Capítulo 12

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Viernes por la mañana

Esa emoción que sentían los estudiantes por la llegada del día viernes era indescriptible sentir la libertad de que al otro día no tendrían clases formales, porque aún quedaban algunos talleres, pero nada obligatorio, en fin hoy podía desahogarse o ahogarse en alcohol, drogas, y relaciones de un día sin tomar las medidas necesarias.

—Hoy debe caer la pelirroja—susurró David en el oído de Nicolás.

— ¿Qué?—preguntó el nombrado confundido.

—Necesito saber si ella es algo de Leo, y también quiero saber que diablos hace aquí—alzó un poco la voz.

—No creo que ella quiera algo tan rápido—dijo Nico.

— ¿Quién dijo que tenía que querer?—insinuó David, Nicolás se puso algo incómodo si bien el acostumbraba a acostarse con varias chicas, siempre era con el consentimiento de ellas.

—No lo haré, no le quiero hacer daño, además me metería en problemas—dijo seguro.

—Eres un cobarde—soltó David.

—Piensa lo que quieras—Nicolás se levantó de la mesa, y comenzó a caminar.

—Bien entonces lo tendré que hacer yo—gritó David, provocando que un escalofrío recorriera la espalda del ojiverde.

—Lo haré—volvió hacia David.

*****

La clase de Historia antes era demasiado aburrida, pero con la llegada de la nueva maestra todo había cambiado, y es que Sharon transformó la clase a algo más didáctico lo que tenía a los estudiantes entusiasmados, y con ganas de aprender.

—Entonces su tarea será sobre la Primera Guerra Mundial—informó a los alumnos.

—Que aburrido—dijo Ámbar.

— ¿Aburrido? Aún no digo como será señorita Smith ¿Por qué es tan negativa?—preguntó sin esperar respuesta.­—Bien, como decía este trabajo consiste en realizar una representación de la guerra, me explico pueden hacer una obra, un poema, un dibujo, una canción lo que ustedes quieran—finalizó.

—No suena nada mal—le dijo Nina a su amiga.

—Esta señora está loca—dijo Ámbar.

—Se parece a ti—dijo Nina mirando a la mujer mayor.

—¿A mí? Nina tu sí que estás loca—rio Ámbar.

—No, en serio mírala bien—la rubia analizó a la mujer, pero no encontró nada parecido a ella.

—Nina, necesitas cambiar esos anteojos... Haré una canción ¿Y tú?—preguntó.

—Con un dibujo bastará—respondió Nina.

*****

El receso había llegado, y Simón no había conseguido hablar con Emilia ella lo estuvo ignorando todo la mañana, pero ahora no tendría como evitarlo, pues ella debía comer en la cafetería.

—¿Viste a Emilia?—le preguntó a Pedro.

—No—respondió su amigo.

—Es muy extraño, iré a buscarla—decidido se levantó de su asiento.

Simón se encaminó a la búsqueda de Emilia recorrió la biblioteca, y nada pasó por los salones de clases, pero tampoco estaba, la rubia no podía irse, pues estaba prohibido salir del colegio sin tener un pase que lo permitiera por lo que siguió buscando hasta que escuchó unos gritos provenientes desde el baño de mujeres lentamente se comenzó a acercar.

¡Ámame si te atreves! [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora