Desde muy pequeña me fascinaba la idea de vivir para siempre, aunque los únicos que yo supiera que viven para siempre son los vampiros, los cuales me aterraban, pero aun así en ese sentido los envidiaba por esa habilidad.
Era un día común y corriente, mis padres y yo acabábamos de llegar a la que ahora era nuestra casa. Mientras mis padres desempacaban me dijeron que jugara o algo, decidí explorar el bosque que se encontraba casi en el patio de la nueva casa. Caminando, saltando y corriendo termine por cruzar el bosque para encontrar una mansión que casi aplicaba para castillo, cosa que volvió loca a una niña de apenas 6 años en ese entonces. Camine alrededor de la casa hasta llegar a un inmenso patio trasero lleno de flores y arboles de varios tamaños, formas y colores, hasta que llegue a un punto, casi oculto gracias a los arboles, con lo que parecía una fiesta de te entre una jovencita y su soledad.
Ella era una chica que aparentaba tener unos 16 o 18 años mas o menos; con su largo y sedoso cabello blanco y piel que parecía de porcelana, sus iris eran moradas, un vestido blanco y tenia un toque especial que hasta a mi me dio algo de ternura.
No pude evitar acercarme a verla de cerca, pero escondiéndome, para que ella no pudiera verme. Se miraba muy elegante con su postura perfecta y muy sofisticada manera de comer sus galletas y tomando su te con el meñique alzado como antes había visto en las películas de princesas.
No pude evitar estornudar a causa del polen de una de las flores que estaba cerca mio --¿Quien esta ahí?-- pregunto la hermosa chica viendo a mi dirección --Por favor salga ahora mismo-- dijo ahora un poco mas firme. Salí de mi escondite y ella me vio muy sorprendida --¿Quien eres?-- me pregunto tiernamente -- M-monica-- le dije algo asustada, en cambio la chica me sonrió --Mucho gusto Monica yo soy Liz -- yo solo la salude moviendo mi mano tímidamente de un lado al otro sin decir nada --No te preocupes Monica no te haré nada malo, ¿Te gustaría acompañarme a tomar el te?-- ella me señalo un asiento que estaba frente al suyo en la mesita llena de varios postres y una tetera y dos tazas. Yo accedí y desde ese día yo visite a Liz casi a diario durante las vacaciones.
Una noche que parecía ser una totalmente normal, mis padres y yo estábamos comiendo muy tranquilos hasta que, escuchamos un extraño ruido --Ya vienen-- dijo mi padre casi en un susurro dirigido a mi madre --Monica toma esto y corre a un lugar seguro y no vuelvas sin importar que pase-- dijo mi madre dándome una mochila algo pesada y mi conejo de peluche que parecían ya estar preparados, me dirigieron a un extraño pasadizo secreto que nunca antes había visto el cual me llevo fuera de la casa mi madre y mi padre se despidieron con un abrazo y un beso acompañados por sonrisas. El sonido de vidrios ratos se escuchaban acompañados de voces desconocidas para mi, --Corre-- me dijeron ambos al unisono para luego volver dentro de la casa y yo sin dudar salí corriendo a la casa de Liz, la persona en la que mas confiaba.
Escuche gritos a lo lejos pero aun así no me detuve, corrí con todas mis fuerzas y a pesar de los tropezones y caídas seguí corriendo hasta que al fin llegue a la mansión. Fui al patio trasero con la esperanza de encontrarla allí, pero no estaba, corrí a la puerta principal y empece a golpear la puerta con toda mis fuerzas mientras gritaba su nombre a mas no poder --¡Liz ayúdame por favor!-- grite hasta que alguien abrió la inmensa puerta, un hombre ya mayor con acento británico hablo --Disculpe pero ¿Quien es usted y por que busca a la señorita Liz?-- y sin responder ni vacilar ni por un momento abrace la pierna del hombre y me eche a llorar, Liz no tardo en llegar y al ver como estaba me tomo entre sus brazos y trato de hacer que me calmara con su típica dulzura --Monica ¿Que paso?-- yo no lograba dejar de llorar, me estaba muriendo de miedo y Liz es lo único que me queda -- Dalton por favor prepara el baño para Monica una pijama de su talla-- dijo Liz muy preocupada --Enseguida señorita-- dijo este con mucho respeto.
La gente llegaba y llegaba y hacían millones de preguntas pero yo no les prestaba atención. Liz me llevo a un gigantesco baño con una tina de agua caliente me dio un baño para luego ponerme una muy linda pijama y peino mi cabello hasta desenredarlo y dejarlo con olor a flores --¿Que paso Monica? ¿Por que llegaste así de alterada y asustada?-- logre calmarme y por fin le hable, le conté todo lo que había pasado --Monica ¿Cual es tu apellido?-- --¿M-mi ape-llido?-- --Si-- --Pues es Dragon-- --Ya veo, no te preocupes duerme yo te voy a cuidar-- Liz me dio un fuerte abrazo y me acobijo en su cama, yo caí rendida y no desperté hasta el día siguiente, y para mi suerte no tuve sueños que yo recuerde.
Al llegar la mañana Liz estuvo a mi lado cuando desperté --Hola Monica, perdón que te pida esto pero no hagas mucho ruido porque usualmente aquí se duerme de día entonces todos están durmiendo-- yo solo asentí con la cabeza --Monica dentro de unos días entraras a una academia pero no te preocupes, los fines de semana te voy a visitar, sera algo difícil pero aprenderás a pelear y muchas otras cosas-- yo no entendía lo que sucedía, y supongo que Liz lo noto en mi rostro --No te preocupes, así podrás defenderte a ti misma y a quienes quieras y... Podrás ser feliz-- --Liz gracias, eres mi mejor amiga-- --Solo hay un detallito, muchos de los que estarán en la academia, al igual que yo... Si habrán humanos, son pocos pero, la mayoría al igual que yo y todos en esta casa somos... Vampiros...-- --¡¿Vampiros?!-- --Si seras una Protectora de Vampiros--
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Protectora de Vampiros
VampiroMonica Dragon, una chica que siendo muy pequeña lo perdió todo pero gracias a una amiga de su infancia se salvo de ir a una orfanato sin saber que tendría que convertirse en una guardiana, pero no una cualquiera, sino que la guardiana de su amiga...