Bienvenido a Berlín. -Fassavoy.

Capítulo XXXII.

Apartments Rosenthal Residence.
Miércoles 14 de noviembre.

Al entrar al departamento, el agente estadounidense vio a su alrededor los vidrios de las ventanas quebradas, las cortinas en el suelo, y demás. Pero eso no era todo, al abrir la puerta de la pequeña habitación donde dormía Alicia, se encontró con una fotografía tirada en el suelo.

Estaba apunto de agarrarla cuando su teléfono comenzó a sonar.

—¿Qué es lo que quieres?, ¿Acabamos de vernos y ya estás jodiendo otra vez?

—Disculpa, no pensé que te molestaría. —respondió James desde la otra línea.

—Claro que no, estoy disponible para que siempre me llames. —dijo Michael sarcástico.

—Tú y tú buen humor de siempre, Fass. Perdona, necesito hacerte una pregunta.

—Te escucho.

—¿En dónde estás ahora mismo?—hubo un pequeño silencio, hasta que Michael comenzó a reír.

—¿Qué clase de pregunta es esa?, ¿Acaso me estás vigilando?

—No, solo quería saber qué es lo que hacías porque quería aclarar algunas cosas contigo.—mientras tanto, James se encontraba en la habitación de Michael bebiendo un poco de los muchos whisky's que tiene.

—Pues estoy en mi departamento, tomando un poco de whisky, ¿Quisieras venir?—preguntó Michael tomando aquella fotografía.

—No, estoy cansado. Te veré después.

—De acuerdo, hasta luego. —colgó y guardó su teléfono mientras miraba aquella foto.

No podía creerlo, ¿James y Alicia juntos?, ¿qué es lo que rayos pasaba, acaso uno de los dos miente?

De pronto, Michael dejó atrás sus pensamientos, ya que se escuchó un ruido que provenía de abajo. Eran dos autos que se estacionaron frente al departamento y venían hacia acá con armas.

—Es ist hier! [¡Está aquí!]—gritó un oficial alemán al ver a Michael fijarse por la ventana.

Algunos de esos oficiales subieron, mientras que Michael se encontraba detrás de la puerta y al escucharlos cerca los golpeó con ella y dos de ellos cayeron.

Fassbender aprovechó para salir de la habitación y dirigirse a la sala.

—¡Maldición, la fotografía!—gritó y a la misma vez se agachó, ya que otro de los oficiales disparó.

—Halt! Raus jetzt oder wir schießen! [¡Alto!, Salga ahora o disparamos!]

—Ustedes no son oficiales, mucho menos hablan alemán, su acento es diferente.—alzó la voz desde su escondite— Les juro que saldré de aquí, pero con la condición de que bajen sus armas y hablen como se debe.

—¿Porqué confiariamos en usted?, Es un extraño, no lo conocemos.—aquel oficial alemán ahora habló en español.

—Me estoy arriesgando, ya que tampoco los conozco. Soy agente de la FBI, aquí está mi placa. —levantó su mano y enseñó su placa.

—Confiamos en su placa, pero no en usted.

—Lo mismo digo, ¿Quién los mandó, acaso fue James McAvoy?—salió de su escondite y disparó hacia la pierna del dichoso oficial.

—¡Argh!—se quejó—¿Quién mierda eres?

—Pues Batman no soy. —sonrió y se acercó hacia él apuntando a los demás— Aunque me mataron a alguien, pero no era mi madre y ni siquiera se llamaba Martha.

—Que gracioso.

—Ahora dime—se agachó, ya que el oficial se estaba retorciendo de dolor en el suelo— ¿Dónde está el doble agente?

—Pensé que ya lo sabías, te ha dado demasiadas pistas. Pero McAvoy tenía razón, eres demasiado imbécil para darte cuenta. —rió y Michael le disparó a uno de sus compañeros.

—No estoy jugando, sólo me quedan exactamente tres balas para tus dos compañeros y para ti, así que habla si no quieres morir.—dijo tranquilo.

—No lo harías. —dijo el oficial burlándose.

—¿Quieres probar?, De acuerdo. —le disparó a sus dos compañeros.

—De todas formas no diré nada, aún así y me amenaces con matarme, prefiero morir antes de decir la verdad.—dijo entre dientes.

—Hablame del doble agente, he escuchado que se llama Andrew.

—Estas muy atrás, amigo. Él es muy ágil para esto y ni siquiera te das cuenta cuando te espía. —rió.

Michael quedó confundido ante la confesión del oficial y recordó aquella vez en la cafetería...

"—¿Acaso me estás espiando también tú?

—Fassbender, si te estuviera espiando ni siquiera te darías cuenta."

—¿Me estás diciendo que el doble agente es James McAvoy y quién fue él que te mandó?—preguntó Michael asombrado.

—¿Ahora encajan las piezas perfectamente, no es así?—se burló.

—Tenía razón..—susurró, luego tomó al tipo de la camisa y le enseñó la fotografía—¿Qué es lo que vez aquí?

—Dos personas, un chico y una chica. ¿Estás ciego o qué?—rió.

—Eso lo sé, imbécil.  Aquí está James, el que te mandó para que me mataras y a lado una chica, ¿La conoces?

—Es una bella chica, pero no recuerdo.

—Escuchame bien, Su nombre es Alicia Vikander y el de a lado es James McAvoy. ¿Los viste juntos alguna vez?!

—Lo siento, no recuerdo.

Michael lo golpeó.

—¡¿Los viste alguna vez juntos?!, ¿Sabes si está chica sigue viva por alguna razón?, ¡Por favor!, Solo contesta!—gritó desesperado.

—El jefe estaría feliz de ver esto.—sonrió, Michael se levantó.

—Es una lástima que tu jefe no esté aquí para ver tu muerte. —le disparó y salió de la habitación.

Fassbender se llevó una gran sorpresa al ver otros oficiales que recién llegaban.

—Mierda, no quedan más balas... Hora de utilizar los puños.