Madeline.
-Vamos Madeline mueve el culo te quedan tres mesas por atender-.
Jodido Frank.
Que le den.
Era el jefe mas fastidioso y estúpido del mundo.
Me apresure a caminar por toda la extensión del restaurante, tomando ordenes y cargando platos.
Habían pasado aproximadamente cuarenta minutos tomando la orden a dos mesas, estaba a punto de gritarles a las personas de la mesa dos, llevaban por lo mínimo veinte minutos discutiendo si querían salsa BBQ o Bufalo.
Pero no podría decir nada, al fin y al cabo son clientes.
Una vez que se decidieron por las dos malditas salsas, me acerque a Frank quien era el que manejaba la caja registradora.
Le pase una cuenta y el dinero para que cobrara y me miro con cara de fastidio.
-Eres una inservible, vete a la barra-. Dijo y yo rodé mis ojos.
Eran casi las ocho y media, así que estábamos por cerrar.
Por lo menos tendría una media hora menos ajetreada, estar en la barra era un sueño para todos aquí.
Solo atendías a los que estaban literalmente en la barra, cabían aproximadamente siete personas.
Normalmente se sentaban ahí los que venían sin acompañantes o personas que se tomaban café y leían el periódico muy temprano.
Y Frank que pensaba que me castigaba.
Como le dije es un imbécil.
Estaba rellenando los envases de vidrio de azúcar, cuando sentí que alguien se sentó en alguna silla de las barra.
Mi vista se dirigio rapidamente a la persona y mi boca se seco.
Era la cosa mas hermosa que había visto en mi vida, casi como Zac Efron.
Mi corazón empezó a palpitar rapidamente, casi que pensaba que me daría un infarto o algo así.
Me acerque torpemente sintiendo miles de emociones al ver a alguien tan guapo enfrente de mi.
-Buenas noches, bienvenido ¿Le puedo tomar la orden?-. Dije nerviosamente sintiendo mi lengua enredarse con mi paladar.
Cheque rapidamente hacia el reloj de la era prehistoria que estaba clavado en la pared.
Enserio Frank tenia que quitar ese reloj.
Marcaban las ocho con cincuenta.
Ya no podría pedir nada de la cocina, esta se cerraba a las ocho cuarenta, pero como siempre abrí mi bocota.
- Café, con dos de azúcar-.
Gracias a dios no había pedido nada de la cocina, si no me tenia que haber inventado alguna historia del porque ya no lo podía atender en cuanto a comido.
-Enseguida-.
Claro si el era cortante, yo lo podría ser.
Estaba muy pero muy guapo, pero solo de escuchar su voz sabría que era una persona arrogante.
Me apure a rellenar la pequeña taza y hechar el azúcar.
En menos de dos minutos ya estaba poniendo la taza enfrente de el, solo levanto su mirada por un segundo al escuchar el sonido de la taza topar con la barra y regreso a su teléfono.
-¿Le puedo ofrecer algo mas?-.
-No, gracias-.
Wow, por lo menos se puede decir que era "educado", quiero decir por la forma en la que andaba vestido, bueno en realidad solo veía su saco gris y una camisa salmón debajo, se podía notar perfectamente que había recibido buena educación y que al parecer tenia una excelente vida.
No era de fijarme mucho en marcas y eso, pero me fue inevitable no observar el aparato que descansaba en sus manos, fácilmente ese móvil costaba lo que yo ganaba en cuatro meses.
Estaba perdidamente observando todas y cada una de sus facciones.
-No sabia que las trabajadoras aquí, eran acosadoras-. Dijo el con su mirada todavía puesta en el móvil, interrumpiendo el examen de vista que le estaba haciendo.
Me sonroje a mas no poder y agarre el primer trapo que encontré, para simular que estaba limpiando.
Pero eso, nadie me lo creía.
-Gracias por el café-. Menciono levantándose pero sin dejar su móvil, mientras que con la otra mano saco un par de billetes de su pantalón.
Me acerque rapidamente para darle la factura, que marcaba solamente dos dolares.
Me dio un billete de veinte, y camine hacia Frank por el cambio, una vez que voltee el ya no se encontraba en el lugar.
Corrí rapidamente por el medio del restaurante hacia la salida, lo observe a una distancia de diez metros y corrí mas rápido para poder alcanzarlo.
-Su cambio Señor-. Mencione con la voz agitada por la reciente actividad.
Quiero decir que no soy una persona muy deportista que digamos.
El me frunció el ceño, mientras tenia una pierna ya arriba de su camioneta.
La cual quiero recalcar que era impresionante.
Creo que podía oler a nuevo desde esta distancia.
-Te he dejado el cambio-.
Quito su pierna de encima del carro y esta vez si me observo fijamente.
-Si, lose pero creo que se ha confundido, me ha dado uno de veinte-.
El no puso ninguna cara de desconcertado ni nada, así que si sabia que me había dado un billete grande, así que simplemente se encogió de hombros.
-Son dieciocho dolares de cambio, creo que es demasiado por haberle servido solo un cafe-. Dije haciéndolo entrar en razón.
No es que me molestara tener una buena propina, pero no me gustaba aprovecharme de las situaciones.
-Si te lo he dejado-. Dijo fríamente observándome de pies a cabeza y me sentí muy intimidada.
Yo solo me le quede observando y descifrando que pensaría.
- Compra unas zapatillas o algo de mejor gusto-. Dijo observando mis tenis blancos que al parecer si ya se necesitaban tirar a la basura.
Pero no me importaba, era mi maldita ropa.
Mi enojo me cegó por completo y le puse su dinero en la mano.
-A diferencia de usted, habremos personas que tenemos que preocuparnos en tener para comer, no para andar comprando cosas superficiales como lo son unos tenis, eso no te hace ni mas ni menos, gracias por su propina y que vuelva pronto-.
Me voltee dignamente y camine con la cabeza en alto hacia la entrada, ni siquiera me fije que reacción habría hecho.
Y la verdad no creo que a el le haya afectado mucho mi comentario, gente como el estaba acostumbrado a ser criticado y dudo que le tome importancia a las palabras de una simple camarera.
Gente estúpida que piensa que el dinero te hace mejor que otros.
No necesitaba su propina para comprarme unos malditos tenis.
Yo sola lo podía hacer.
Maldito imbécil.
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One shots/Harry styles
Fanfiction¿Quieres descubrir los mejores shots de Harry? Entonces este es tu libro. Recopilación de Shots (ahi se explica si es una adaptación y su autor) y originales. Espero disfruten.