y cómo te explico
que no tengo ganas de nada
excepto de tiQue de ti tengo todo lo que se pueda tener en este mundo.
dentro del agua. 3 de febrero del 2024. 8:44. Tailandia.
A la mañana siguiente, despertó entre sus brazos. Elevó ligeramente la cabeza, besando el cuello del catalán antes de librarse de su agarre y sentarse el el borde de la cama.
Miró con ternura como el rubio se revolcaba extrañado por la falta de calor, hasta acabar hecho una bola entre las finas sábanas.Se levantó con desgana, buscando su ropa desperdigada por el suelo antes de salir al pequeño balcón y descansar su peso sobre la barandilla. Acarició sus sienes delicadamente, sin saber muy bien el por qué del malestar que inundaba su cuerpo.
Tal vez fuera la resaca de la noche anterior, tal vez el cansancio, tal vez el recuerdo de su madre.No sabía el qué, pero algo no iba bien. Y si de algo se fiaba, era de su propio instinto.
Suspiró con fuerza, y entró de nuevo en la habitación para coger su teléfono e intentar entretenerse un poco antes de despertar al catalán. La noche anterior se habían acostado mucho más tarde de lo que debían y en sólo un par de horas tendrían que irse para un pequeño evento en una playa.
Twitter ardía. Y si twitter ardía, algo había pasado. Antes de leer nada más, pasó a Instagram, intentando encontrar allí un ambiente calmado. Sin embargo, sólo hizo falta que la aplicación se cargara para ver la causa de todo el alboroto.
La noche anterior el rubio había estado trasteando con su móvil acompañado de Marina durante la pequeña fiesta, y a juzgar por las pequeñas miradas que le había dirigido como si fuera un niño después de hacer una travesura, algo había hecho. En un principio pensaba preguntárselo con calma en la habitación, pero una vez más habían acabado en un nudo de besos y gemidos, mucho más importante que cualquier preocupación.
Así que allí estaba, aún medio dormido y mirando como el chico que dormía a solo unos metros de él había colgado una foto el Instragram. No era su mejor foto, de hecho, ni siquiera enseñaba la cara. Se le veía de espaldas mientras miraba el atardecer de la playa, y un poco más alante, salía él mismo, mirándole felizmente mientras reía con él.
Había colgado una foto juntos, pero eso no era lo importante. Su usuario estaba etiquetado sobre el tatuaje de Raoul. Estaba etiquetado sobre el doble 3 que descansaba sobre sus costillas, perenne desde hacía dos años. Sobre aquel pequeño tatuaje, se encontraba un "agoneyhernández" que significaba muchísimo más de lo que parecía.
Recordó por un momento el Raoul de hacía siete años, completamente incapaz de darle un pico a un chico en una clase de interpretación. Que un tres de marzo había sido muchísimo más valiente de lo que nadie - aparte de él - sabría jamás. Y sonrió. Sonrió porque su niño era libre. Sonrió porque su niño había gritado hacía años que estaban juntos y había mandado a la mierda la homofobia de la industria de la que dependía. Su niño se había tatuado una de las fechas más importantes de su vida, y su niño, con la simple posición de una etiquetación , había gritado al mundo que entre esos dos treses, había un nombre.
Agoney.fuera del agua. 22 de febrero del 2019. 21:17.
- Gracias por todo, Álvaro.
El ojiazul sonrió antes de abrir su coche y dejar su mochila en el maletero. Se acercó a él, envolviéndole entre sus brazos con la naturalidad que le caracterizaba.
- No hay de qué, cuñao. - sonrió el mayor de los Vázquez. - Cuida de él. Y cualquier cosa sólo tenéis que avisarme.
- Que sí, tete. Anda, vete ya.

ESTÁS LEYENDO
Under the water ; Ragoney
FanfictionDentro del agua. 14 de febrero. 12:37. Tailandia. Lo último que vio antes de ser engullido por la ola, fueron los ojos de Raoul.