Capitulo 23- Diciembre

3.7K 85 2
                                    

Aitana
Me despierto sobresaltada, veo a mi madre en la puerta, me a lanzado un cojín, de ahí el susto

-¿Pero que haces?
-Aitana tía está no es tu habitación

Me levanto y salgo cerrando la puerta tras de mi

-Mama porfavor, es que no entiendo porque no me dejáis dormir con el, tengo 19 años, nuestra relación va en serio y que sepas que ayer yo quería hacerlo y él no quiso porque estábamos aquí, no te preocupes que él tiene un poco más de cabeza, bueno a veces
-Ay cariño lo siento, si es que te nos haces mayor y pues cuesta, una cosa es saberlo y otra escucharlo o verlo, pero confío en ti, me voy a trabajar que el papa ya se ha ido, vete a dormir con tu Luis anda- Me da un beso en la mejilla y sonríe-

Entro a la habitación y Luis está despierto

-¿Te a caído bronca?
-No, les parece bien, creo que les caes bien Luis
-Me alegro mucho Aiti, ven anda

Me vuelvo a acurrucar en su pecho, el acaricia mi pelo, me encanta que haga eso.
Me despeina el flequillo a posta

-Ay Luiiiis

Me lo arreglo mientras él se ríe, mi flequillo es sagrado, pero a él le da igual que lo lleve peinado despeinado o como, con pocas personas he tenido la confianza de que me vean sin flequillo tan rápido como con Luis, supongo que eso es bueno.

-Luis... estamos solos
-Ay Aitanita

Me subo encima suyo, le quito la camiseta y hago lo mismo con la mía, no llevo nada debajo, me inclino para dejarle besitos por el cuello, la barba y llego a sus labios, nunca pensé que me gustaría tanto el roce que hace su barba con mi piel, entre cosquillas y gustito.
Bajo mi mano hasta su paquete, como pulsar un botón se activa de golpe, me agarra de la cintura y rodamos quedándome yo debajo, se deshace de mi pantalón del pijama, después del suyo.
Lo acaricia sobre la fina tela de mi tanga, no tarda en deshacerse de él ante mis insistencias, sigue acariciando, esta vez sin nada, sabe que me pone muy nerviosa y le encanta, mientras deja un reguero de besos en mis pechos, sigue introduciendo los dedos poco a poco, sigue aumentando la velocidad, acabando con movimientos circulares que me provocan un orgasmo bastante intenso.
Seguimos con nuestra lucha de lenguas, llevamos días sin vernos y se nota, y mucho.
Me deshago de sus horribles calzoncillos, nunca lo admitiré, pero en realidad me encantan, le dan un toque de personalidad.

Cojo un preservativo que deje ayer debajo de la almohada y se lo doy para que se lo ponga, comienza a introducir su miembro hasta quedar totalmente dentro de mi, llevamos un ritmo acompasado que va aumentando, cuando nota que va a llegar, giramos quedando yo encima, sin separarnos ni un milímetro, sin salir de mi, conmigo encima se corre y acabamos casi a la vez, le encanta acabar conmigo encima, verme la cara, y yo lo sé, y me encanta

Nos quedamos unos diez minutos tumbados y decidimos irnos a duchar juntos, lo volvemos a hacer de pie, con el agua cayendo sobre nosotros.

Cuando estamos vestidos y con el pelo seco cogemos nuestras cosas y nos vamos hacia el restaurante donde hemos quedado con mis amigos, hoy hemos quedado todos juntos y somos unos cuantos.

14:00

Llegamos al restaurante, le presento a Luis a todos mis amigos, él está tranquilo y eso me hace estarlo a mi, nos sentamos al lado de marta, mi mejor amiga, y Adrian y su novia Sandra

-Luis estarás contento sé de unas cuantas que ahora van a llevar las bragas mojadas todo el día-Dice Marta con tono serio acabando con una carcajada-
-¡Ala Marta tía!
-Aitana admite ya que tu novio está buenísimo y es guapísimo y que la mitad de tus amigas se lo empotrarían ahora mismo en ese baño
-¡Marta!
-Vale vale me callo, pero es verdad

Miro a Luis que se ríe divertido con la situación a la vez que está un poco rojo por la vergüenza.

