Entre Chicas

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Muy temprano Mau me había dejado en casa de Dánae, la cual hizo tantas preguntas en menos de 1 minutos que no supe cuál responder primero.

-tranquila, te enterarás de todo en cuento este aquí Susan - dije burlandome de ella y dejándola con la duda - iré a dormir un rato - grito cerrando la puerta del cuarto de visitas.

- te odio Kimberly Rosenda - chilló riéndose fuertemente

¿Enserio tenía que decir ese nombre? Si mis papás no tenían buenas ideas al ponerme mi nombre, ambos aborrecía por eso prefería que me digan Kim o kimy pero atacaban con el segundo cuando estaban molestos, y Dánae como buena prima lo decía cuando intentaba hacerme enojar, o simplemente para fastidiar.

En realidad mi intención nunca fue dormir sino leer, repasar algunos temas y memorizar los detalles más importantes, desde hace semanas estoy con ello, para serles sincera estoy muy nerviosa la especialidad que he elegido estudiar presentamos unos siete mil jóvenes y solo entran 500 o menos, y es que la carrera de terapeuta es bien pagada pero a mí me apasionaba poder ayudar y ver el avance de cada personita, cómo van teniendo más fuerza y se van haciendo independientes poco a poco, no hay ninguna discapacitadad más grande que la que uno mismo ocasiona. Estaba tan metida en mi mundo, haciendo apuntes, subrayando y escribiendo que no me percate en que momento las dos parlanchinas entraron al cuarto y se sentaron en el piso en chinito.

- Kim mi paciencia es poca y mis ansias demasiadas- dijo Dánae cerrando la laptop.

- si mi kimy bella, cuenta Porque razón me despertaron tan temprano, Dan me dijo que había una super información interesante, que me tenía que enterar, cómo soy buena amiga vine lo más rápido posible - dijo Susan haciendo ojos de gatito.

- ja, ja, ja ustedes dos serían buenísimas si estudiarán para reporteras, rechismosas ambas, no quieren perder detalle alguno - les dije arrojandoles almohadas iniciando con ella una guerra.

- sino paran, no les cuento ni madre - en automático pararon mi amiga y mi prima, acomodándose nuevamente para no perder detalle de lo que contaré...

- mensas, les contaré con una sola condición, no me interrumpan hasta que acabe ¿De acuerdo? Con la mínima interrupción doy por terminada la reunión ¿Quedó claro? - anuncia muy seria aguantando las ganas de reir.

- si, señora Kim - respondieron poniendo sus manos como si de soldados se tratasen.

- mmmm ¿Por dónde empiezo? - dije tocandome la barbilla poniendo más emoción

- coño Kim, por donde sea pero empieza ya - dijo Dánae la cual se calló al ver mi mirada la cual la fulminaba.

- te pasaré esta por única ocasión, Mauricio y yo somos novios - dije sin darle demasiada importancia.

Ambos mujeres gritaron tan fuerte que pensé que se romperían mis tímpanos.

- ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Porque no lo sabía? Espera Dan ya lo sabía y yo no, que poca - dijo Susan dando pequeños brincos.

- no, solo ustedes dos saben somos novios pero nadie más debe saber, ya saben para que no se metan, fue hace 2 semanas me pidió que sea su novia a escondidas y fijé que si, por eso no les había contado, ¿Me perdonan? Sino no me interesa ja,ja,ja - dije bajando la mirada.

- espera un momento ahí Kim, escondidas esto no me gusta nada - dijo Susan.

- eres una amargada mal pensada Susan déjala vivir su amor - suspiro Dánae.

- pero no acaba ahí ayer perdí mi virginidad - solté de golpe

Las chicas abrieron tanto la boca y los ojos por la sorpresa que temí, que queden desfiguradas.

- Kimberly ¿Usaron protección? ¿Se vino dentro? Preguntó Susan angustiada.

No tenía de la mínima idea de que responder en ambas preguntas.

- ¿Perdón? - pregunté intrigada.

- tenemos que ir a la farmacia, tengo una mejor idea, ahora regreso - dijo saliendo a toda prisa del cuarto con el celular en la mano.

Dánae aún saltaba emocionada de un lado a otro, haciendo pregunta tras pregunta de las cuales no me enteré estaba en shock, soy muy tonta como no tome precauciones, soy una irresponsable.

Unos 20 minutos entrego Susan, traía en la mano una bolsa de la cual saco una cajita color rosa y un vaso lleno de agua en la otra mano.

- bebe está pastilla, mejor prevenir que lamentar y por favor investiga y protégete mi niña - me sonrió

Quiero demasiado a ambas chicas pero Susan era como la hermana menor que jamás tuve, se preocupaba, me aconsejaba, se alegraba de mis alegrías y lloraba mis tristezas siempre incondicional y si me regañaba como si de su hija se tratase. El sentimiento por Dánae era igual la consideraba una hermana pero de esas locas que te solapan y te impulsan hacer lo primero que pase por tu cabeza siempre hemos sido el trío de las raras, si Susi tan madura desde pequeña, yo en mi mundo, Dan tan loca muy distintas pero eso hacia que nos complementemos, las adoro a las condenadas.

- está demás pedirles discreción ¿cierto? - pregunté resaltando lo último mirando a Dánae

- no te apures, seremos unas tumbas - dijo Susan dándome un abrazo.

- nuestra kimy a crecido - dijo dramáticamente Dánae limpiándose una lágrima invisible.

Así continuo nuestro día entre platicas, secretos revelados, bromas y comida mucha comida.

Nota de la autora: me he fijado que mi momento ideal para escribir es antes de dormir ahí llega la inspiración.
Les recuerdo que ya contamos con grupo de Facebook busquen "el amor no es como lo pintan" y únete 😉

¡El Amor No Es Como Lo Pintan!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora