Tu Bandera

Capitulo 6- ¡Sorpresa!

Cepeda
Esta semana llevo turno de tardes, son las 9, me cambio y me dispongo a salir por la puerta del hospital
-¡Sorpresa!
-Ostia puta, que susto!
Una Aitana sonriente me esperaba apoyada sobre la pared con un cigarrillo entre sus dedos

-Como has llegado hasta aquí? No te duele la herida?
-Si, pero necesitaba a mi enfermero para las curas
-Uy pues lo siento, pero ha acabado mi jornada laboral
-Jo, pues tendré que esperar a mañana
-Anda tonta, ven a mi casa y te lo curo

Nos subimos a mi coche, al sentarse hace una mueca de dolor, no debería haber venido hasta aquí aún

-Aitana, te llevo a tu casa?
-No, la cena de la resi hoy no me gusta, mejor ceno en la tuya
-A sus órdenes
-¡Oye! Mira que me voy a la resi
-Que no tonta, no te enfades
-No me enfado

Enciendo el coche y comienza a sonar la música, suena con las ganas, de Zahara, veo que se le escapa una lagrimilla, pero no dice nada

-Oye y que tal el día, se han ido ya tus padres?
-Si, me han intentado insistir para que me vaya, Vicente me ha llamado tres veces, quieren que me traslade a Barcelona

No entiendo por qué, si solo la conozco de hace tres días, pero la idea de no volver a verla me encoge el corazón

-Y te vas a ir?
-No
-Vale

Apoya su brazo en la ventanilla y la cabeza sobre este, entiendo que no quiere seguir con la conversación y me quedo callado
Veinte minutos después llegamos a mi piso, aparco en el garaje, Aitana se ha dormido.
La despierto sutilmente con caricias en el moflete

-Ya hemos llegado?

Se remueve intranquila

-Si
-Quiero irme a la residencia
-Estas segura?
-Si, porfa

Vuelvo a sacar el coche del garaje, no entiendo este repentino cambio de idea, ¿Habré dicho o hecho algo que le haya molestado?

Aparco en frente de la puerta.

-¿Que te pasa Aitana?
-Nada, estoy bien
-Seguro?
-No me pasa nada de verdad
-Quieres que te cure la herida antes de irte?
-Si porfa
-Voy a coger al maletero el botiquín

Le curo la herida, le está cicatrizando muy bien, está casi curada, la noto tensa

-Pues ya estaría

Nos quedamos a escasos centímetros, nos miramos, su mirada refleja miedo, tensión, carraspea la garganta y nos distanciamos

-Gracias Luis, hasta mañana
-Hasta mañana Aitana

Sale del coche dejándome totalmente confundido, no entiendo nada, nos llevamos muy bien, que ha pasado de repente?