-¿Me estás haciendo caso? – Preguntó la novia de Chinen.
-Sí, ya te dije que... - La voz del chico se cortó, pues a lo lejos vio a Kimi, quien iba completamente distraída mirando su celular.
-¿Qué miras tanto? - preguntó observandolo con ojos molestos.
-A... nadie... - Chinen reaccionó. -¿Te molestaría si nos vemos más tarde? – preguntó preocupado y sin darle tiempo de responder a su novia, echó a correr tras aquella chica.
Mientras obligaba a sus piernas a esforzarse por alcanzarla, recordó la última vez que ellos se habían visto.
Estaban en el jardín de la casa de Ryosuke, había sido su cumpleaños y los había invitado a su fiesta. Todos iban elegantemente vestidos, pero sobre todo ella, quien usaba con elegancia un hermoso vestido rojo, que revoloteaba con el suave viento de la noche.
-¿Es bonito, verdad? – preguntó Kimi refiriéndose a su vestido.
-Lo es.
-¿Crees que sea apropiado decírtelo? – preguntó de manera inocente.
-¿Qué cosa? – Chinen nunca se mostraba curioso, pero con ella no podía no serlo.
-Me iré a España una temporada...
-¿Qué?
-Es una oportunidad para mí y sobre todo para mi carrera.
-No quiero que te vayas.
-Yo tampoco quería...
-¿Pero?
-Sé que me vas a esperar.
-¿Por qué estás tan segura? – preguntó Chinen.
-Porque mi amor es peligroso y tú eres mío. - Ambos chicos se miraron y sonrieron.
Chinen alcanzó a Kimi en cuestión de minutos.
-¿Puedo golpearte? – preguntó cansado.
-¿Qué...? ¡Chinen! – ella se mostraba nerviosa y sorprendida.
-Has prometido volver por mí... ¿Por qué no lo cumpliste?
-Tú madre me ha dicho que te vas a casar.
-Sí, me voy a casar...
-Lo dudo...- Kimi lo pensó un poco y sin dudarlo, tomó su mano con fuerza.
-¿Por qué? – preguntó nervioso.
-Porque mi amor es peligroso y eres mío...
-Pero ella...- Chinen intentó usar a su prometida de pretexto.
-No me importa... has venido por mí y es lo único en lo que quiero pensar.