Tu Bandera

Capitulo 40- Familia

Cepeda
Los días fueron pasando en Barcelona, sus padres le habían preparado una habitación a Aria con todo lo necesario y más, nos daban nuestro espacio para estar los tres solos, a ratos nos dejaban ratitos en pareja mientras ellos paseaban con Aria y ayudaban en todo lo que podían y necesitábamos, adoran a Aria y me alegro muchísimo de que ya que solo va a tener los abuelos maternos Sean unos abuelos tan Buenos y que la quieran tantísimo.
Aitana está muchísimo mejor, le han dado el alta de la pequeña depresión post parto, no era nada grave como otros casos, solo estaba triste y se veía fea y mal y que su hija merecía una madre mejor, ahora todo eso a pasado estamos consiguiendo que se vuelva a ver bien, y ya sabe que es la mejor madre que podría tener Aria y que la pequeña la adora.
Por el tema de su trastorno alimenticio no estoy demasiado preocupado, no ha vuelto a vomitar y aunque a veces se le pasan pensamientos de hacerlo en seguida se autoconvence de que ni puede ni debe hacerlo.
Yo estoy muy feliz, tengo a las dos personas que son el motor y los pilares más importantes de mi vida conmigo, a mi lado, y no veo cosa que me pueda hacer más feliz que eso.

Ahora ya han pasado las dos semanas, tenemos que volver a casa, Aria duerme muchísimo y el viaje con ella es muy fácil y a Aitana ya le han quitado los puntos y ya no le hace casi daño la cicatriz.

Son las ocho de la tarde cuando llegamos a casa. Primero entra Aitana y detrás yo con Aria en brazos, se queda flipando mirando a todos lados, como me imaginaba, nuestros amigos han dejado la casa Preciosa, el cuarto del bebé es como estar en una nube, eso sí, se nota que Mimi le ha dado su toque de rosa con purpurina.
La casa es perfecta, mi familia es perfecta, por lo menos para mi. Y diez minutos después llegan todos para conocer a su sobrinita y nos pasamos un buen rato entre lagrimas de emoción, risas, fotos, sonrisitas de bebé y alegría.

Y así vamos creciendo juntos, Aitana con sus inseguridades que cada día va superando, Aria crece casi cada día y cada vez está más guapa y simpática, y yo crezco como persona aprendiendo muchísimo de la fortaleza de mis niñas.

10 años después
Y tanto vamos creciendo que también lo hacemos como familia, ahora han pasado 10 años, 10 años desde la llegada de Aria, que nos cambió la vida, a mejor, después, cuando Aria tenía 3 años llegó Luis a nuestras vidas, más en honor a mi padre que a mi la verdad, eso de llamar al hijo como al padre no nos gusta, pero lo hicimos por su abuelo que se que le hubiera hecho muchísima ilusión, Luis a diferencia de Aria era un calco mío, exacto, mis ojos, mis rizos negros, mi nariz pero más pequeñita, mi boca, y eso si, las orejas de su Madre, igualitas, y es un niño bueno y tranquilo, muy aplicado con todo lo que hace y adora por encima de todo a su hermana. Después llegó para cerrar la familia Gala, una niña risueña y muy activa, se pasaba el día escribiendo cualquier cosa, y para lo pequeña que es, y escucha música y se pone a bailar, habrá sacado el gusto por la música de su padre.

Ahora Aria tiene 10 años, es una niña tímida e insegura, como lo era su madre, pero poco a poco vamos haciendo que gane confianza en sí misma, tiene el pelo rizado y negro, nuestra leona, y de cara pues igual que su madre y algún pequeño rasgo mío, Luis ahora tiene 7 años, como ya he dicho es como yo y con las orejas de su madre, es un niño encantador, tranquilo y adora a su hermana Aria y a su madre, a Gala y a mí también nos quiere mucho, pero lo que tiene con ellas es increíble, como escuche a alguien hablar mal de ellas se pone hecho una furia. Y la pequeña Gala ahora tiene dos añitos, se pasa el día intentando escribir y canturreando y bailando, en personalidad a salido a mi, en físico es una perfecta mezcla, tiene la nariz y los ojos de Aitana, la boca más gordita que los dos juntos, el pelo oscuro pero liso como el de su madre, mía orejas, aunque más pequeñas y diría que hasta le quedan bien, aunque con el pelo no se le ven, y Aitana dice que desgraciadamente a sacado su frente, que a mí me sigue pareciendo Preciosa, la de las dos, y por eso desde que le empezó a crecer más el pelo lleva un flequillo lo más parecido al de su madre que su corta edad le permite. Gala es una niña de papá en toda regla, cuando estoy yo no quiere a nadie más y le encanta pasarse ratos y ratos escuchándome cantar, es mi mejor público.