Estuve 9 años en la academia de protectores, principalmente aprendiendo a pelear y modales, para ser la compañera perfecta de quien se encargara de mi, quien es Liz, la vampiresa que se ha encargado de mi desde hace tantos años, y que mas que una guardiana considero una hermana.
Hoy me gradué, no fue nada grande, pero por fin me podre ir de la academia para estar con Liz, la cual llego por mi y me recibió con un gran abrazo y miles de besos por toda la cara --Monica por primera vez siento el pasar de los años, verte tan grande me hace sentir vieja, ¡Pasar de la pequeña niña que eras a una señorita de 15 años!-- Liz me miraba de pies a cabeza y, apesar de que me visito todos los fines de semana desde que entre en la academia, parecía no creer que yo he crecido --Y tu sigues igual de hermosa Liz ¡Hasta me das envidia!-- le dije a Liz como respuesta, ella me vio sorprendida y con algo de enojo --¡¿Envidia, como se te ocurre?! ¡Ya quisiera yo tener tu figura y rostro Monica!-- nunca he considerado que Liz tenga razón en eso, es cierto que al crecer mis curvas se han pronunciado un poco pero ella tiene una figura tan elegante --Si tu lo dices... Creo que ahora voy a tener que tratarte de usted-- ahora que viviré en la mansión Dracneel, el cual es el apellido de Liz, y estando frente a los demás vampiros y vampiresas de alta sociedad no me parece muy apropiado o correcto que yo, siendo su protectora y humana, me atreva a tutearla frente a la gente importante --Tal vez sea lo mejor frente a los demás pero cuando estemos en privado te matare si me habla de usted-- no pude evitar reírme de la cara que Liz hizo al decir eso,no supe si estaba enojada, triste o haciendo un puchero, lo mas posible es que los tres al mismo tiempo --De acuerdo-- le dije para tranquilizarla, ella me mostró su gran sonrisa perfecta como respuesta.
Un carruaje nos espero fuera de la academia, tardamos horas en llegar a casa aun a la gran velocidad a la que íbamos. Al llegar nos recibió el mismo hombre del día en que llegue a pedir ayuda --Bienvenida señorita Liz-- --Gracias Dalton, por favor trata bien a Monica-- el hombre me miro de pies a cabeza y no supe si le gusto la idea o si tan siquiera le importo --Por supuesto señorita-- --Gracias--.
Llegamos a la habitación de Liz y estaba exactamente igual que hace 9 años, supongo que a los vampiros no les interesa mucho cambiar la decoración según los estilos de moda, después de vivir tantos años y modas, simplemente perdían importancia. Hablamos durante horas y Liz me dio instrucciones de no hablar con su familia amenos que fuera algo de vida o muerte o que ellos me hablaran, tenia que tener cuidado con los del servicio ya que la mayoría de vampiros despreciaban a los humanos pero en su mayoría no les interesaba la diferencia entre especies, especialmente porque no cualquiera era sangre pura ya que tenían a algún humano entre sus antepasados. Esas y muchas otras instrucciones son las que me dio Liz pero la mayoría las aprendí en la academia mucho tiempo antes.
Liz me dijo que hoy no había gente en la mansión y la mayoría del servicio se la pasaban en sus puestos, ademas ella tenia que salir también así que me dijo que fuera conociendo el lugar. Después de darle vueltas ala mansión hasta dejar de perderme, encontré unas escaleras bastante escondida que me llevo a una de las torres de la mansión-castillo. Era un cuarto no muy grande pero muy bonito, con una mesita y una silla que hacia juego un sillón para dos personas color carmesí, unos estantes y la ventana; ademas parecía que cabía una cama unipersonal y aun había espacio.
Pasaron cuatro meses y el cuartito secreto se convirtió en mi espacio secreto y, en mi poco tiempo libre, pase mucho tiempo leyendo, cantando y demás muy tranquila; era mi espacio secreto.
