El sol estaba a todo su esplendor, era pleno mediodía y el día estaba alrededor de unos treinta y cinco grados, se escuchaba a lo lejos personas, pero Harry y Julieta estaban sumergidos en su plática. Contemplaban a las parejas, familias y niños ir y venir frente a la imponente playa que tenían a sus ojos.Julieta volteo a ver a su mejor amigo Harry mientras quitaba sus lentes y se incorporaba del camastro sentándose con las piernas cruzadas, poniendo una toalla enrollada entre sus piernas para que no se observara nada del traje de baño que tenía abajo puesto de su vestido playero algo holgado, era algo estúpido de hacer en una playa, pero ella se sentía más cómoda así , ya que tenía demasiados complejos por su cuerpo. Bebió de su cerveza mientras observaba a su amigo que tenía puestas sus gafas y los brazos atrás de su cabeza en una posición bastante cómoda y relajante, se veía tranquilo y por supuesto que el sí que no tenía complejos, portaba un bañador azul cielo y estaba sin camisa, ejercitaba bastante así que se podía dar ese lujo.
-Estoy emocionada-. Dijo Julieta tomando otro sorbo a su cerveza.
El quito sus lentes para ponerlos sobre su cabeza, observando a su mejor amiga como si tuviera dos cabezas.
-Es solo una boda Julieta-. Él dijo rodando sus verdes ojos, mientras su amiga volteaba los ojos esta vez.
-No es solo una boda, es tu boda-. Ella dijo emocionada, bastante emocionada, Julieta llevaba mas de una docena de cervezas.
-Falta una semana-.
- ¿No te sientes nervioso? -.
¿Por qué estarlo? -. Él dijo ahora incorporándose de su camastro, poniéndose en la misma posición que su amiga, incluso encorvado Harry mantenía el cuerpo de infarto. Julieta recordó todas las veces que había descubierto "amigas", que solamente se acercaban a ella con el propósito de acercarse a él. Julieta era un 2 comparado a Harry que por supuesto tenía un 10.
-Es tu boda, el día más importante de tu vida Harold-. Ella señalo mientras negaba con su cabeza al ver como su amigo se comportaba, tenía que estar emocionado. ¡Era su boda!
-Estas más emocionada que yo Julieta-. El carcajeo al ver la mirada de soslayo que le tiraba su mejor amiga. Estaba sonrojada del calor que los inundaba, su cabello rubio cenizo se movía ligeramente por el aire que había en la playa, su mejor amiga, eran sus ojos, ella siempre estaba ahí, siempre.
A cualquier hora.
En cualquier situación.
Harry tenía treinta años, era hora de que se dejara de juegos y establecer una relación, una familia, hijos y todo eso. Su mejor amiga con veinticinco años era radiante, amorosa y sencilla, seguro encontraría alguien bueno. Claro, lo encontraría el día que ella saliera con alguien, la única vez había sido un joven llamado Carlos, pero fue simplemente una cita al cine y jamás se volvieron a ver. Sabía que Julieta trabajaba duro y seguía estudiando, no venía de familia privilegiada como el, y se tenía que agregar que ella era extranjera, así que todo era un poco más difícil para ella.
Sus caminos se encontraron aproximadamente siete años atrás, ambos en un estado ebrio y vergonzoso, pero compartían varios gustos, se entendían perfectamente y claro tenían una amistad sana. No compartían el mismo estilo de vida, en eso no se asemejaban ni un poco, la familia de Harry era algo importante en California, y la familia de Julieta era inexistente, todos vivían demasiado lejos de ella.
-Claro que estoy emocionada, te vas a casar y ya me imagino la gran boda que está preparando Karen-. Julieta sonrió a él y termino su cerveza, dejo la botella vacía en una pequeña mesa que estaba frente a ellos, y aprovecho para tomar de la hielera otras dos cervezas y pasarle una a Harry.
Ella era un roble, en cuestión de alcohol. Bueno para ser una mujer, se ponía mucho a la medida de Harry, y eso a el le agradaba, no era de las chicas que con dos tragos ya estaba vomitando.
Se volvió a sentar en la misma posición mientras de su cartera sacaba un cigarrillo y lo prendía, era su jodido vicio.
