Harry Styles no era para nada paciente, sobretodo cuando se trataba de trabajo.
Miro fijamente el papel que tenia en sus manos, era de lo mas normal que se cometieran pequeños fraudes en su empresa, pero esto arrebasaba los limites.
Siete millones de euros no se pudieron haber perdido por la coladera.
Harry estaba mas que furioso, estaba plenamente consciente que los fraudes eran habituales en una empresa tan grande, pero estaba que hervía en llamas por decirle a Mark Thompson que era un incompetente en el mundo de las finanzas y que es de retrasados perder esa cantidad.
Puso sus dedos sobre su frente, tratando de buscar una solución a todo esto, podía fácilmente despedir a Mark, pero este llevaba trabajando mas de quince años en la empresa y hasta le habia enseñado varios trucos cuando Harry estaba en la universidad.
Resoplo bruscamente, no tenia remedio nada, sabia que Mark era incapaz de robar esa cantidad.
El problema era descubrir quien había hecho tal barbaridad, y despedirlo de inmediato.
El sabia que encontraría rápidamente al culpable, Harry era un trébol de la suerte desde que había nacido, era querido por su familia, tenia un máster en su carrera y era atractivo.
Sin contar que tenia una de las mas grandes empresas en sus manos.
Definitivamente la vida había sido buena con el.
El sonido de su móvil interrumpió por completo el estrés de el, vio el nombre de la pantalla y sonrió mientras contestaba.
-Querida-.
-¡Amor! Hoy mis padres harán una cena, ¿Puedes venir?-.
Adoraba a Samantha, y apreciaba a sus suegros pero simplemente no tenia ganas de mas estres.
Sabia que ir a esa cena implicaba ir por sobre todo formal, y pasando lo que pasaba en la empresa lo único que quería era sentarse en su sala y tomar unas cuantas cervezas.
-Hoy tengo una cena de negocios, no creo poder asistir Sam-.
-Oh bueno- se escucho al otro lado del teléfono.
-Pero podemos salir este sábado ¿Que te parece?-.
-¡Claro!, te mando muchos besos bebe-
-Igual-.
Samantha Jouvet, con solo veintisiete años era toda una mujer.
Morena, ojos verdes y un cuerpo hermoso.
Justo como le gustaban a Harry.
Al principio solo habían sido unas pequeñas salidas y sexo ocasional.
Pero con el tiempo se había acostumbrado a su compañía.
Al fin y al cabo ya no era precisamente un muchacho que salía todos los fines a clubes para ligarse señoritas.
Así que simplemente marcaba a Samantha y ahí estaba siempre disponible.Eso no quería decir que estaba enamorado de ella, pero si era una candidata excelente en todo sentido.
Sus padres la adoraban y su hermana también.
Era muy buena para cocinar y por supuesto era una buena anfitriona.En general era el paquete perfecto para un hombre.
Y el se sentía afortunado de haberla encontrado.
Pero siempre quedaba esa espinita en el, que le decía que no era la indicada.
En sus planes no estaba casarse, ni tampoco tener hijos.
Y al parecer en los de Samantha si, ya que en las últimas salidas mencionaba uno que otro comentario de vestido de novias y sobre bebés.
El simplemente la escuchaba.
En realidad no hablaban demasiado, todo lo que pasaba era en la cama o frente a la sociedad.
Lo demás sólo era para hablar temas comunes y sin sentido.
Hoy simplemente pararía en un supermercado y compraría unas cervezas, y de ahí iría a cualquier parte a ordenar comida.
Si.
Ese sería el mejor plan.
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One shots/Harry styles
Fanfiction¿Quieres descubrir los mejores shots de Harry? Entonces este es tu libro. Recopilación de Shots (ahi se explica si es una adaptación y su autor) y originales. Espero disfruten.