-Me gustaría un café con un poco de canela, sin azúcar...
-¡Que aburrida eres! – comentó el chico que se encontraba formado atrás de ella.
-¿Disculpa?
-¿El azúcar que te hizo como para que la desprecies?
-Nada...
-¿Entonces?
-¿Entonces, qué?
-¿Por qué no aprovechar y disfrutar el azúcar?
-No me gusta
-¿Por qué?
-Porqué no...
-Que aburrida...
-Di lo que quieras...
-Ok... eres aburrida
-Es muy mi problema.
-Deberías considerar casarte... quizá con eso se te quite el mal humor. - se burló Daiki.
- Lo tomaré en cuenta...- Lisa se mostraba molesta.
-Eso espero... no doy consejos de a gratis.
La chica miraba impacientemente al muchacho que se encontraba detrás del mostrador observando su pelea con el otro cliente de la cafetería.
-¿Ya tienes mi pedido? – preguntó impaciente.
-N-no... permítame un momento iré a revisar.
-¿Te puedo encargar una botella de agua? – habló Daiki desde su puesto.
-¿Eh? Claro pero...
- Por favor. – sonrió él.
El chico que atendía se dio prisa y al volver, regresaba con una charola en la cual traía el pedido de los dos chicos que se estaban peleando delante de él.
-Aquí está su orden señorita, también traje la suya señor...
-Gracias. – dijo ella amablemente.
-Yo pagaré lo de mi novia y lo mío. –Dijo Daiki sacando su billetera y pagando las dos cuentas.
-Odioso... - le sonrió la chica, acercándose a él para besarle la mejilla.
-Te quiero.