Capitulo 22- Mi casa

3.7K 90 4
                                    

Cepeda
23:30
Ya estamos en la puerta de su casa, justo a puesto la dirección en el GPS antes de quedarse dormida.
Hoy lleva el pelo suelto, sus gafas negra de pasta y una bufanda gigante que no se a quitado ni dentro del coche.
Le acaricio la mejilla mientras intento despertarla suavemente.
-mmmmm... ¿Ya hemos llegado?
-Si, estamos en la puerta de tu casa

Aitana
-¿Vamos?
-Vamos

Salimos del coche, el frío de Barcelona es distinto, es menos seco que el de Madrid, creo, me pongo el chaquetón gigante rojo y el gorro, Luis se pone el abrigo, coge la maleta y cierra el coche.

Me da la mano, me siento segura cuando me da la mano, capaz de enfrentarme a cualquier cosa.
Subimos en el ascensor, vivo en un ático duplex, bueno, ahora mis padres.

Llego a la puerta y saco las llaves, abro y la primera que viene corriendo es mi perrita, Bella, me agacho a acariciarla y me llena la cara de lametones, Luis también se agacha a acariciarla

-Creo que le has caído bien-sonreímos-
-Se parece a su dueña pues
-Tonto

-¡Mama!¡Papa! Ya hemos llegado

Bajan del piso de arriba muy sonrientes y me abrazan fuertemente, cualquier día me rompen una costilla, pero me encanta, después saludan a Luis con un abrazo, creo que todos estamos bastante cómodos.

-Os hemos dejado cena en la cocina, después de tantas horas de coche debéis de estar cansados y hambrientos
-Gracias mama, vamos a dejar esto a mi habitación y bajamos
-¡Vale! Enséñale a Luis la habitación de invitados
-Mama no, tía que tengo 19 años
-Como si tienes 40
-Flipo
-Flipa, flipa, tirar pa arriba anda

Subimos y dejamos las cosas en mi habitación

-Aitana de verdad que no me importa, es normal
-No Luis, que ya soy mayorcita jo, es que antes que no me dejaran vale, pero ahora ya no sé
-Aitana hoy duermo en la de invitados, y mañana ya veremos
-Vale
-Vamos a cenar anda que entre que tienes hambre y te has dormido, por eso estás de mal humor
-Luis, no digas nada de que fumo delante de ellos porfa
-¿No lo saben?
-No, no quiero, lo dejaré pronto de verdad
-Vale

Cenamos en la cocina mientras ellos veían una peli en el sofá, después nos unimos a ellos, y Justo estaban viendo el diario de Noa, no soy capaz de ver esa pelicula sin llorar.

Me apoyo en el pecho de Luis, me caen lágrimas, no puedo evitarlo, en cuanto se da cuenta me seca las lágrimas con sus dedos y deposita un beso en mi cabeza

-Nos vamos a dormir
-Vale, cada uno a una habitación eh
-Que si papa
-Buenas noches
-Buenas noches Luis cariño

Subimos las escaleras
-¿Cariño?-Se rie- Te quiere más a ti que a mi
-Celosona
-Que es broma hombre, buenas noches Luis
-Buenas noches Aiti

Nos damos un tierno beso, lento, saboreándonos, disfrutándonos.

Cierro la puerta y me encuentro con un montón de fotos que tenia en la pared, colgadas con pinzas en una cuerda, mi vida de antes, amigos que ya no lo son, o que quizás nunca lo fueron de verdad, también los que siguen estando y estarán, mis primas, mis tíos, mis abuelos, mis padres, y una nueva, una que habría imprimido mi madre, mía con Luis, la del día de la cena. No me pudo alegrar más el día.

Cojo un cigarro y el mechero y voy a la habitación de Luis, la ventana es más grande, o eso me servirá de excusa.
Entro y lo veo fumando en la ventana

-¡Luis! Pero que haces fumando tío, con la chapa que me das
-Joder lo siento, he recaído, es que esta semana a sido muy dura en el trabajo, creo que de las más duras que he vivido desde que estoy en ese hospital, estaba en la planta de niños y es horrible, tú estabas estudiando y necesitaba desahogarme, te juro que cuando tú lo dejes lo dejaré
-En junio, lo dejamos juntos
-O en navidad
-Me parece bien, pero eso si, habrá que buscar algo para liberar el estrés... y no comiendo... -Le rodea el cuello con los brazos y le saca la camiseta besándole el pecho-
-Aitana... están tus padres abajo
-Va Luis... que no se enteran
-Aitana no, cuando no estén en casa, de verdad
-Ay vale chico
-No te enfades
-No me enfado

Estuvimos asomados a la ventana, el viento helado de Barcelona por las noches chocaba en nuestras caras, cuando los cigarros se consumieron cerramos la ventana.

Que no me había enfadado ni se lo creía él ni me lo creía yo

-Me voy a mi habitación
-Aitana no quiero que te vayas a dormir enfadada
-Es que Luis te has cansado de mi ya seguro, con tus otras novias hacías más lokuras
-No es eso Aitana, es que tienes 19 años, y no me importa para nada, pero a tus padres si, y no quiero correr el riesgo de que nos oigan o nos pillen, entiéndelo
-Vale Tienes razón, pero mañana no te me escapas, por la mañana no estarán...
-Te lo prometo

Nos damos un beso corto, otro un poco más largo y otro larguísimo, me abrazo a él, no quiero separarme nunca de él, me quedaría a vivir en mi huequito de su pecho

-Luis, me da igual lo que digan mis padres, me quedo a dormir contigo
-Gracias

Nos echamos a dormir, seguimos abrazados, hace frío, vamos con pijama largo y aún con todo nos tapamos con el nórdico y nos abrazamos, su calor es mejor que el de ninguna manta, su olor es mi droga, y sus besos adiccion, sonrió al darme cuenta de lo que estoy pensando, le doy un beso en el cuello y me vuelvo a acurrucar en su pecho, y así me quedo dormida.

Tu Bandera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora