"Todo comienza, cuándo la música se detuvo. El comienzo en un final... ¿O continuación?"
Las palabras resonaban en mi cabeza, en el eco de mi mente en blanco, como la luz que tenía frente a mis ojos. Aunque me moviera e intentara liberar mi cuerpo, no tenía forma de salir de esa. Los gritos sólo se intensificaban, el dolor aumentaba y cuándo creí que la pesadilla había terminado, me di cuenta de que mi pesadilla no iba a terminar nunca.
Era mi día a día. Mi realidad...
—¡Dos tartas de manzana y más café!
El grito de Rina me trajo a la realidad, donde el agradable aroma a pancakes, tocino y miel inundaban mis sentidos junto a ese adictivo olor a café que me tranquilizaba un poco ante las imágenes que intentaba sacar de mi cabeza. Agarré la taza de café, queriendo calentar un poco mis manos mientras miraba por la ventana, donde los copos de nieve apenas podían verse caer debido a la oscuridad de la noche y la falta de energía.
Por suerte el pequeño dinner estilo ochentero tenía una planta eléctrica para no tener que pasarlo a oscuras. Es más, casi todos los del pueblo estaban en este pequeño restaurante.
—¿No te ha bastado con los tres pancakes, el tocino, el huevo y el pan? —pregunté mientras le quitaba el periódico y comenzaba a leer las ultimas noticias.
—Sabes que en invierno me da más hambre —respondió como si fuera algo obvio, encogiéndose de hombros.
Levanté la vista de la pagina con la imagen del alcalde para mirar a mi amiga unos segundos, asegurándome de que no estuviera soñando o en una dimensión de mi cerebro donde la realidad se convierte en un sueño y los sueños en mi pasado. Dejé el periódico en la mesa, cubriendo la imagen del hombre que me atormentaba con el plato de mi cena, evitando ver los ojos que me parecía ver entre la oscuridad.
—Me preocupa que algún día termines comiéndote toda la comida del pueblo y tengamos que sobrevivir a base de pan y agua —intenté bromear, riendo al verla hacer un puchero ofendida—. Deja algo para nosotros, los de estómagos normales, por favor.
No respondió gracias a que la mesera dejó las tartas frente a nosotras y las tazas de café caliente, el causante de que mi sueño se haya esfumado por completo desde el primer trago que le di cuando sirvieron nuestra comida.
Desde que regresé a mi hogar, Rina se ha encargado de mantenerme ocupada sin llegar a sobrecargarme, pero eso estaba comenzando a parecerme molesto de alguna forma. Llevaba dos semanas intentando decirle que parase, pero no había forma ya que parecía no entender mis indirectas y no quería ser cruel con ella. Al final de cabo, además de ser mi amiga, era la que me está dando un techo, comida y me soporta cuando me despierto a medianoche con pesadillas. Incluso tuvo que dormir conmigo la primera semana, porque extrañamente, no me sentía segura ni siquiera en su casa, donde prácticamente había vivido la mitad de mi vida.
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Lienzo Color Pasión [TERMINADA]
Roman d'amourLaila es sonrisas, positivismo y ternura. Zev es gruñón, deprimente y mandón. Laila odia la actitud de Zev mientras que Zev odia que su nueva vecina sea la típica niña buena de campo con sonrisa radiante. Un pintor famoso con miedo a no poder volver...