Cielo, Estoy Aquí

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Después de que Dumbledore regresará del ministerio y de haber dejado al intruso en manos de la ley. Habían reunido nuevamente a todos en el Gran Comedor luego de des-petrificarlos.

— ¡Mañana será día libre! — exclamó el director —Ya que por la noche tendremos un baile en honor a nuestros invitados que ya terminaron sus presentaciones.

« Por lo que en la mañana podrán ir a Hogsmeade, tendrán la tarde libre y nos reuniremos nuevamente por la noche acá para el Gran Baile se Despedida»

Pisss...- susurraron — ¡James!

— ¿Ah? — giró su cuerpo encontrándose a Emily y a Alicia llamándole. Hizo una señal de que le esperará para dejar que el profesor Dumbledore terminará de dar las indicaciones de mañana.

—... Ya pueden retirarse. — los alumnos se levantaron todos de sus asientos y por grupos fueron abandonando el Gran Comedor.
Hasta que al fin James logró atravesar las puertas y reunirse con las hermanas Nott y Emma que acababa de llegar con una guitarra en la espalda.

— ¿Qué pasa?

— Te irás a ensayar con Emma — dijo Emily — Las demás chicas y yo estaremos decorando el lugar que nos indicaste.

— ¿Y quién la va a entretener? — cuestionó James tomando el estuche del instrumento que Emma le entregaba. — Porque les recuerdo que es muy curiosa, y que todas se vallan levantará sospechas.

— Lo sabemos por esos Abraxas y los chicos se encargarán de ella.
— Contestó Alicia a la vez que tomaba de la mano a su hermana y comenzaba a halar de ella para ir a reunirse con las demás chicas que las esperaban al toro lado del pasillo.

— Recuerda. — le había susurrado Emily antes de irse con su hermana. — Mañana después del desayuno.

— ¿Listo? — pregunto Emma y el asintió siguiéndola a un aula vacía, en donde estarían tranquilos y solos para poder ensayar con tranquilidad.

No perdieron mucho tiempo pues rápidamente Emma se había subido sobre el escritorio mientras que James halaba una de las sillas y la acercó a ella, seguidamente extrajo la guitarra del estuche y el ensayo dio comienzo.

El tiempo había transcurrido tan rápido que no se habían dado cuenta de que se habían pasado la hora de la cena, pero James debía admitir que había válido la pena, para su fortuna la ayuda de Emma le acento de maravilla juntos habían logrado hacer una mejor versión de la canción que él le escribió a Venus.

— Creo que es hora de irnos — dijo Emma — Hemos estado aquí por más de cuatro horas, es media noche.

—¡¿Media noche?! — Preguntó incrédulo mientras que cerraba el estuche y abría la puerta para que la morena saliera. — Valla, si que se nos paso el tiempo.

— Yo creo que valió la pena, aunque deberías hacer la parte del coro un poco más aguda ¿entiendes? — Sugirió la chica dándose la vuelta y caminando de espaldas para poder observar su rostro.

— ¿Cuál? ¿Aquí? — Ella asintió entonces el entonó el coro tomando la sugerencia de Emma. — ¿Y?

— Perfecto. — Declaró con emoción caminando a la par — Es emocionante ver que al fin tendrás a la chica de tus sueños.

Suspiró al pensar en su pelirroja y formó una media sonrisa — Solo falta que... Diga que sí.

Río un poco porque esa mujer era impredecible, y mucho más por que la idea de que lo rechazara era espeluznante. Emma rió con él pero no tan animada como antes.

En El Pasado (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora