio, porque está lleno de sorpresas y emociones.
—¿Y que emoción le provoco yo, señor Maddox?
Sonreí ante su atrevimiento y la confianza que muestra conmigo, dejando ver un poco de la mujer atrevida, pero sin dejar a la mujer sensible y reservada. Veo en Laila la mezcla perfecta entre el bien y el mal, lo que te lleva al cielo pero que también te hace desear el infierno. El sol en un día con lluvia, lo que crea un hermoso arcoíris.
—La más dulce y placentera de todas, señorita Hill.
Era verla y quedar maravillado, escucharla y transportarme lejos, tocarla y sentirme vivo. Sus dedos acariciaban con suavidad mi mano, en una caricia que ni ella misma parecía ser consciente, pues miraba alrededor con curiosidad y nerviosismo, aunque agarré su mano entre la mía y entrelacé nuestros dedos. Ella no era consciente de la inocente caricia, o de lo que provocaba en mí, la forma en la que no podía apartar mis ojos de ella.
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Lienzo Color Pasión [TERMINADA]
RomanceLaila es sonrisas, positivismo y ternura. Zev es gruñón, deprimente y mandón. Laila odia la actitud de Zev mientras que Zev odia que su nueva vecina sea la típica niña buena de campo con sonrisa radiante. Un pintor famoso con miedo a no poder volver...