Parecía un día normal en la mansión-castillo Dracneel, lo cual en mi vida ha traído muchos problemas. Sentí que tenia que ver a Liz. Salí corriendo hacia su habitación y la encontré llorando en su cama --Liz ¡¿Que paso?!-- le dije muy asustada Liz es lo mas importante que tengo y verla llorando así me rompía el alma --M-monica n-no te preocupes, es algo de vampiros-- dijo Liz con la voz cortada mientras se limpiaba las lagrimas --¡¿Que no me preocupe?! ¡Liz hace un segundo estabas rompiendo en lagrimas! soy tu protectora y sea cosa de vampiros, de humanos o de aliens no me importa, si te hizo llorar es demasiado importante-- Liz se quedo viéndome un rato con ojos llorosos, luego me dio un fuerte abrazo y se hecho a llorar --¡Me comprometieron! ¡Y se supone que es malo y cruel y... Muy frío y no quiero casarme, todavía soy muy joven!-- Liz me dio miles de razones de por que no se quería casar, o la deje desahogarse hasta que se quedo dormida entre mis brazos.
La deje dormir tranquila y me fui a analizar el problema en mi espacio secreto. Los padres de Liz declararon que ese era mi espacio y que, mientras no estuviera vigilando a Liz, lo mejor seria que pasara la mayor cantidad e tiempo posible allí ya que no eran fanáticos de la presencia humana; así que los demás debían respetar mi espacio, de todas maneras a nadie mas que a mi le importaba ese rinconcito del cielo.
Estaba muy tranquila buscando la manera de apoyar a Liz hasta que alguien abrió la puerta de golpe como si fuera el dueño del lugar --¡¿Quien eres?!-- dije un tanto alterada por la sorpresa, el chico no respondió. El que entro era un chico que aparentaba 18 años,cabello negro lizo, ojos con los iris rojos y piel tan blanca como la de Liz. Me habían avisado que junto a unos visitantes llegarían algunos de sus empleados para atenderlos personalmente, lo mas seguro es que este sea uno de ellos y conociendo el lugar encontró mi rinconcito y se le trabo la puerta tratando de entrar. Me calme y volví a hablar --Disculpa que me alterara, yo soy Monica ¿Y tu?-- --Dmitri-- me respondió el muchacho de los mas tranquilo y poco formal posible --Bien Dmitri, déjame decirte que este espacio esta apartado para mi así que te piso que salgas y si me necesitas toca y espera que yo responda antes de entrar-- el se me quedo viendo un rato antes de responder --No gracias, creo que este lugar sera mio mientras me quede aquí así que te advierto que no me molestes-- no podía creer lo maleducado que estaba siendo --Por ahora me voy... Ademas creo que la niñata de Liz te necesita-- me dijo esto mientras se daba la vuelta y se despedía con un movimiento de mano sin siquiera verme mientras lo hacia. No le di importancia así que le puse llave a mi rinconcito y me fui donde Liz.
Liz estaba nerviosa y muy arreglada --Liz ¿Que pasa?-- --¡Monica! a tiempo llegas. Mi prometido llego y lo voy a conocer, tu estas bien y creo que ya estoy lista, ya deberíamos irnos-- --De acuerdo-- le dije yo. Nos dirigimos al salón que se usaba para recibir visitas. Liz entro delante de mi, y al ver a las visitas casi me pongo pálida --Liz llegas a tiempo-- dijo la señora Dracneel --Te presento al señor y a la señora Romanov, y el es su hijo, y tu prometido Dmitri Romanov-- el me miro con una mirada malvada y perversa, Liz lo noto --Les presento a mi hija Liz y a su protectora Monica-- esto sera un caos.
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Protectora de Vampiros
VampireMonica Dragon, una chica que siendo muy pequeña lo perdió todo pero gracias a una amiga de su infancia se salvo de ir a una orfanato sin saber que tendría que convertirse en una guardiana, pero no una cualquiera, sino que la guardiana de su amiga...