La Batalla

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Mauricio

Salir de la habitación y escuchar los sollozos que provienen de adentro me hacía sentir un completo imbécil, quiero tanto a Kim que anhelo cuidarla, protegerla, pero lo unico que logró hacer es herirla cada vez que creo que estoy haciendo las cosas bien la terminó regando, camino sin rumbo fijo sumergido en mis pensamientos, cuando me percato de hay buya,la cual me lleva lejos de mis pensamientos, presto atención hacia donde vienen las voces, me doy cuenta que he llegado al gym ¿Cómo diablos llegué hasta aquí? No lo se, pero decido entrar, el ruido de las máquinas me indica que está repleto de gente camino adentrandome, gritos de ánimando a alguien llama mi atención.

- hey,  vato tiempo sin verte por aquí, ¿Vienes a demostrar de que estás hecho? - me dicen dando un golpe en el hombro.

- que onda, pelana, ¿De qué hablas? - le pregunto con intriga.

- coño, creí que te inscribiste a la demostración de boxeo, pero tranquilo solo di que sí, ahora muevo mis influencias para que tengas una pelea como el gran campeón que eres - me dice con gran orgullo, mientras se alejaba de mi.

Steve siempre ha dicho que es mi fan número uno cuando era más joven un chamaco mi padre me traía a este gym para practicar boxeo ya que era un niño problema en la escuela, decía que estar aquí me ayudaría a salir de mi estrés, ya no querer meterme en líos en el colegio, me gustó a tal grado que empecé a competir en las estatales y traer medallas de bronce y oro, pero eso ocasionó que me centrara tanto en ello que descuide los estudios y fui reprobando, hasta que este año decidí que era mucho tenía que seguir si algún día quería tener el dinero suficiente para obtener lo que tanto anhelaba, una pelea en el cuadrilátero no me caería mal, tiene bastante que no sacaba mi furia ahi arriba, y hoy necesito unos cuantos golpes por lo idiota que he sido.

- solucionado, ve a prepararte, ya te dejé todo el equipo en los vestidores en 15 minutos empieza tu lucha, yo seré tu guía - su emoción me impulsó a correr hacia donde me indicó.

20 minutos después me encontraba en la parte superior del cuadrilátero, Steve amarraba los guantes color verde que había conseguido para mí, mucha gente estaba al rededor desde los más pequeños hasta el más anciano, chicos que aprentaban ser rudos me miraban con demasiada atención, ya no tengo la condición necesaria pero pondré en práctica lo aprendido.

- muy bien chico, sé que lo harás grandioso, he informado a los presentes lo genial que eres, así que no me hagas quedar mal, muchos apostaron a tu favor - dijo poniendome el protector bucal.

¿Apostaron? ¿De que habla?.

La campana veo hacia adelante donde se encuentra mi contricante, me acerco hacia el para hacer el saludo, es un chavo no mayor a los 19 años, moreno, le llevo unos centímetros en estatura, su cuerpo me da a entender que practica a diario.

Saludamos, una segunda campanada indica que la pelea dará inicio, me pongo en posición esperando el ataque, así es como empiezan a caer golpe tras golpe sin dejarme defender si quiera, me alejo un poco para tomar aire y muevo mi cabeza de un lado a otro tengo que concentrarme si quiero ganar, el chavo se acerca y tira un guantazo logro esquivarlo y ahi es donde aprovecho a darle uno, dos, tres, cuatro pierdo la cuenta de cuentos golpes hemos recibido el uno del otro...la pelea a concluido siento el ojo inflamado, al igual que mi labio inferior, la pelea ha estado muy reñida, me acerco donde Steve, este me ayuda a quitar los guantes y el casco, esperamos que el jurado nos den la resolución, lo sé es solo un gimnasio pero el día de hoy se ha planeado bien con el fin de divertirse y han contratado a expertos para dar calificación.

- buenas noches a todos los presentes, ya tenemos los resultados el equipo junto conmigo hemos decidido dar el gane a.... MAURICIO - dice un señor ya con canas con un porte extraordinario, así quiero verme en unos años.

¡El Amor No Es Como Lo Pintan!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora