Capitulo 37- Galicia

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Aitana
Me despierto con dolores en el vientre, las primeras contracciones supongo, quedan 15 días para la fecha prevista de parto y los nervios ya están a flor de piel

Veo como Luis se despereza en la cama y abre lentamente los ojos
-Mmm, buenos días pequeña
-Buenos días Luis
-¿Estas bien?
-Si, si, tranquilo, voy a hacer el desayuno
-Tu quédate aquí tranquila que ya voy yo, descansa que la barriga ya pesa mucho
-Gracias, pero puedo

Deja que me levante ha preparar el desayuno, sabe que a cabezona no me gana nadie 

A los diez minutos estábamos sentados desayunando, en pleno mes de agosto, asfixiados de calor, con unas caras de sueño que no nos quitaba nadie, si ya es duro dormir con calor, con calor y un bombo gigante encima ni te cuento

-Luis, no hemos buscado piso
-Tengo uno fichado, pero quería preguntarte antes si querías vivir conmigo o no
-Luis, ¿Que somos?
-Pues... una pareja, ¿no?
-Y me puedes explicar como has llegado a pensar que no querría vivir contigo
-No te quería agobiar Aitana
-No me agobias, ya lo sabes, vamos a vivir juntos, tú, yo, y nuestra pequeña
-Está tarde vamos a ver el piso

Y así fue, por la tarde fuimos a ver el piso, tres habitaciones, terraza, dos baños, cocina-comedor y garaje, perfecto para nosotros, bonito y bien situado

Cepeda
Esta noche hemos dormido medianamente bien, a Aitana le cuesta la vida encontrar una postura cómoda y hoy al fin lo ha conseguido.
Me despierto sobresaltado con el sonido de mi móvil, ¿Quién llamará a estas horas?
Veo que Aitana se mueve y lo cojo antes de que se despierte ella también

-¿Si?
-Tia,¿a pasado algo?
-Salgo ahora mismo, dile que la quiero mucho porfavor, llego lo antes que pueda

Cuelgo, descolocado, helado, Aitana se ha despertado y me mira desconcertada

-¿Luis?
-Mi madre, la han ingresado, está muy mal Aitana- rompo a llorar y ella me abraza, me abraza mientras llora conmigo, está muy sensible y solo le falta esto
-Coge ropa y nos vamos, no te voy a dejar aquí sola sabiendo que te puedes poner de parto en cualquier momento, o si quieres te llevo a Barcelona
-No Luis, me voy contigo, tomate un café para despegarte y mientras cojo algo de ropa para los dos
-Gracias Aitana- le da un beso en el flequillo ahora despeinado y va a lavarse la cara

Después de 5 horas y media, parando cada hora por que Aitana si no se me meaba en el coche, llegamos a Ourense, directos al hospital

-Aitana estás embarazada, no entres, quédate en la sala de espera, ¿vale?
-Vale, dale un besito de mi parte Luis
Aitana
Me da un beso en la cabeza y entra hacia el largo pasillo que tan familiar le resulta, pues es enfermero

A la media hora lo veo salir con su madre en silla de ruedas y el gotero, me levanto lo más rápido que puedo sin poder ocultar un gesto de dolor, y voy a darle dos besos y un pequeño abrazo

-Quería verte- Dice Luis sin poder ocultar una leve sonrisa
-¿Que tal estás bonita? Tenía muchas ganas de conocerte
-Estoy muy bien Encarna, esta niña no para de moverse y así no me aburro
-¿Como se va a llamar mi nieta?- miro a Luis, no hemos vuelto a hablar de eso
-Aria, Aria Cepeda Ocaña
-¿Seguro?
-Seguro
-Le doy un beso efusivamente y su madre nos mira divertida y emocionada mientras se le escapa una lagrimilla
-Me encanta el nombre, tiene personalidad, como vosotros
-Mamá tenemos que volver dentro, iré a llevar a Aitana a casa un momento y vuelvo, María está ya en el avión hacia aquí también
-Vale hijo, Aitana cariño cuídate mucho y tú cuídalas Luis, a las dos
-Mamá no te despidas que seguro que está tarde me hace traerla otra vez a verte

Llegamos a mi casa y preparo algo de comer antes de volver a irme

-Aitana, te he visto la cara que has puesto al levantarte, ¿seguro que estás bien?
-No te preocupes Luis, es normal alguna contracción suelta, ya lo sabes
-No me voy tranquilo
-Luis, estoy bien de verdad, muy cansada, me pasaré la tarde en el sofá aquí que se está fresquito, tú ve con tu madre que ella sí que te necesita de verdad, además estás a diez minutos de aquí o menos
-Te quiero mucho Aitana, y a ti también Ari, me da un beso a mí y otro a la tripa y se va, dejándome con una sonrisa de tonta que no me cabe en la cara y alguna lagrimilla de emoción al ver cada vez más cerca la llegada de Aria, ojalá sea pronto y su abuela la pueda conocer, cada vez que me imagino el que no pueda conocer a su nieta y lo que le pesaría a Luis me entristezco mucho, pero estas cosas no se pueden elegir.
Me quedo dormida

Cepeda
Son las 8 de la tarde cuando Maria, mi hermana llega al aeropuerto, ella vive en Méjico y a venido en cuanto a podido.
Aitana no me ha mandado ningún mensaje en toda la tarde, igual lo que le hacía falta era la tranquilidad, calma y fresquito de Galicia para poder descansar bien

Llegamos a casa y al abrir la puerta la veo durmiendo en el sofá, solo con mi camiseta y unas braguitas, ahora mi camiseta le llega a duras penas por debajo del ombligo, me enternece la escena, es un bebé cuando duerme
Me acerco y la despierto con besitos por la cara, una sonrisa no tarda en aparecer en su rostro y abre los ojos lentamente

-Hola
-Hola guapa
-¿Que hora es?
-Las ocho
-¡Ya! Dios mío he dormido un montón
-Ven, te voy a presentar a mi hermana que ya ha llegado
-Luis pero que me cambio un momento que mira que pintas llevo
-Calla que estás Preciosa

Justo mi hermana baja por las escaleras y va directa a darle un abrazo a Aitana, me encanta esta imagen

-Ala me hace mucha ilusión conocerte por fin Aitana, ¿Puedo?- Dice refiriéndose a la barriga
-Claro- Aitana se levanta más la camiseta y deja que mi hermana le acaricie la barriga-
-Le has caído bien, mira que patadas
-Estar embarazada es increíble, ¿verdad?
-Increíble, si
-Oye, ¿y tú cómo lo sabes?- pregunto-
-¡Sorpresa!
-¡¿En serio?!- nos abrazamos efusivamente y después se vuelven a abrazar ellas
Mi hermana ya tiene un hijo de dos añitos y aunque seguramente mi madre no pueda conocer a este sé que le alegrará muchísimo la noticia, a la vez que le echará la bronca por haber venido haya aquí embaraza, así es ella, le da igual que le tengan que operar, que esté como esté, incluso que se esté muriendo, siempre linda en los suyos, en que seamos felices y tiene la mejor actitud posible con tal de hacérnoslo todo más fácil
-Venga Luisiño llévame a ver a mamá y le doy la noticia
-¿Puedo ir?
-Claro que si Aiti, cámbiate y nos vamos

Cuando bajo otra vez cara de molestia a cada escalón
-Aitana, ¿Seguro que estás bien?
-Ay Luis que si, tranquilo

En el coche se puso atrás para que yo y mi hermana nos pusiéramos al día, o eso dijo, pero yo no podía parar de mirarla a través del retrovisor, estaba sudando y cada poco rato ponía cara de dolor, aunque sé que lo intentaba disimular

Llegamos en diez minutos al hospital y entramos todos a la habitación, la habían puesto en la primera del pasillo y estaba sola, entonces deje que mis embarazaditas entraran con menos riesgo de coger algo
-Nos quedamos hasta que mi madre comió y le hicimos compañía hasta las 10

-María, tú que estás embarazada no te puedes quedar a dormir y la tía lleva todo el día
-Luis, quédate de verdad- Aitana me intentaba convencer de que estaba bien pero yo sabía que no

Al final mi tía insistió en quedarse ella también por la noche
Aitana
Al levantarme de la silla para irnos noté como un líquido calienta bajaba por mis piernas y encharcaba el suelo, Luis me miraba en shock, su hermana sonreía, su tía también y su madre le dio una colleja a Luis que lo tenía al lado
-Hijo desempanate coño que se ha puesto de parto la niña
-Ay dios- fue lo único que dijo Luis y ya reaccionó y llamó a una enfermera rápidamente

Me acerque a su madre que me daba besos y acariciaba la tripa mientras me daba consejos y ánimos visiblemente emocionada, su tía un abrazo, y su hermana lloraba con la excusa de las hormonas mientras me abrazaba y acariciaba mi barriga

Luis llegó corriendo con una enfermera y me llevaron en silla de ruedas hasta otra habitación, como si ya no pudiera ni andar, madre mía, no había visto a Luis tan nervioso nunca

Esta noche otro❤️

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