¡Ámame si te atreves! [TERMINADA]

Capítulo 3

—Simón, ¿Cómo estuvo el entrenamiento?—preguntó su padre.

— ¿Qué?—respondió el chico dudoso.

—Pedro llamó avisando que debían entrenar hasta tarde, y que tú te habías quedado sin batería para avisarnos—explicó.

—Ah si la batería se agotó, como sea el entrenamiento estuvo bien—esbozó un sonrisa falsa.

—Ya sabes que ser deportista es en lo único que te debes enfocar—dijo el padre a modo de discurso.

—Lo sé papá—contestó Simón con cierto desgano.

—Sólo te lo recuerdo por si se te llega a olvidar—le sonrió el hombre.

—Si me disculpas me iré a cambiar para cenar—dijo Simón queriendo evitar el discurso de siempre de su padre.

El castaño subió a su habitación se tumbó en la cama a pensar sobre su vida, pues su padre lo presionaba para que fuese el mejor deportista del Instituto, y así era el chico tenía una habilidad con el balón que hasta podría ser un seleccionado nacional, pero no era algo a lo que él quisiese dedicarse toda su vida más bien el fútbol era un hobby que lo entretenía demasiado, sin embargo, no era su pasión, su pasión era la música el expresarse a través de la magia de las letras y sonidos tal como lo hizo en su época dorada su ídolo "Bon Jovi", tenía cientos de cd's claro escondidos, pues si su padre los llegaba a encontrar probablemente se desataría la 3 guerra mundial, y prefería evitar todo eso y dejar las cosas como estaban, la llamada de su amigo Pedro lo sacó de sus pensamientos.

—Bro, ¿llegaste a tú casa?—preguntó Pedro desde el otro lado del teléfono

—Sí, estoy en casa oye gracias por decirle a mi padre que teníamos que entrenar—decía aliviado.

—Era mejor que decirle que andabas con drogas—bromeó su amigo.

—Ni me lo recuerdes... Y ¿cómo estuvo el entrenamiento? Me imagino que hicieron los ejercicios que te dije—preguntó.

—Simón, no pude ir al entrenamiento—respondió su amigo.

— ¿Qué? ¿Por qué? Pedro te dejé a cargo como capitán —

—Escúchame yo iba a ir, pero un chico me pidió que me quedara con una chica...—

—Dejaste el entrenamiento por una chica—gritó algo molesto.

—No, bueno si resulta que esta chica lloraba mucho y estaba muy alterada no podía dejarla sola—se excusó.

—Se me olvidaba que eras la madre Teresa—bromeó.

—Creo que me enamoré se llama Jimena es pelirroja —dijo sonando enamorado.

—Okay, y yo soy Zac Efron—rio.

—Simón hablo en serio es para que la descartes de tu lista—dijo su amigo riendo.

—Totalmente descartada... Bien Romeo nos vemos mañana debo contarte algo, pero debe ser en privado—se despidió.

Simón sabía perfectamente a lo que su amigo se refería, y si a su fama de mujeriego esa que te dan sólo por ser el capitán de un equipo, con su amigo bromeaban sobre la famosa lista la cual no existía si habían chicas que llamaban su atención, pero para él conquistar mujeres no era un pasatiempo ni mucho menos trofeos para una colección, de hecho su única relación había sido un fiasco y no pretendía volver a pasar por lo mismo.