Yo me quedo seria, pensativa, es verdad, Luis es bastante interesante, y otra vez lo mismo de siempre, ¿Yo también soy interesante?

Nos traen el primer plato, Marta se ríe de un chiste que acaba de contar Adrian y noto su aliento en mi oreja

-Yo soy de tí, tonta

Al instante una sonrisa tímida se instala en mi cara y no tardo en sonrojarme

Ahora soy yo la que me acerco a su oído susurrándole:

-Yo también voy mojada

El se ríe ante mi comentario que para nada se esperaba y acabo riéndome yo también.

La comida sigue su curso estupendamente, Luis se ha integrado perfectamente con mis amigos, a primeras dirías, pues si se llevan diez años mis amigos y el, pero es que Luis es maduro para algunas cosas, un niño para otras y un adolescente en otras, y eso es la combinación perfecta para mi

A las 20:00 nos despedimos de mis amigos, Marta sobre todo se ha llevado genial con Luis y eso me hace muchísima ilusión.

Ahora estamos en el paseo marítimo de Viladecans, hemos ido en coche hasta allí, aunque está muy cerca.
Solo hemos cogido una toalla, sobre la que estamos ahora mismo sentados.

Saco un paquete de tabaco de mi mochila y un mechero.

-Aprovecha que te queda una semana de fumar
-Y a ti también guapo, ¿Quieres?

Le tiendo el que acabo de encender y lo coge, Dios quiero dejarlo y que lo deje, pero verlo fumando me pone muchísimo.

Cepeda
Nos hemos fumado tres cada uno.
Por fin guarda el paquete y el mechero.
Se sienta sobre mis piernas y comienza a besarme mientras enreda sus dedos en mis rizos. Se mueve hacia adelante y hacia atrás sutilmente, restregándose, hasta que nota que mi amiguito está más que despierto, entonces aumenta el ritmo y noto como sonríe sobre mis labios, los que sólo separamos para coger aire.

Empieza a sacarse el abrigo y la bufanda, el gorro, me lo saca a mi también, todo esto sin separarnos, luchamos por quitarnos la ropa sin separar nuestras bocas

Me levanto ya desnudo y corro hacia el mar

-¿Pero que haces? ¡Estas loko! El agua estará helada
-¡Aitana no seas cagueta!

Noto como clava su mirada desafiante en la mía, se saca el sujetador y el tanga y empieza a correr hacia mi, nos metemos en el agua, tenía razón, está helada, y nosotros, alomejor, demasiado calientes.
Lo hacemos en el agua, a La Luz de la luna y el relajante sonido de las olas rompiendo con las rocas.
Acabamos y salimos corriendo y tiritando, solo tenemos una toalla, nos envolvemos los dos tiritando, en cuanto estamos secos más o menos nos vestimos y vamos hacia su casa, con la calefacción del coche a tope.

Aitana
Llegamos a casa a las 12 de la noche, mis padres están viendo una peli en el sofá y ponen cara de preocupación nada más vernos.

-¿Pero de donde venís?¿Os a pasado algo?
-No, no, nada, estábamos dando un paseo
-Pues tenéis el pelo mojado y tú Aitana llevas los labios morados, y me parece a mí que hoy no ha llovido
-Es que íbamos dando un paseo por la playa y me he tropezado y al intentar agarrarme a él nos hemos caído los dos
-Ayyy anda tirar a daros una ducha caliente y os subo leche caliente con galletas y más mantas, ya verás como mañana tienes anginas, y que sepáis que esa versión no cuela, la ropa está seca
-Que la policia no es tonta- Dice mi padre, y los dos estallan en carcajadas mientras nosotros seguimos tiritando-

Nos damos la ducha con el agua a 42 grados, nos secamos el pelo, nos bebemos el cacaolat con galletas bien calentito y nos vamos a la cama tapados con cinco mantas y bien abrazaditos, y por fin, entramos en calor y nos dormimos, yo apoyada en su pecho inhalando su olor, el mejor que he olido nunca, y el con sus besos sobre mi cabeza y respirando el olor a plátano de mi pelo que tanto le gusta.

Tu Bandera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora