Efectos Colaterales

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"Cada acción acarrea una consecuencia".

El maltrato y cansancio se hacían presentes en el rostro de cada uno de los merodeadores pues todos se habían dado cuenta de que dormir unos sobre otros en la biblioteca no fue la mejor idea que se les haya ocurrido. James paso una mano por su revoltoso cabello azabache tratando de evadir el sueño mientras caminaba con pesar por los pasillos, era temprano por lo que eran los únicos que deambulaban en dirección a la sala de los Meresteres en esas horas de la madrugada.

Observó a sus amigos quienes se veían peor que él y sonrió para si al ver como Fred cargaba a Abraxas a rastras sobre su espalda y a pesar de que sus rodillas y pies hacían contacto con el suelo el rubio ni se inmutaba, negó divertido al ver como el pelirrojo se cansaba de cargar a su primo y lo dejaba recostado en el suelo para luego sujetarlo por las piernas y arrastrar los pocos metros que faltaban para llegar a la sala.

¿Cómo no podía despertase? Ya quisiera él tener un sueño así de pesado.

— Es insoportable —. Gruñó por lo bajo Fred —. A la próxima lo dejamos para que Victore lo despierte de un jalón de oreja.

James no podía estar más de acuerdo pues Abraxas siempre tenía esa costumbre caer como un tronco y luego ellos tenían que arrastrarlo hasta donde debían llegar —. Ni siquiera un enervate logra despertarlo.

— Intenta con su punto débil — Sugirió Lorcan con una media sonrisa maquiavélica.

— Acaso esa que va allá no es Emily con Dominic —. Se acercó al cuerpo de su mejor amigo y susurró alejándose inmediatamente cuando Abraxas se levantó de golpe con los puños preparados.

— ¡Que no ande solo por los pasillos! —. Exclamó causando las risas de sus amigos y el gruño mientras los fulminaba con la mirada.

— Podríamos haber intentado eso hace tres pasillos atrás ¿no creen? —. Dijo Fred cruzándose de brazos.

Pero la discusión fue interrumpida por una Victore muy diferente a quienes conocen, los recibía en la entrada pues a comparación de su apariencia inmaculada, ella parecía una vagabunda con los cabellos rubios en punta que fácilmente competían con el de una escoba, una mascarilla, que a simple vista se veía asquerosa, cubría su rostro, llevaba un camisón azul hasta los tobillos para nada elegante y los brazos los llevaba en jarra y los observaba enfada. Verla así era como ver a la mismísima reencarnación se la bruja del 71 un personaje de una serie muggle mexicana llamada El chavo.

— ¿Dónde estaban? —. Inquirió prestando poca atención a las caras adormiladas de los chicos y a la ropa llena de polvo de Abraxas — ¿Creían que no me daría cuenta de su ausencia?

Para los chicos si había alguien capaz de hacer eriza la piel después de sus madres, era Victore, esa mujer tenía tanto carácter que no había duda de que era una Weasley.

— Haber —. Se acercó a James y Abraxas que ya estaba en pie y los tomo de las orejas y tras réplicas y quejas por parte de los chicos a las que por supuesto ella ignoro los arrastró al interior en donde los demás chicos de la tercer generación se hallaban tranquilamente dormidos. Pero cuando creían que la joven los llevaba a sus camas ella cruzó en dirección contraria hacia a un pequeño compartimiento en donde Ted con sus cabellos azules en punta y rostro adormilado los esperaba al igual que sus padres del futuro también estaban allí. Todos con caras acusatorias.

En El Pasado (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora