One shots/Harry styles

*40*/II Part

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Llevaban por lo menos una hora peleando, o bueno más que nada dándole vuelta al mismo asunto.
Pero Harry era tan cabrón que no cedía. Sahori tomó su pijama para dirigirse al baño con el ceño fruncido, estaba harta de Harry y sus estúpidos pretextos.

-Sabes que le podrían hacer algo a mi pequeña ¡No me lo permitiría! -. Exclamó él, dando vueltas a lo largo de la habitación y el closet, que más bien era un pequeño cuarto pegado al dormitorio, seguro dejaría un surco de tanto caminar como loco en la misma dirección.

- ¿Sabes qué? Haz lo que te de tu regalada gana, Emily es una niña que tiene buena educación y valores, es un maldito campamento de la escuela, entiende tú también Harry, si no la dejas ir a ella sola, tampoco ira su hermano-. Espetó mientras cruzaba el umbral de la puerta hacia el baño cerrando la puerta con fuerza.

Ahora sí, Sahori estaba fuera de sí, cuando ella azotaba alguna puerta, significaba fin de la conversación.

Escucho el sonido de la regadera, era momento de doblar las manos. Solo por esta vez.

ÚNICA VEZ.

Esas mujeres siempre ganaban contra él.

Tomo un pantalón de pijama y se lo puso, junto a una camiseta, iría hablar con su hija.

Toco su puerta despacio, mientras en el fondo escucho la voz entrecortada de su niña, se adentró y la vio acostada, mientras veía una película infantil y en sus manos un pequeño maletín lleno de pinturas para niña, ese había sido su regalo y al parecer le había encantado. Harry se acercó a la cama y tomo el control remoto, mientras ponía pausa a la televisión y se sentaba al borde de la cama para ver a su hija.

-Lo lamento corazón-.

Ella negó y sus ojitos se llenaron de nuevo de lagrimas

- ¡No es justo!-. Ella hablo ahora con la voz entrecortada, el asintió comprendiendo su furia. Se había comportado machista y estúpido, bueno eso fue lo que le dijo su esposa como veinte veces.

-Sé que no es justo, por eso he decidido que iras mi amor-. Él tenía sus labios hechos una línea, le quemaban esas palabras al salir de su garganta.

Era su niña. Su pequeña.

Y observo detenidamente a su hija, ya no era un bebé, su pelo largo lacio caía en cortinas por su espalda, y esos ojazos verdes conquistarían a más de un imbécil por ahí. No quería que creciera nunca, pero era inevitable.

- ¿Sola? -. Emily pregunto con los ojos llenos de sorpresa.

-Sola-. Asintió Harry. – Pero hay varias reglas-. Volvió a decir, no dejaría a su niña tan fácilmente ir con esos libertinos, primero pondría unas cuantas pautas a su permiso. La niña entorno sus grandes ojos hacia atrás, Papá y sus reglas pensó su subconsciente.

-Tienes que estar cerca de tu hermano, cualquier cosa es decirle a tu maestro y no besar...-. El empezó a decir mientras levantaba sus dedos enumerando.

-Y no besar a ningún chico antes de los 21, lo se papá-. La niña terminó por él, eso le había dicho miles de veces su padre. Era exagerado porque sabía que mamá había conocido a papá a los veinte años.

-Mamá tenia veinte cuando se casaron-. Ella espetó con una pequeña sonrisa. Harry refunfuño, ¿Porque carajos Sahori había dicho eso? ¿Ahora como convencía a su hija de no salir con chicos, que probablemente ninguno de ellos estaría a su altura?