Harry abrió ambas cervezas y volvió entregarle la suya a su amiga, ella no dejaba ninguno de los dos vicios ni de coña. Observo a Julieta suspirar cuando pasa una pareja dándose amor en público y el entorno sus ojos de nuevo.
-Deja de leer tantas novelas idiotas-. Dijo el burlándose de su amiga, mientras apuntaba el pequeño libro que descansaba en la mesita.
-Si leo y me emociono, quiere decir que tengo sentimientos Styles-. Ahora ella dijo bebiendo otro trago. El rio por lo bajo, su amiga nunca cambiaria, vivía en el mundo donde pensaba que encontraría un hombre perfecto para ella, se enamorarían y vivirían felices para siempre.
Tonterías.
-Vamos, ¿Apoco no te emociona la idea de compartir tu vida con Karen? ¿Tener bebés? -. La chica le cuestiono, y el solo hizo una mueca.
No negaba que quería a Karen, muchísimo si había decidido entregar un anillo y ponerse de rodillas era porque en realidad quería a esa morena. Karen era imponente, una belleza y sobre todo culta, esa era el tipo de mujer que quería para sus hijos. Karen tenía su misma edad, pero aparentaba mucho menos, un cuerpo de infarto que requería por lo menos tres horas de ejercicio diarias. Había solo un problema, Julieta no le molestaba para nada Karen, pero su prometida no toleraba a su mejor amiga, por el simple hecho de no estar en la misma clase social. Había lidiado con estos problemas el último año, en el cual había estado saliendo con su prometida.
Simplemente era mejor no juntarlas, lo cual era muy fácil, a Julieta no le gustaban las fiestas monas y a Karen le molestaba compartir el mismo aire que Julieta.
-Espero que quede embarazada pronto, no quiero ser un padre viejo-. Dijo el a su amiga.
-Manos a la obra, campeón-. Se burló ella, mientras terminaba su cigarro.
-Sigue tomando la pastilla Julieta-. Dijo ahora él y ella hizo una mueca.
-Bueno talvez deben esperar unos meses más, es diferente la vida ya casados-. El asintió comprendiendo. Era cierto había dormido un par de veces con su prometida, cansado de haber tenido sexo, pero en la mañana siguiente temprano salía disparado hacia su casa. Ahora que recordaba estaba seguro que había dormido mil veces más con su mejor amiga sin sentirse incomodo en el pequeño departamento de Julieta.
- ¿Y? ¿Ya tienes tu vestido listo? -. El pregunto curioso, su amiga asintió rápidamente.
-Solo unos pequeños ajustes-. Dijo ella sonriéndole al castaño.
Había notado la pérdida de peso de su amiga, esperaba que estuviera comiendo sanamente y no malpasándose como lo había hecho anteriormente. Su mejor amiga no tendría un cuerpo de infarto y podría ser rellenita, pero tenía un corazón y sentimientos preciosos, sabía que el hijo de puta que se quedara con ella, seria afortunado.
-Yo estaría que no podría de la emoción-. Confesó ella con voz quebrada, el volteo de nuevo hacia el mar azul, su amiga siempre se ponía sentimental ya borracha.
-Mataría por estar en los zapatos de Karen-. Susurro Julieta viendo una familia conviviendo a unos metros de ellos.
A Harry se le hizo un nudo en la garganta, no le gustaba ver a Julieta así, no le gustaba que envidiara la vida que el haría con Karen, era un matrimonio arreglado no una jodida novela de las que ella leía.
-Ya sabes lo que pienso Julieta-. El volvió a recostarse y ella suspiro de nuevo, su amigo era todo un misterio y siempre lo seria.
-Le he preguntado a Eduardo si quería ir a la boda conmigo-. Harry ahora puso toda su atención en ella, Eduardo era un primo de Harry bastante idiota pero agradable.
- ¿Qué ha dicho? -.
- Ya tenía una cita-. Ella se encogió de hombros restándole importancia, Eduardo no tenía otra cita, simplemente no quería ir con la gordita del grupo se dijo a si misma Julieta. Y Harry no era estúpido, sabia por que la había rechazado.
Harry se enfureció.
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One shots/Harry styles
Fanfiction¿Quieres descubrir los mejores shots de Harry? Entonces este es tu libro. Recopilación de Shots (ahi se explica si es una adaptación y su autor) y originales. Espero disfruten.